“Fue muy emocionante recuperar el pulso del infartado con el desfibrilador”

El subinspector jefe Eduardo Pérez (derecha) y el agente Jorge Francisco muestran el desfibrilador usado ayer. Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

La Policía Local de Santa Cruz de La Palma vivió este martes “momentos muy emotivos e intensos”, según ha reconocido a LA PALMA AHORA, con lágrimas en los ojos, el subinspector jefe del cuerpo Eduardo Pérez Pérez, que supervisó las tareas de reanimación cardiorrespiratorias que los agentes del cuerpo realizaron con un desfibrilador al carnicero del supermercado Spar de la calle Virgen de La Luz de Santa Cruz de La Palma, Fidel Hernández Piñero, de 58 años, quien pasadas las 08.30 horas se desplomó víctima de un infarto. “A las 08.35 horas un compañero que salía de servicio fue a comprar al Spar y llamó solicitando con urgencia el desfibrilador; más tarde recibimos las comunicación del CECOES que pedía que una patrulla se trasladara al Centro de Salud para recoger al médico y a la enfermera”, ha relatado el citado mando policial. Al lugar del suceso se trasladaron hasta seis agentes y el propio Eduardo Pérez, que vivió con angustia los difíciles momentos de la recuperación. “Cuando llegué allí estaban los compañeros actuando y al ver a aquella persona en el suelo recibiendo masajes cardíacos, que no se recuperaba, sentí una sensación de impotencia, de frustración, me quedé fatal”, reconoce. “Fue emocionante observar cómo se entregaron los compañeros –los ojos, de nuevo, se le inundan de lágrimas- y cuando me di cuenta de que el hombre había recuperado el pulso, sentí una satisfacción enorme, alivio, ganas de llorar, fue una sensación que no puedo explicar; impresionante”, asegura. “Los compañeros del infartado tenían todos los ojos rojos de llorar, y eso también me emocionó”, añade.

Las maniobras de reanimación se prolongaron durante casi una hora. “Los policías locales y los sanitarios se integraron y formaron un equipo, y pude comprobar cómo una persona que se iba era recuperada, fue como ver pasar de la muerte a la vida”, insiste.

Uno de los agentes que participó en las maniobras de reanimación es Jorge Francisco, quien ha contado a este digital cómo fue la intervención. “Fuimos los primeros en llegar, aunque la ambulancia tardó muy poco, y al principio hubo momentos de nerviosismo porque el desfibrilador no encendía, hasta que nos dimos cuenta que teníamos que retirar el precinto de la batería; seguidamente, comenzamos a darle descargas, hasta diez, y hubo un momento en que la máquina no aconsejaba aplicar más; el enfermero iba coordinado la intervención y fue emocionante el resultado final, cuando logramos recuperar el pulso, fue un subidón para todo el día”, admite este agente, quien considera que estas acciones “son las que dignifican la profesión”. “La verdad es que ayer fue un día muy intenso y emocionante desde primeras horas de la mañana y no hay palabras para describir la sensación que sientes”, dice. “Todos nos compaginamos y logramos salvar la vida de esta persona”.

La otra parte emotiva de esta historia es que el desfibrilador utilizado ayer por La Policía Local fue donado a este cuerpo por Adolfo Moreira, otro hombre que en 2010 se desplomó en la Avenida Marítima al sufrir un infarto y que agentes de la Policía Local lograron recuperar gracias a un desfibrilador que portaban en el vehículo. En una entrevista que concedió a LA PALMA AHORA en agosto del pasado año, Moreira aseguraba que “decidí donar un desfibrilador para que si otra persona sufre un infarto tenga las mismas oportunidades que tuve yo”. Y así fue, porque ayer, Fidel Hernández Piñero, que se encuentra en la UCI en situación estable, también logró salvar su vida gracias a esta máquina. Uno de los agentes que recuperó a Moreira participó ayer en la reanimación de Fidel. Tiene ya en su historial intervenciones en dos infartos.

Felicitaciones por la intervención

La Policía Local de Santa Cruz de La Palma ha recibido varias felicitaciones por la intervención de este martes con el desfibrilador. Uno de los sanitarios de la ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC) que participó en la operación de reanimación se personó en las dependencias policiales para mostrar su agradecimiento a los agentes. Posteriormente, el médico Francisco Hernández, del Centro de Salud de la capital, realizó una llamada telefónica en los mismos términos. También acudió a las instalaciones de este cuerpo el empresario Tomás Barreto, propietario del supermercado donde trabaja la persona que sufrió el infarto, quien entregó una carta. “Queremos hacer llegar nuestro reconocimiento y agradecimiento a los miembros de la Policía Local de Santa Cruz de La Palma por su decidida participación en auxilio de nuestro compañero infartado, gracias a cuya intervención, desde el primer instante, se logró estabilizar, situación clave para su posterior recuperación; actuaciones como esta merecen ser reconocidas públicamente”, dice la misiva. Tomás Barreto ha reconocido a este digital que se emocionó con lo ocurrido ayer en el Spar de la Calle Virgen de La Luz. “Me acordé de mi padre, que era un hombre rudo pero en situaciones como estas se convertía en un flan, y a mí me pasó igual”. “Fidel es nuestro carnicero, una persona muy apreciada por todo el mundo, y agradezco que la Policía Local y los servicios sanitarios le hayan salvado la vida”, apuntó. El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma también se ha sumado a la lista de las felicitaciones.

El subinspector jefe, Eduardo Pérez, ha recordado que “hace algunos años solicitamos un desfibrilador a la Dirección General de Seguridad y Emergencia del Gobierno de Canarias y formamos a varios agentes, y ese desfibrilador sirvió para salvar a una persona, que nos donó otro desfibrilador, el utilizado ayer”. Este mando policial cuenta que “cuanto recuperamos al primer infartado nos tomamos esto más en serio y decidimos hacer un curso del uso del desfibrilador para toda la plantilla, incluido yo mismo”. “No estamos solo para poner multas, hacemos muchos servicios importantes, muchos, muchos, y esa imagen no es la que se traslada a la sociedad, porque la imposición de multas nos perjudica de cara al público, las sanciones no se comprenden, pero es el cumplimiento de nuestro deber”, apuntó, y volvió a recordar los momentos vividos en el supermercado: “Fue tremendo ver a los policías a y los sanitarios devolverle la vida a una persona”.

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