Henry Pérez: un apicultor con premios

Henry Pérez en uno de sus colmenares con la miel que envasa y los premios logrados. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Breña Baja —

Recuerda que cuando era niño vio a un tío suyo de Fuencaliente “ponerse un sombrero de paja, con un velo, y encender una especie de antorcha que echaba humo. Pasó un rato, sacó unos panales, sacudió las abejas y me dio a probar aquello. Yo me quedé alucinado. Qué cosa más rica”. Ese fue el primer contacto que tuvo Henry Pérez con el curioso mundo de las abejas. Este apicultor ha obtenido el Primer Premio de Miel de Monte en el XII Concurso de Mieles de La Palma que organiza el Ayuntamiento de Breña Baja. En la pasada edición, logró en este mismo certamen el primer galardón en la modalidad de Miel de Costa. “Estos premios suponen un orgullo y un estímulo para seguir trabajando por esta bonita afición”, ha asegurado a La Palma Ahora.

Henry, empleado del Ayuntamiento de Breña Baja, tiene 45 colmenas, que cuida con mucho esmero, repartidas en tres colmenares ubicados en la zona de Las Breñas y Villa de Mazo. “Han sido años muy duros porque no ha llovido lo suficiente y el tiempo no ha sido bueno, con muchas olas de calor que lo seca todo, por eso no ha habido buenas cosechas de miel”, explica. “Y lo peor son las enfermedades que han llegado en los últimos años diezmando las colmenas y reduciendo su productividad”, añade.

Hace catorce años que se inició en la apicultura. “Le dije a un amigo que si podía ir con él para que me enseñara algo, y me dio una colmena con un enjambre; después compré otras dos a un señor de Los Llanos, y una tarde logré coger yo un enjambre, así que al llegar la primavera tenía cuatro colmenas fuertes, que me dieron unos 80 kilos de miel; fue mi primera cosecha, extraordinaria, estaba muy orgulloso porque ya era apicultor”, cuenta con satisfacción.

La producción media anual de las colmenas de Henry está entre 450 y 500 kilos de miel, que procesa el Centro Especial de Empleo La Destiladera de Breña Alta. “Yo entrego los panales y ellos me dan la miel ya envasada y etiquetada, preparada para vender”, señala. La miel de este apicultor, con la marca Henry y Viti Pérez, se comercializa en el autoservicio Santa Ana de San José; en el bar Guachinche El Pobre de San Pedro; en el supermercado Lecker Lecker de Los Cancajos, y en el gimnasio Body Fit del centro comercial Trocadero de Los Llanos.

Henry expresa su agradecimiento “a aquellos amigos que durante todos estos años me han enseñado algo; a La Destiladera, por darme la oportunidad de envasar mi miel, y a toda mi familia por haberme apoyado siempre con mucho cariño, especialmente a mi mujer, Viti, que en todo momento ha estado conmigo”.

La miel de Henry es “de muy buena calidad, buenísima, cien por cien natural y multifloral”. “La de monte tiene bastante tedera, codeso amarillo y malpica”, detalla. Sus colmenares se sitúan en entorno limpios, sin polución, y de ellos extrae mieles de gran pureza.

Reconoce que cuidar las colmenas es “una tarea muy laboriosa, tiene mucho trabajo, le dedico dos días a la semana por las tardes y un sábado o un domingo casi completo, pero es mi hobby y los premios que he logrado me motivan”.

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