La Comunidad de Madrid deja de pagar a las escuelas infantiles: “Igual no podemos cobrar el mes que viene”
La Comunidad de Madrid lleva sin pagar a las escuelas infantiles de gestión indirecta desde noviembre. Y no es la primera vez. El Gobierno de Cristina Cifuentes (PP) adeuda a estos centros educativos públicos gestionados por empresas o cooperativas cuatro millones de euros, según datos de la Consejería de Educación. Las afectadas son 79 escuelas y 7 casas de niños.
Patas Arriba, en Rivas, es uno de los centros que lleva meses cuadrando cuentas para que el dinero alcance para cubrir todos los gastos. Solo ingresan la cuota que pagan las familias, unos 20.000 euros al mes. La Comunidad les debe más de 72.000, aseguran.
“Estamos llamando a los proveedores para retrasar los pagos, ya nos conocen y vamos tirando así. También hemos dejado de comprar material escolar, aguantamos con lo que tenemos. Si no podemos comprar pinturas de dedos, nos inventamos otra cosa”, explica Diana, directora de Patas Arriba, a este medio.
La cuestión ha llegado a la Asamblea de Madrid. El PSOE preguntó en la Comisión de Educación sobre el asunto al director de área Juan José Nieto, que se escudó en que la Consejería de Economía y Hacienda va liquidando los pagos dependiendo de la disponibilidad económica.
Fuentes de la misma Consejería consultadas por eldiario.es atribuyen los retrasos a un “problema puntual” y aseguran que “hay un plan de Tesorería que va a permitir ir abonando estas facturas”. “Ya se han comenzado a pagar las facturas más antiguas”, dicen.
Estas demoras se ceban especialmente con las cooperativas de educadoras que están al frente de las escuelas, con menos margen de maniobra que las grandes empresas concesionarias. “A veces tenemos que tirar de la línea de crédito y esto nos machaca”, reconoce Diana, que recuerda que no es la primera vez que se encuentran en una situación similar. “Hace dos veranos nos fuimos de vacaciones sin cobrar el mes de julio”.
Su escuela vive, además, con la angustia añadida de ir renovando la concesión a base de prórrogas de un año, “sin más seguridad ni posibilidad de hacer un proyecto educativo a más largo plazo”. La situación está directamente relacionada con la implantación en 2008 de un sistema de subastas para regular los pliegos de concesión que privilegian los criterios económicos sobre los pedagógicos. Desde entonces, las cooperativas sin ánimo de lucro se están quedando arrinconadas y la presencia de grandes conglomerados empresariales –como Clece o Eulen– como gestoras es cada vez más numerosa.
Este no es el único cambio que ha experimentado la fisionomía de la red de escuelas infantiles públicas de la Comunidad de Madrid. En 2012-2013, el Gobierno de Ignacio González subió más de un 100% las tasas mensuales que pagan las familias, lo que, según las asociaciones en defensa del 0-3, desplazó la demanda hacia guarderías infantiles privadas beneficiadas por un cheque guardería procedente de las arcas públicas. El nuevo equipo de Cristina Cifuentes ya ha anunciado que pondrá fin al tasazo el próximo curso, con reducciones de un 20% en las cuotas mensuales.
