Cinco plantas de 'rabo de gato' amenazan a La Caldera

Martín Macho / Martín Macho

El 'rabo de gato', una de las plantas invasoras más extendidas en La Palma, pese a que desde hace lustros se vienen realizando costosas actuaciones para erradicarla, sigue su avance imparable por el territorio palmero causando importantes quebraderos de cabeza entre los encargados de proteger y conservar la flora autóctona.

En la actualidad, los focos de dispersión más inquietantes se localizan en intrincados enclaves de La Caldera de Taburiente. En los mismos, cinco ejemplares adultos de esta gramínea exótica (Pennisetum setaseum) originaria del continente africano e introducida en la Isla como planta ornamental en los años 70 del pasado siglo, se han atrincherado en los mencionados parajes y amenazan el ecosistema del principal espacio natural de la Isla, según ha expuesto a LA PALMA AHORA el director del Parque Nacional, Ángel Palomares.

(En la foto se aprecia como el 'rabo de gato' (Pennisetum setaseum) tiene prácticamente colonizada toda la ladera de la parte baja del barranco de Jieque, en Tijarafe. Foto: ÁNGEL PALOMARES)

Desde hace unos diez años, dijo, se llevan a cabo en el emblemático entorno continuas acciones para impedir que la reseñada planta se haga fuerte en el interior de La Caldera de Taburiente. Sin embargo, las repetidas matas de 'rabo de gato' se encuentran en sitios “inaccesibles” y, llegar a ellas para “arrancarlas”, es bastante complicado y, sobre todo, “arriesgado”.

Las cinco plantas se emplazan en la parte baja del Lomo de Tenerra, entre los barrancos Las Traves y Cañeras, en distintos puntos aislados de terreno “suelto” y, por tanto, subrayó Palomares, “resulta peligroso actuar” toda vez que, insistió, “el riesgo es muy grande”.

La mayor preocupación, destacó, “es el efecto fundación” que las citadas plantas pueden originar en el Parque Nacional, es decir, que “se instalen y empiecen a propagarse” desde los aludidos parajes.

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