La oposición al uranio se moviliza. Y se concreta en apoyos, en firmas contra un proyecto que, pese a las advertencias de que no generará problemas de salud ni ambientales, sigue generando más que dudas. La intención de abrir minas de uranio en la provincia de Salamanca no deja indiferentes ni a detractores ni a sus apoyos. La pasada semana, la Plataforma Stop Uranio y Equo entregaron en el Ministerio de Industria más 100.000 firmas contra el proyecto para abrir minas de uranio en los municipios de Retortillo y Villavieja de Yeltes, en la provincia de Salamanca.
Esta campaña de firmas la puso en marcha la Plataforma ciudadana Stop Uranio en Change.org, después de conocer que la empresa australiana Berkeley, a través de una filial que se instaló en España, quería abrir una mina de uranio a cielo abierto que ocuparía 4.500 hectáreas. Con esta campaña en Internet se lograron 112.000 firmas y otras 3.000 a través de las mesas de información que se colocaron en las localidades afectadas.
Jose Luis Moreno, portavoz de la plataforma Stop Uranio, dijo que era “insostenible y sin sentido común” este proyecto, que “afectará a la salud de las personas”, dado que es una de las actividades industriales más tóxicas que existen, “cuando hayan extraído el uranio las consecuencias para la población continuarán durante décadas”.
Juantxo López de Uralde, co-portavoz de EQUO, dijo que se sumarán esfuerzos para “parar este proyecto, porque tiene un impacto inaceptable sobre la actividad económica de la zona, sobre todo agricultura y ganadería, y solo va a traer miseria y contaminación”.
El partido verde ha apoyado desde el inicio las reivindicaciones de esta plataforma y trabaja en Castilla y León para que la Junta no autorice el proyecto. Así, Equo pide al Ministerio que antes de emprender este tipo de proyectos, con un alto impacto social y medioambiental, comiencen a transformar el modelo energético de España apostando por energías limpias.
Actualmente, este proyecto está en trámite y a la espera de la autorización previa del Ministerio de Industria, previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear.
Por su parte, desde la Plataforma ciudadana Stop Uranio se asegura que la empresa Berkeley Minera España prometió 200 empleos y se anunció como la gran solución a los problemas de la comarca, pero en “ningún momento ha explicado, derivado de la actividad extractiva, cuántos miles de puestos de trabajo pueden ponerse en peligro en otros sectores productivos, ni la drástica caída en la valoración económica que sufrirán las propiedades tanto de los vecinos de los pueblos afectados como de otras localidades de la zona”.
Se da la circunstancia de que en Retortillo, uno de los municipios que podrían quedar perjudicados, está uno de los balnearios con más historia en Salamanca y que, según los detractores de las minas, podría verse abocado al cierre.
Por su parte, los opositores al proyecto minero afirman que la concesión minera está atravesada por el río Yeltes, paraje sobre el que se han definido dos espacios de especial protección a nivel europeo (Red Natura 2000): la Zona de Especial Protección para las Aves de las Riberas de los ríos Huebra y Yeltes (ZEPA ES0000247) y el Lugar de Interés Comunitario de las Riberas de los Ríos Huebra, Yeltes, Uces y afluentes.
Sin embargo, Berkeley revela que las actividades de investigación y sondeos que está realizando se realizan “cumpliendo escrupulosamente toda la normativa vigente”. Los trabajos tienen “todas las autorizaciones preceptivas en regla y se desarrollan conforme al Plan de Labores anual, incluyendo su restauración, que se lleva a cabo siguiendo el procedimiento previsto en el plan de restauración aprobado a tal efecto”.
