Los ‘guerreros’ que llegan del aire para luchar contra el fuego

En la imagen, efectivos de la BRIF de Puntagorda en el momento de subir al helicóptero.

Esther R. Medina

Puntagorda —

La labor de los 'guerreros' que llegan del aire para luchar contra el fuego es poco conocida entre la población. Los efectivos que integran las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF), profesionales altamente cualificados, llegan al mismo foco de las llamas en helicóptero y parten de la zona de actuación también en aeronave. Son unidades helitransportadas que luchan con las llamas cuerpo a cuerpo fuera del alcance de los medios de comunicación, en la primera línea de fuego.

Las BRIF pertenecen al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y están gestionadas por la empresa pública Tragsa. Han sido diseñadas para que actúen con máxima movilidad, bajo tiempo de respuesta y alta profesionalidad, por lo que su medio de transporte es el helicóptero. La única BRIF destacada en Canarias, que comenzó a operar en 2006, tiene su base en Puntagorda y está compuesta por unos 55 efectivos y dos helicópteros.

Alejandro de las Casas, miembro de esta brigada, ha explicado a LA PALMA AHORA que este servicio “lo ofrece el Estado a las comunidades autónomas para actuar en incendios que superan los recursos de la propia región, ampliando, por tanto, el dispositivo en la extinción con helicópteros y personal especializado”. “Las BRIF no suelen salir en los medios de comunicación porque, habitualmente, a la llegada a un incendio, acceden lo más próximo a la zona de actuación, y en la mayoría de las veces a las áreas más conflictivas de un fuego; por tanto, muy lejos para que la prensa pueda visualizar nuestro trabajo”, subraya De las Casas. “La condición de helitransportados nos hace entrar y salir por el aire, evitando esa repercusión que sí pueden tener otros colectivos que trabajan más cerca de carreteras o zonas urbanas”, añade.

Para formar parte de una brigada helitransportada se requieren “conocimientos y formación sobre física y comportamiento del fuego, meteorología, primeros auxilios, manejo de herramientas manuales y mecánicas, formación sobre los medios aéreos y trabajo conjunto con estos, entre otros”, apunta De las Casas. “Toda esta formación la ofrece la propia empresa antes de la campaña y cada especialista debe mantener frescos los conocimientos”, resalta. Además, “durante la propia campaña de incendios recibimos formación continua y ampliamos todo lo posible los conocimientos acerca de lo que nos podemos encontrar en una situación real”, subraya. Para acceder a estas brigadas “es necesario superar unas pruebas médicas que certifican la aptitud para trabajar en incendios forestales y una prueba llamada 'Pack Test' que consiste en caminar casi cinco kilómetros en menos de 45 minutos portando una mochila con 20 kilos”. Posteriormente, el aspirante debe realizar “una prueba teórica, otra de manejo de herramienta y una entrevista”.

Pero los trabajadores de las BRIF de toda España, aunque cuentan con los medios necesarios para desempeñar su trabajo, han reclamado en días pasados públicamente, como ya informó este digital, mejoras en sus condiciones laborales. “Reivindicamos que se nos reconozca la categoría profesional de 'Bombero forestal' puesto que entendemos que esta es la labor que ya realizamos, y también solicitamos una segunda actividad, porque desde el momento en que el personal no supere alguna de las pruebas necesarias que certifiquen la aptitud para la extinción, irá al paro, con lo cual, por razones evidentes, llegados a una cierta edad, tendremos que dejar el trabajo que hemos venido realizado durante toda la vida sin ninguna opción a continuar en otra ocupación que tenga relación con los conocimientos que hemos adquirido”, recuerda De las Casas. Estos trabajadores también demandan “unas condiciones salariales equitativas a la función que consideramos que tiene un riesgo y unas condiciones extremas que para nada se ven reflejadas en nuestras retribuciones”, asegura.

La comunicación con Tragsa para analizar la situación laboral de los efectivos de las BRIF, por el momento, es “nula”. “Se han convocado reuniones con la empresa en numerosas ocasiones, y sus responsables no han acudido a las mismas o no han aceptado reunirse en sedes oficiales para mantener el diálogo necesario que creemos que debe tener nuestro colectivo con la empresa que nos contrata”, apunta De las Casas, quien adelanta que si no se atienden las reivindicaciones del colectivo “estudiaremos otro tipo de medidas de mayor presión que obliguen a la empresa a iniciar un diálogo y que tengan una mayor repercusión para Tragsa”, concluye.

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