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Nissan IMq, el futuro Qashqai eléctrico de autonomía extendida

Nissan IMq, presentado en el Salón de Ginebra 2019.

Motor

Nissan ha tomado por costumbre exhibir en los salones del automóvil sus propuestas de futuro por medio de concept cars que lucen las iniciales ‘IM’ (por Intelligent Mobility) seguidas de la declinación correspondiente. Pero en Ginebra, abierto al público desde el 7 al 17 de marzo, la marca japonesa ha ido un paso más allá desvelando el IMq, que no es una idea más, sino una muestra en toda regla de la tecnología y el diseño de su próxima generación de crossovers, entre ellos su popular Qashqai.

En la presentación del IMq se ha puesto el acento en que el alma que lo mueve es una evolución del sistema e-Power que tan buenos resultados está dando a los modelos Note y Serena en Japón, y que en este caso ofrece una potencia de 340 caballos. Nissan parece no haber dejado nada al azar porque, al mismo tiempo que retiraba la lona de su prototipo en el Palexpo ginebrino, anunciaba su intención de comercializar esta tecnología de motorización eléctrica en Europa. Si la ‘q’ del concept es, como parece, un guiño al Qashqai, no resulta descabellado concluir que, en su próxima generación, el rey de los SUV podría parecerse mucho al IMq, en lo estético, y, en lo tecnológico, heredar de él el sistema e-Power.

A diferencia de un esquema híbrido convencional, la tecnología e-Power cuenta con un pequeño motor de gasolina (un 1.5 turboalimentado en este caso) que únicamente se usa para recargar la batería del coche, no para impulsarlo, lo que reduce notablemente el consumo y las emisiones en comparación con un modelo de combustión al uso. Puesto que el motor de gasolina no mueve las ruedas en este tipo de vehículos, lo más preciso es referirse a ellos como eléctricos de autonomía extendida.

El Nissan IMq incorpora este propulsor térmico además de un generador eléctrico, un conversor, una batería y dos motores eléctricos, uno por eje, que lo dotan de tracción a las cuatro ruedas, variante esta última que no había sido explorada aún en otros modelos. Hasta ahora, el sistema e-Power, sin esta posibilidad de tracción total, se montaba en Japón en el Serena y en el Note, que se ha colocado como el coche más vendido del país, destronando al Toyota Prius. Más del 70% de los Note y casi la mitad de los Serena que se venden allí son versiones equipadas con esta tecnología.

El prototipo de Nissan incorpora además las mejoras más recientes en el campo de la conducción autónoma. Su sistema ProPilot se vale ahora de una serie de sensores, cámaras y radares diseminados por todo el vehículo para interpretar las señales de la carretera, de tráfico e informativas con el fin de facilitar y hacer más segura la tarea del conductor.

Más llamativa es la interfaz Invisible-to-Visible (I2V), presentada por Nissan en el reciente CES de las Vegas, que permite a los pasajeros ver lo que de otra manera no podrían percibir. ¿Cómo es esto posible? Gracias a la tecnología Omni-Semsing, con la que el IMq toma la información del interior y del exterior del coche y la combina con la que él conoce por medio de otros dispositivos para componer una asombrosa experiencia de realidad combinada.

En otras palabras, el conductor puede ver no solo lo que cualquiera que se sienta al volante, sino también lo que hay detrás de las esquinas y los atascos que se avecinan (y sus causas), así como calcular rutas alternativas que le hagan más agradable y rápido el trayecto. Incluso, si tiene ganas, puede disfrutar de la compañía de un pasajero virtual que se hace carne a través de un avatar 3D de realidad aumentada que se proyecta dentro del coche.

En lo que respecta al diseño, el IMq adelanta un lenguaje atrevido que, en la parte delantera, conecta sin solución de continuidad la parrilla con el capó y con el paragolpes generando unas marcadas esquinas en los contornos exteriores. El capó luce unas nítidas líneas cromadas en el punto donde el paragolpes se eleva desde los pasos de rueda y se une a la sección central.

En la zaga, una línea vertical desciende desde los pilotos traseros, con forma de bumerán, y separa el aire que fluye por el lateral, lo que desempeña una función aerodinámica. Por su parte, el portón de una sola pieza se integra en el paragolpes trasero reproduciendo el mismo motivo del diseño del capó.

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