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“Al emprendedor palmero le debería vibrar más el corazón que el móvil”

Rayko Lorenzo es profesor de Comunicación y Marketing. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

Aprovechando que el saucero Rayko Lorenzo, profesor de Comunicación y Marketing y escritor, pasa unos días vacacionales en La Palma, este digital ha querido conocer de primera mano sus impresiones sobre la Isla en cuanto a su actividad económica, empresarial y emprendedora, y también sus próximos proyectos, retos empresariales y literarios. 

-¿Cómo has encontrado la isla después de mucho tiempo sin venir? 

-Mágica. Como siempre pregono, La Palma se ganó hace tiempo el apodo de Isla Bonita, y será muy complicado desprenderse del mismo. Llevo una semana y el cuentakilómetros marca más de 1.000 kilómetros recorridos; lástima que todo lo bueno se acaba, y pronto tendré que dejarla sola de nuevo con su apodo. 

-¿Cómo te imaginas el futuro de La Palma en cuanto a sus actividades económicas? 

-Depende de lo que consideremos como futuro. Las previsiones en materia de microeconomía se miden a tres o cinco años vista, en el aspecto macro, debemos ampliar el horizonte para acometer cambios que logren alcanzar las metas propuestas. Dicho esto, y creo que no descubro nada, me la imagino con mayor peso en lo turístico y menor en lo agrario. Solo Cataluña supera a nuestras islas como receptores de turismo extranjero. Canarias cerró el año pasado con cifras superiores a los 13,3 millones de visitantes extranjeros, lo que suponía un incremento con respecto al año anterior del 13,2%. Estos datos son realidades y no se pueden obviar. La Palma tiene que aprovechar el rebufo directo del sector turístico canario, y seguir apostando por un turismo de calidad, viral y de esos que vuelvan. 

-¿Y qué sería necesario para alcanzar ese objetivo? 

-Retos ambiciosos pero realistas. Que todo el mundo (administraciones, empresas, emprendedores, ciudadanos, etc.) no solo remen en la misma dirección, sino lo más importante, que sepan hacia dónde se dirigen. Por eso les decía antes lo de dimensionar el futuro; no es lo mismo acciones de choque que puedan obtener resultados inmediatos a modo de parche que una planificación orquestada a medio o largo plazo que permita cambiar modelos de negocio y hacer una economía menos dependiente de una cosecha. Pero cuidado, aunque se reme en la misma dirección, y se sepa a dónde nos dirigimos, tendremos que querer hacerlo; es decir, no vale con hacer y saber, lo más importante es querer. Y realmente en las ganas está el éxito. Porque la ilusión es algo que se contagia más rápido y con mayor fiabilidad que cualquier gripe, A, B o C.  Además de lo comentado, en ese plan orquestado que desconozco si está operativo, habría que poner pequeñas etapas, deadlines, realizar un seguimiento mensual, realizar pequeñas modificaciones en función de la información que arroje ese seguimiento. En el mundo empresarial tenemos reuniones semanales para ver la evolución de las acciones, para denotar posibles mejoras, para conocer a fondo las problemáticas que pueden estar sucediendo (en tiempo real). ¿Por qué no realizamos lo mismo con la gestión micro y macro económica de la isla? Sé que se está haciendo un gran trabajo desde algunas de las administraciones. Por ejemplo, el área de Turismo del Cabildo Insular está lanzando constantemente iniciativas que ayudan a potenciar el nombre de La Palma tanto en el mercado nacional como en el internacional; trabajan envidiablemente sus canales sociales, y digo envidiablemente porque he realizado comparativas con otras islas, y posiblemente sean las de La Palma las de mayor calidad y actividad divulgativa y promocional. Pero se necesitan muchas más cosas. Más unidad, más facilidades por parte de las administraciones, más concienciación de la ciudadanía, del entorno en general. Tenemos que ser capaces de construir una isla no solo bonita para el turista, sino también para sus habitantes. Aprovechando tú pregunta, me gustaría mencionar un ejemplo en el que se ve cómo el entorno no ayuda, no suma. En estos días que llevo disfrutando de La Palma, he detectado que muchos locales con pequeños negocios han colgado el cartel de se alquila, se traspasa o se vende. Después de hablar con varios emprendedores y empresarios afectados, me han comentado que el principal problema está en las subidas de alquileres de esos espacios. ¿Es preferible tener el local cerrado que con actividad y generando beneficio para arrendador, arrendatario y sociedad? O somos conscientes de que si queremos cambiar tendremos que hacerlo de manera conjunta, o costará años (y horrores) lograr mover una piedra del nuevo castillo económico. 

-¿Qué le dirías a esos emprendedores que quieren comenzar una aventura emprendedora en La Palma? 

-Que sean capaces de hacer vibrar a sus corazones, más que a sus propios móviles. Que estudien bien todos los parámetros antes de lanzarse al mundo emprendedor: mercado, ubicación, competencia, entorno, logística… La información previa a la apertura de un negocio les ayudará a equivocarse menos, y los errores de los emprendedores duelen normalmente al bolsillo de su entorno más cercano. Les diría que no hagan lo mismo que todo el mundo, a la misma hora, con los mismos precios, colores, olores y sensaciones… Hay que luchar por la diferenciación en las ideas empresariales, hay que detectar tendencias, hay que adelantarse al resto… El emprendedor tiene que apostar más por la calidad que por la cantidad, porque precisamente la calidad no está en el precio, está en el servicio. Les diría que salgan de sus guaridas, que vayan a por el cliente sin esperar a que este venga a sus establecimientos. Que se relacionen, que ideen, que innoven, que busquen siempre la manera más creativa y original para llegar al consumidor final. Les diría que sueñen, pero despiertos. Que sean realistas, que no intenten empezar a lo grande porque desde más alto la castaña duele más. Les diría que el cliente no siempre tiene la razón, pero que el mercado sí. Les diría que sean visibles, que hagan ruido.  Les diría que sonrían al cliente, un emprendedor no puede tener un mal día, en su casa sí, pero no en su negocio… 

-Se acaban las vacaciones en La Palma ¿próxima parada y proyectos formativos más cercanos? 

-Las vacaciones son como la estabilidad, cuesta mucho conseguirla y poco perderla. La próxima parada será Granada. El alumnado me espera en la Facultad de Políticas para arrancar cuatrimestre de la asignatura de Comunicación II del Diplomado de la EIP. En octubre participaré en una mesa redonda enmarcada en el eShow Madrid hablando sobre la situación del comercio electrónico y sus mejoras. A finales de noviembre impartiré sesión sobre Marketing para eventos en el Teatro Calderón de Valladolid, en la cita más importante del globo sobre Protocolo, Comunicación y Eventos, una sesión para más de 1.100 asistentes de diferentes países del mundo. Y luego vendrán dos sesiones sobre Marketing Experiencial y sobre Publicidad en México y en una universidad de Chile, respectivamente. 

-Después del éxito de tu libro ‘No seas el mejor… lucha por ser diferente’, ¿hay fecha para un segundo trabajo literario? 

-(Risas) Me lo suelen preguntar mucho, pero siempre contesto lo mismo, “aún no he terminado de disfrutar el primero”. Con No seas el mejor… lucha por ser diferente he vivido en una burbuja casi dos años. Se ha vendido en más de nueve países, está apenas a unos ejemplares de agotar la primera edición… Me siguen llegando fotos de lectores con el mismo desde diferentes partes del mundo dándome las gracias por los consejos y reflexiones. Es muy bonito, y prefiero seguir disfrutando que a los lectores les esté ayudando. Además, como bien señalo en el libro, no soy ni pretendo ser escritor, la escritora buena de la familia es mi hermana (risas).

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