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La Gran Vía de Madrid dejará de ser como la conocemos a partir del 1 de diciembre

Proyecto del Ayuntamiento de Madrid para las restricciones al tráfico en la Gran Vía.

Fátima Caballero

La Gran Vía de Madrid cambiará para siempre el 1 de diciembre. Desde ese día, al igual que ocurrió el mismo mes del año pasado, los peatones ganarán espacio en una de las arterias más concurridas de la ciudad, unos niveles de tránsito de personas que aumentan considerablemente en la época de Navidad. La restricción de espacio se mantendrá tras las vacaciones “para irse adaptando a lo que será la Gran Vía”, ha asegurado la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.

Los peatones contarán a partir del mes que viene con 5.400 metros cuadrados más de espacio, un carril más por cada sentido de los tres que hay actualmente para los vehículos. Hay varias diferencias respecto al año pasado, pero la principal radica en el hecho de que ese espacio ganado se mantendrá después de fiestas, es decir, después del 7 de enero, hasta que comiencen las obras de ampliación de aceras de Gran Vía previstas para el primer trimestre del año. Los carriles restantes estarán limitados a 30 km/h, y serán un carril bus-taxi-moto y un ciclocarril compartido entre vehículos a motor y bicis por sentido.

“El Ayuntamiento quiere garantizar la seguridad vial de los peatones, y la circulación prioritaria de los vehículos de emergencia, de los servicios públicos y residentes, así como hacer más agradable la visita al centro de la ciudad para residentes y visitantes”, explican fuentes municipales.

Otro cambio que permanecerá tras la Navidad, y que es diferente respecto al año pasado, es el tamaño de los pasos de peatones, también conocidos como pasos de cebra. “Para ampliar la capacidad y permeabilidad de los movimientos a pie en las intersecciones”, se ampliará la anchura de cuatro pasos de peatones que comunican las aceras de Gran Vía situados entre Callao y la Red de San Luis (Gran Vía, 28, 32, 42 y 46) entre un 30% y un 40%.

Además se ampliarán hasta los nuevos límites de acera, los pasos de cebra de las calles que se incorporan a la Gran Vía y se instalarán accesos en las paradas de autobuses “para facilitar su uso a las personas con movilidad reducida”, explican estas mismas fuentes.

La otra gran diferencia para este nuevo dispositivo está en las vallas que se utilizarán para separar peatones y vehículos, con el objetivo de garantizar la seguridad y que sean permanentes. Para delimitar los carriles de circulación se instalarán “robustas” vallas portátiles de hormigón de 800 kilos cada una, ha explicado el delegado de Urbanismo, José Manuel Calvo, durante la presentación del dispositivo este lunes.

Restricciones al tráfico

Este dispositivo de movilidad también incluye restricciones de tráfico, es decir, limitaciones de acceso, excepto para residentes y vehículos autorizados (taxis, Uber, Cabify, carga y descarga), en la Gran Vía, la puerta del Sol y las calles Mayor y Atocha, que a diferencia de los carriles que ganan los peatones que serán permanentes, solo se activarán durante las fechas de mayor afluencia a esta zona.

“El calendario coincide con los fines de semana, el puente de diciembre y el periodo de vacaciones escolares de Navidad y tendrá unas excepciones similares a las del año pasado”, explican fuentes municipales. “El Ayuntamiento recomienda la utilización del transporte público para ir al centro de la ciudad”.

Esta recomendación irá acompañada de un refuerzo de 32 líneas con 40 autobuses más, “un 25% más que el año pasado”, aseguran desde el Consistorio. “En la red nocturna habrá preparados refuerzos a aplicar si son necesarios”, añaden.

Desde el 1 de diciembre de 2017 al 7 de enero de 2018, al igual que ocurrió en 2016, se prohibirá la circulación de vehículos de más de 3.500 kg de MMA, entre las 11:00 y las 23:00 de cada día, con las excepciones habituales.

APR Centro en junio

El centro de Madrid se cerrará al tráfico de paso a partir de junio de 2018. Es cuando el Ayuntamiento de Manuela Carmena tiene previsto poner en marcha la gran Área de Prioridad Residencial (APR) en todo el distrito Centro, también llamada Área central cero emisiones. El objetivo: reducir drásticamente las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO en una de las zonas de la capital que soporta grandes niveles de contaminación del aire y convertir el centro de la ciudad “en un lugar más vivo y acogedor”.

Por tanto, las restricciones de tráfico volverán a Gran Vía en junio, además de las que pueda haber propias de las obras de ampliación de aceras. Cuando entre en vigor la medida a mediados de año, solo podrán circular: residentes, transporte público y taxis y vehículos comerciales; los coches con licencia de chófer VTC, los eléctricos, las iniciativas de vehículo compartido como Car2go o Emov, los usuarios con aparcamiento y las motos en horario diurno.

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