Herrera será candidato del PP a la Junta de Castilla y León para evitar guerras internas

En las últimas semanas era un secreto a voces. Incluso algún medio de comunicación de Valladolid fue telegrafiando el proceso: en qué momento se concretaría, cuándo se haría público y dónde daría el visto bueno Mariano Rajoy.

Y así fue, ayer, Juan Vicente Herrera, en una reunión con los barones provinciales, con las direcciones provinciales del PP y con la dirección autonómica, confirmó que será, de nuevo, candidato a la Junta de Castilla y León. Tras 14 años al frente del Gobierno regional, volverá a enfrentarse a unas elecciones. Y, por primera vez desde que accedió al Palacio de La Asunción –sede del Ejecutivo-, Herrera se enfrenta a una situación electoral de dudas, de incógnitas.

Con la decisión dada a conocer ayer, el actual presidente de la Junta de Castilla y León rompe las ansias de poder de alguno de los barones provinciales, que en los últimos meses, incluso años, estaba buscándose un hueco, tanto en Valladolid como en Madrid, para acceder al cargo de Juan Vicente Herrera.

Pero en los últimos tiempos esos movimientos ya sonaban a guerra interna, aunque no se escenificaba. La tensión se hacía palpable. Y comenzaron a surgir movimientos: por un lado, Rosa Valdeón, alcaldesa de Zamora, parecía tener el apoyo de muchos dirigentes provinciales; mientras que Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de Salamanca, creía tener el apoyo en Madrid.

Incluso la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, hace dos años, en mayo de 2013, durante la reunión de la Interparlamentaria de este partido celebrada en Salamanca llamó “presidente” a Fernández Mañueco.

Aquel ‘error’ se interpretó en algunos ambientes políticos de Castilla y León como una “metedura de pata” de Cospedal, porque daba a conocer sus intenciones. Y aquel ‘error’ pudo dar al traste con el posible sueño de Mañueco de ser el sustituto de Juan Vicente Herrera.

Estos dos políticos siempre han ido de la mano. Siempre parecía en Valladolid que Herrera quería a Mañueco como sustituto. Pero el paso del actual alcalde de Salamanca por el Gobierno regional –como consejero de Presidencia y de Justicia- no debió dejar buen sabor de boca porque en la capital vallisoletana se granjeó sus principales enemigos políticos.

Y a partir de 2011, cuando consigue ser alcalde de Salamanca –con menos votos que su predecesor, Julián Lanzarote-, Alfonso Fernández Mañueco se buscó los apoyos en Madrid. Encontró el respaldo de María Dolores de Cospedal.

Pero en Valladolid los movimientos iban por otro lado, hacia la gestión de Rosa Valdeón, una mujer considerada como abierta, como receptiva, como negociadora, como buena dialogante. Hace unos meses anunció, por sorpresa, que no repetiría como alcaldesa de Zamora. En ese momento, volvieron a dispararse las quinielas: en las filas del PP se cree que podría ser la sustituta de Juan Vicente Herrera.

Fuentes del PP reconocen a La Meseta que en la decisión de Herrera de repetir como candidato del PP a la Junta de Castilla y León ha tenido mucho que ver la comida que mantuvieron esta semana en San Rafael (Segovia).

Y las mismas fuentes apuntan a un hecho: encuestas internas del PP apuntan a que con Herrera este partido mantendría la mayoría absoluta. Aunque sin él… las cosas podrían cambiar.

La realidad es que la carrera del actual presidente de la Junta siempre ha estado unida a la victoria, salvo su acceso al Gobierno regional, ya que fue designado por Juan José Lucas cuando este accedió a Madrid, en 2001, para acompañar a José María Aznar como ministro de la Presidencia.

Ahora, la Presidencia de la Junta de Castilla y León podría disputarse entre dos burgalesas, Juan Vicente Herrera (PP) y Luis Tudanca (PSOE). A la espera de conocer que pasara con Podemos en una tierra tan poco dada a los cambios.