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Cinco consejos (útiles) para Emprendedores…

Rayko Lorenzo

¿Ya han comenzado con la operación bikini después de los excesos navideños? Les deseo suerte, pero sobre todo constancia, no abandonen el primer mes…

Precisamente la constancia podría ser un gran consejo para Emprendedores, pero voy a contarles otros cinco consejos que espero sean de mucha utilidad, para que los apliquen directamente a sus proyectos o empresas.

1-. No piensen en que su producto es el mejor

Desgraciadamente es así, cuando lanzamos una idea emprendedora la vendemos (incluso nos la vendemos) como la mejor, como que no hay otra igual en el mercado… Si abrimos un bar, seremos los mejores porque pondremos mejores aperitivos, o si abrimos una tienda de ropa, pensamos que será la mejor porque traeremos el género de Las Palmas en vez de Tenerife… Cuidado con creernos los mejores y pensar más en el producto que en el servicio, mucho cuidado.

Mi consejo para este ítem es que piensen más en el porqué, y algo menos en el qué. Tendrán que buscar propuestas de valor que calmen el dolor o el vacío del mercado. Ver la idea de negocio o la realidad del mismo, desde una perspectiva única de aportación de valor al cliente. No se trata de creerse mejor que nadie, consiste en eliminar lo superfluo para denotar realmente lo importante, lo que el mercado está dispuesto a comprar, bien por necesidad o, en menores casos, porque le creen esa necesidad.

2-. ¿Su cliente potencial está dispuesto a pagar por su producto?

En muchas ocasiones comenzamos, a lo Fito, la casa por el tejado; sin valorar la ubicación de la tienda que queremos abrir, sin ver qué está haciendo la competencia, o más importante (y triste), sin estudiar el público objetivo. ¿Está preparado el target para comprar nuestro producto? ¿Realmente le hace falta? ¿Hay cultura de ese servicio en mi ciudad?

Mi consejo es que hagan un estudio, no solo de mercado, sino de producto-cliente, que sea capaz de hacer una previsión lo más exacta posible de cómo podrían ir las cosas. Tradicionalmente los Emprendedores tienen una idea, seguidamente confeccionan el producto/servicio y luego se lanzan a la búsqueda y captura de clientes para lo confeccionado. El modelo debería ser al contrario, además de tener la idea, tendríamos que encontrar público objetivo en predisposición de comprar nuestra creación…

3-. Pónganse el traje de cazador

¿Qué prefieren, unirse a los cambios cuando alguien ya los haya experimentado, o impulsar el mismo? Sean valientes, pónganse el atuendo de cazador para cazar no solo clientes, sino oportunidades.

Carpintier, uno de los business angels más valorados de España, con el que tuve el placer de compartir un rato de charla en un foro, comentaba que “si buscas algo en Internet y no lo encuentras, primero deberás aprender a buscar”. Con esta reflexión se refería a la dificultad de generación de ideas de negocio diferentes, es por ello que será mucho más sencillo (y rentable), innovar para mejorar las ya existentes, siempre detectando las oportunidades que va brindando el mercado.

Mi consejo, sean los protagonistas de su propia película; está muy bien ser actores secundarios, pero esos Óscar no son tan gratificantes. Cacen las oportunidades, y si no son capaces porque se les escapan, intenten crearlas. Ser agentes del cambio genera una autoconfianza indescriptible.

4-. Salgan de la cueva

Tenemos la empresa montada, los muebles chulísimos, el escaparate ha quedado genial, el logo nos lo ha diseñado un freelance reputado, y qué decir de las tarjetas de visita, ¡modélicas y vanguardistas! Que sí, que todo eso está muy bien, pero al cliente hay que irlo a buscar. Pocas son las empresas que, hagan lo que hagan, actúan de imán a lo Mercadona.

Mi consejo es que salgan de sus aposentos, que cuenten la idea, el servicio o el producto a sus clientes potenciales, hagan presentaciones, colaboren con otras empresas, establezcan sinergias con negocios incluso que no tengan nada que ver (por producto) con el de ustedes. No tengan miedo a contar la idea emprendedora al mundo exterior, tu pareja y tu familia están cansados de que siempre se la cuentes a ellos. Cuántas veces nos ha pasado que nos dice un amigo o vecino:

– ¡Ah! No sabía que también vendías esas cosas…

5-. Entren en la cueva… pero en la digital

Otra manera de salir de la cueva es entrando en otra, en la digital. Nuestro pequeño negocio físico, empresa de consultoría, de pintura de brocha gorda o de ropa, vende a lo largo de su horario comercial. ¿Por qué no seguir llegando al público incluso cuando estamos tomándonos un café en La Alameda? Las redes sociales, blogs, páginas web… pueden ser un escaparate perfecto cuando esa tienda física que les decía está cerrada.

Continuamente tenemos el móvil en la mano, pasa tanto tiempo entre nuestros dedos que casi iguala al anillo de compromiso. Esperando la guagua, en la cola de la frutería, mientras esperamos a esa persona que siempre llega tarde, en un semáforo (esto último mal hecho)… Aunque ya saben que defiendo que las redes sociales no sirven para vender, sí les reitero que sirven para convencer. ¿Cuántas veces nos llega un cliente a nuestro local y nos pregunta?

– ¿No te quedan pantalones del color que tienes puesto en el Facebook?

Mi consejo, aprovechen esas horas valle que tienen en sus empresas o negocio para dedicarle un ratito a lo digital. Aporten valor en los contenidos para que el cliente pueda llegar a pagar por sus conocimientos (servicios) o por sus productos. Si no disponen de ese tiempo o de las competencias necesarias, siempre podrán subcontratar estos servicios.

Recuerden que el cliente siempre está detrás de la mata, tan solo tendrán que ser humildes, conocerlo bien, ponerse el traje de cazador y salir de la cueva para intentar venderle.

Un saludo.

Rayko Lorenzo.

www.raykolorenzo.com

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