Podemos propone a corruptos para la Mesa de la Asamblea en protesta por la recolocación de Taboada como senador
Los diputados y diputadas de Podemos en la Asamblea de Madrid han propuesto este jueves nombres de políticos corruptos o acechados por la corrupción para la Mesa tras la recolocación del exconsejero investigado por la Púnica Jaime González Taboada como senador por designación autonómica a propuesta del PP, cuyo nombramiento ha dado el visto bueno la cámara en otra votación con la postura en contra de Podemos y la abstención de PSOE y Ciudadanos.
En el proceso para elegir a un nuevo miembro de la Mesa han entrado nombres como el de Rodrigo Rato, Francisco Granados, Ignacio González, Lucía Figar, Daniel Ortiz o María Josefa Aguado, que se han declarado nulos. “Queremos señalar cómo el PP deteriora Madrid, lo ha llevado al colapso del gobierno y a la inestabilidad parlamentaria y ha llenado las instituciones madrileñas de gente que las ha manchado”, dicen desde el grupo parlamentario.
La Asamblea de Madrid tenía que elegir una persona nueva para la Mesa tras la salida de la secretaria primera Rosalía Gonzalo al ser nombrada consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructura en la remodelación del Gobierno que ha hecho Cristina Cifuentes y sobre la que preguntan este jueves Podemos y PSOE. Finalmente se ha elegido a Ana María Mariño para ese puesto.
En el pleno de este jueves, la cámara ha ratificado el nombramiento del exconsejero investigado Jaime González Taboada como senador por designación autonómica a propuesta del PP. Ocupará la plaza que deja Ana Isabel Mariño, que se va a la Mesa de la Asamblea, como se ha confirmado hoy.
El PP ya ha usado en otras ocasiones la designación autonómica para el Senado para recolocar a antiguos altos cargos. En 2015, los elegidos fueron Jesús Fermosel (exconsejero Asuntos Sociales) y Ana Isabel Mariño (exconsejero de Empleo) y al exalcalde de Getafe Juan Soler, investigado en el caso Teatro y que usa su aforamiento para intentar tumbar el caso.
Así, González Taboada se sentará en su escaño del Senado mientras espera el avance de las investigaciones del caso Púnica, que le acecha desde hace meses por su papel como miembro de la empresa Arpegio.
