“Animo a los enfermos de cáncer a que no se rindan, merece vivir hasta el último momento”

Un testimonio conmovedor, y al mismo tiempo, alentador. “Me he visto muy desesperado, muy desesperado, pero la vida merece vivirla hasta el último momento, y cuando se acabó se acabó, pero hay que luchar hasta el último minuto”, ha asegurado a LA PALMA AHORA Víctor Manuel Díaz de la Cruz, un policía nacional de 57 años que ha librado una dura batalla contra el cáncer y que este viernes ha logrado el sueño de colegiarse en el Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma en un emotivo acto en el que se mujer, la también letrada Mariví Ferreiro, ha actuado como madrina. “He tenido reveses en la vida, tengo cáncer, pero eso no significa que esta circunstancia sea algo invalidante, aunque a veces sí lo ha sido; todo depende mucho de tu actitud, de las cosas que hagas”, ha asegurado. “Trabajar y vivir es fundamental para combatir esta enfermedad, y animo a todos los enfermos de cáncer a que no se rindan; me gustaría que mis palabras sirvan de ayuda a otras personas”. “El día de hoy supone para mí acabar diez años de trabajo, con mucha ilusión, aunque me pregunto: ¿Y ahora qué?”, dice. De momento, este nuevo letrado seguirá desempeñando su labor en la Policía Nacional, cuerpo en el que lleva 34 años.

Víctor Díaz se colegió este viernes junto a la joven Ana María Guerra Vega, que tuvo como padrino en la ceremonia a Pedro Hernández Concepción. La decana del Colegio de Abogados, Milagros Fuentes, dio la enhorabuena a “mis dos nuevos compañeros, y en especial a Víctor” y reconoció que “la emoción me embarga”. “Te recuerdo comprando el As en la librería Cervantes, y ese nombre creo que te ha iluminado tanto a ti como a mí; hoy tiene más vivencia toda aquella historia que escribió Cervantes en su ‘Quijote’ porque esos molinos y esos vientos son los que te han ayudado a ti seguir adelante en la lucha que tenemos día a día en esta profesión y en la lucha que tú has tenido doblemente, el sacrificio te ha sido recompensado; la gloria y el esfuerzo son tuyos, te los mereces”, manifestó emocionada. “Nuestra profesión, aunque cada vez más dura, no deja de ser reconfortante, y ante los avatares de la vida, de la justicia, del trabajo y de esta crisis que padecemos, nosotros no podemos flaquear, la abogacía tienen que seguir firme en la defensa de los derechos humanos, que se están perdiendo”, subrayó Fuentes, quien resaltó que “la justicia debe seguir adelante trabajando en lograr la paz y la tutela judicial efectiva que nos consagra nuestra Constitución”.

En representación del comisario jefe de la Comisaría de Santa Cruz de La Palma, Jesús Godoy, que no pudo asistir al acto por motivos profesionales, intervino su esposa, Rosa Aguado, que leyó una carta. “Es un verdadero privilegio transmitirte un mensaje de afecto y un sincero reconocimiento de admiración; a base de un tesón ejemplar y una resuelta apuesta por la vida, y con el amor de tu querida mujer Mariví, has alcanzado las expectativas que te propusiste hace tiempo, y has logrado con todo merecimiento que la buena providencia te sonría de nuevo”. “Espero que tus ideales profesionales cristalicen y que la equidad y tolerancia que te definen en nuestra corporación se vean ahora reflejados en este ilustre Colegio de Abogados. Te manifiesto mi más sincera felicitación por el nuevo desempeño con el que hoy eres distinguido, y te muestro mis mejores deseos en el digno y exitoso ejercicio de tu carrera, para que contribuya en beneficio de la abogacía y en el engrandecimiento de nuestra profesión de policía”.

Víctor Díaz se ha enfrentado a las adversidades de la vida con esfuerzo y tesón, y con el apoyo de un pilar fundamental, su mujer Mariví Ferreiro. “Este día para mí significa mucho, mucho, me felicitan a mí, pero a quien tienen que felicitar es a Víctor; esta es una carrera sacrificada, costosa, de decir no, no, no, porque es mucho lo que tenemos que estudiar, pero en el caso de Víctor ha sido doblemente emocionante; con una vida digamos hecha, empezó a estudiar la carrera con más de cuarenta años, en la UNED, solo, con mucho sacrificio y sintiendo que todo se ponía cuesta arriba”, explicó Mariví a este digital. “Y a esto hay que añadir que en los últimos años tuvo un revés, porque enfermó, y ha estado de hospital en hospital, estudiando con sus libros de Derecho, y cuando los médicos le preguntaban qué estaba leyendo, él les decía que estudiaba Derecho, y se quedaban asombrados”, cuenta. “Hace dos años estuvo muy, muy malito, y le quedaban tres asignaturas para acabar, pero ya no tenía fuerzas y me decía que no quería seguir; cuando se empezó a poner un poquito mejor le dije que lo iba a matricular y si lo quería dejar, que lo dejara, pero que lo intentara; hoy me da las gracias y me dice: ¡Menos mal que me apoyaste!”. Mariví señala que “él se abstrae mucho estudiando, y ahora se ha matriculado en otra carrera, Relaciones Laborales, porque había hecho Graduado Social en una etapa anterior; el sueño de Víctor se ha hecho realidad, con mucho sacrificio, diciendo a muchas cosas que no, y haciendo un esfuerzo doble, y esta experiencia quizá le pueda servir a los enfermos de cáncer: hay que luchar hasta el final, porque el que tiene ilusión tiene vida”.