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Sobre este blog

Carlos Elordi es periodista. Trabajó en los semanarios Triunfo, La Calle y fue director del mensual Mayo. Fue corresponsal en España de La Repubblica, colaborador de El País y de la Cadena SER. Actualmente escribe en El Periódico de Catalunya.

España está horrible, pero Europa no está mejor

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el primer ministro británico, David Cameron. / Efe

Carlos Elordi

Aunque el gobierno y sus corifeos hagan todo lo posible para que la gente no se entere, las perspectivas de la economía española siguen siendo espantosas: el PIB va a caer durante todo 2013 -entre el 1,4 y el 1,6 %, según los distintos organismos, la OCDE, el FMI o la Comisión Europea, el triple de lo que sigue diciendo Cristóbal Montoro- y la previsión de que en 2014 empiece a crecer un poquito, el 1%, esta tan tirada por los pelos, y más cuando todos los pronósticos pasados han fallado lamentablemente, que lo más sensato es ponerla en duda. “Todavía no hemos tocado fondo”, “Lo peor está por venir” son las valoraciones que en distintos foros están haciendo los economistas más solventes. 2012 se presenta como un año terrible.

Pero no solo para España. Los principales países europeos -excepción hecha, con matices, de los escandinavos, que no de Alemania, cuyo PIB sólo crecerá un 0,2 %, según la OCDE- viven situaciones muy difíciles y encaran un empeoramiento de las mismas. Lo nuestro es claramente peor, sobre todo por la tasa de paro –que como mínimo dobla, salvo en el caso de Grecia, la de cualquier otro de nuestros socios europeos- y también porque nuestra debilidad financiera –por culpa de la deuda pública, que supera el 90 % del PIB, pero, sobre todo, de la privada, que está en el 330 %, se dice pronto- convierte a nuestro país en el punto por donde el euro puede quebrar y, en consecuencia, en el escenario prioritario de todas las presiones, particularmente de las alemanas.madrid

“Tras cinco años de crisis, la economía global se está debilitando de nuevo. La economía europea sufrirá una caída del 0,1 % en 2012”, dice el informe semestral que la OCDE ha presentado esta semana y en el que, tímidamente, se pide que Europa evite las políticas de ajuste y se recomienda que limite los recortes presupuestarios: “El aumento del paro puede disparar el cansancio hacia las reformas y el descontento social”, advierte la OCDE.

Pero las opiniones que se expresan en los diarios de los países afectados expresan mucho mejor que esa valoraciones macroeconómicas el clima, la angustia, que se está viviendo en ellos. Nunca en la historia reciente había confluido tanto pesimismo. Recogemos algunas de las muestras más llamativas de ello. No pocos de los comentarios, salvadas los matices, podrían servir para lo que pasa por nuestros pagos.

Italia

El último aldabonazo que ha conmovido al país –tras el anuncio del cierre en dos años de la mayor siderurgia italiana, la ILVA de Tarento- son las declaraciones del primer ministro Mario Monti en el sentido de que la sanidad pública italiana no tiene futuro. Esto opinaba ayer al respecto Chiara Saraceno en la primera página de La Repubblica: “Alguno podría pensar que, después de haber golpeado a la sanidad (al igual que a la enseñanza) de manera indiscriminada y a golpes de hacha, haciendo cada vez más difícil su funcionamiento, el primer ministro crea que ya están tan descalificadas a los ojos de los ciudadanos que podría permitirse prever su liquidación. Las palabras de Monti parecen querer forzar aún más la alarma social en un momento en el que las tensiones son ya fuertes. Y también revelan una gran ceguera, o insensibilidad, respecto de la situación económica de las familias italianas. Porque en su mayor parte éstas no pueden permitirse el gasto adicional de un seguro sanitario privado”. Está claro que a menos de cinco meses de las elecciones en las que se sigue sin saber si va a presentarse, Monti –el “técnico”, el “mirlo blanco” que lo iba a arreglar todo- ya ha perdido su credibilidad.

Francia

“Las cifras del desempleo explotan” era el título de apertura de la edición de Le Monde que ayer salió en Francia y que hoy se vende en los quioscos españoles. Debajo del mismo venían estos párrafos: “De mayo a octubre de 2012 (es decir, desde que François Hollande es presidente) más de 240.000 personas se han inscrito en las oficinas de desempleo. Es casi un cuarto de la subida del paro que se registró durante los cinco años de mandato de Nicolás Sarkozy. Francia nunca había tenido tantos parados. Estas cifras suponen un auténtico ”shock“ para el país y para el señor Hollande, cuyo estado de gracia se ha acabado completamente. El ejecutivo sabe que el paro será el asunto prioritario cuando el culebrón de la UMP (el partido de la derecha, que se está descuartizando a golpe de luchas internas) deje de saturar las pantallas de televisión.

Gran Bretaña

Al hilo del informe de otoño que presentó ayer el ministro de economía George Osborne –en el que se subrayaba que la economía británica ha crecido un 1 % en el tercer trimestre (gracias al impulso circunstancial de los Juegos Olímpicos) pero que se mantiene, o se intensifica, la política de austeridad, esto ha escrito en The Guardian el columnista Michel Meacher: “Vamos a peor. El Instituto de Estudios fiscales ha predicho hoy que la austeridad se extenderá hasta 2018. Una década perdida, como la que tuvo Japón. Y uno ha de preguntarse: ¿Cuánto hemos de empeorar para que los fanáticos se vean obligados a cambiar de rumbo? ¿Por qué toda la nación contempla ese previsto choque de trenes asustada y en silencio? ¿Por qué nadie, incluido el varado Partido Laborista, grita desde los tejados lo que debería hacerse, marchando y manifestándose para agitar las conciencias, y organizándose para propiciar el cambio?”

Sobre este blog

Carlos Elordi es periodista. Trabajó en los semanarios Triunfo, La Calle y fue director del mensual Mayo. Fue corresponsal en España de La Repubblica, colaborador de El País y de la Cadena SER. Actualmente escribe en El Periódico de Catalunya.

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