Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Mazda3: pasional, pero con etiqueta ECO

El nuevo Mazda3 evoluciona el diseño KODO del fabricante japonés.

Pedro Urteaga

Poco dada a seguir caminos trillados, Mazda ha elegido para la cuarta generación de su modelo compacto una estética rompedora y pasional con la que pretende enamorar a muchos aunque sea a costa de no gustar a otros tantos. Donde sí ha tenido que plegarse a las circunstancias es en el terreno mecánico, y así el nuevo Mazda3 estrena un sistema híbrido ligero en sus versiones de gasolina que le hace acreedor en España de la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.

Ya disponible en los concesionarios, el compacto japonés se ofrecerá en sus dos carrocerías habituales, hatchback y sedán (que llega en el segundo trimestre del año), y dos motores: un gasolina 2.0 Skyactiv-G de 122 caballos y el diésel 1.8 Skyactiv-D, que rinde 116 caballos. Para el tercer trimestre se espera el revolucionario Skyactiv-X, primer propulsor de gasolina con encendido por compresión controlado por chispa, que promete las mejores virtudes tanto de los motores de gasolina como de los de gasóleo.

Tanto el Skycativ-G como el Skyactiv-X equipan un sistema mild hybrid de 24 voltios que supone la primera incursión de Mazda en el camino de la electrificación, y que garantiza el ansiado distintivo ECO. Con esta tecnología se consigue reducir el consumo de combustible y recuperar, durante las deceleraciones, la energía necesaria para alimentar el motor eléctrico auxiliar que asiste al propulsor de combustión. La batería que la almacena, de ion litio, se monta entre las ruedas traseras para evitar pérdidas de espacio interior.

Sobre el esperado motor Skyactiv-X, los responsables de la marca reunidos en la presentación del nuevo Mazda3 han confirmado que tendrá alrededor de 180 caballos. Su sistema de ignición por compresión, propio de los vehículos diésel, podría granjearle unas emisiones de CO2 un 20% por debajo de las del Skyactiv-G e, idealmente, el consumo de un modelo de gasóleo. Aún es pronto para saber si tales expectativas se cumplirán pues el coche está siendo sometido actualmente a las preceptivas pruebas de homologación.

En cuanto al radical diseño, especialmente del tramo final de la carrocería, la firma de Hiroshima está convencida de que sus clientes más racionales y con más necesidades de espacio tienden a poner los ojos en su variada oferta de SUV (CX-3 y CX-5, además del nuevo modelo que se desvelará dentro de pocos días en el Salón de Ginebra), mientras que los de carácter pasional bien pueden dejarse seducir por las líneas fogosas de este nuevo compacto.

Como siempre, el diseño tiene un coste, en este caso una ligera merma de espacio en los asientos traseros, cierta sensación de encierro en esas mismas plazas –por la alta línea de cintura del coche– y, sobre todo, un acceso que exige arquear mucho el cuerpo si no se quiere golpear con la cabeza en la carrocería. El pilar trasero “sólido”, como lo definen sus diseñadores, es el máximo responsable de estas incomodidades.

La marca ha apostado para el interior por un enfoque más discreto, sacrificando cualquier elemento accesorio para evitar todo ruido visual que distraiga al conductor de su tarea. La información más relevante se agrupa en un tablero de instrumentos de 7 pulgadas y casi enteramente analógico, y las funciones de navegación, sonido e infoentretenimiento se manejan a través de la pantalla central de 8,8 pulgadas.

Todas las versiones del Mazda3 llevan de serie, además, head-up display, que proyecta en el parabrisas, ante los ojos del conductor, los datos básicos que debe tener en cuenta. Otros sistemas que ofrece el coche sin sobreprecio son: control de velocidad adaptativo, detector de fatiga, reconocimiento de señales de tráfico, navegador, aviso de cambio involuntario de carril y sensores de aparcamiento traseros.

Forma parte también del equipamiento el sistema G-Vectoring Control Plus, que modula la acción de los frenos para mejorar el comportamiento y el agarre del coche. El modelo con tecnología Skyactiv-X podrá incorporar la última generación de la tracción a las cuatro ruedas i-Activ de Mazda.

Los precios de la gama arrancan (sin descuentos) en los 23.415 del hatchback en acabado Origin y con motor Skyactiv-G de 122 CV y cambio manual, y alcanzan los 27.915 si se opta por la versión Zenith y el cambio automático. El 1.8 Skyactiv-D, siempre con transmisión manual, cuesta 25.415 euros (Origin) o 26.315 en acabado Evolution. Las tarifas para el sedán estarán comprendidas entre los 23.915 y los 28.415 euros.

Etiquetas
stats