Las flotas serán la punta de lanza en la transición hacia el coche eléctrico

Pese a hallarse en continuo cambio, el paisaje de la automoción a nivel global avanza de manera nítida hacia la electrificación. Si en 2018 los motores de combustión interna puros representaban todavía el 95% de las matriculaciones de turismos en Europa, durante los próximos cinco años los vehículos dotados de algún tipo de apoyo eléctrico supondrán casi la mitad del parque, y la cifra alcanzará el 70% a la altura de 2030.

La firma de renting y soluciones de movilidad Arval recoge estos datos en el libro blanco El rápido avance hacia los vehículos eléctricos, que dibuja una panorámica sobre los principales sistemas de propulsión en la actualidad y subraya el compromiso para ofrecer a sus clientes un asesoramiento integral que les ayude a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad y racionalizar el uso de su flota.

El documento incluye una relación de factores que están acelerando la transición hacia el vehículo eléctrico y varias recomendaciones sobre cómo llevar a cabo de forma satisfactoria este cambio de modelo de movilidad, además de una serie de 10 razones para introducir coches eléctricos de batería en las flotas.

Entre los factores que imprimen velocidad a la transición, el libro blanco menciona las nuevas regulaciones europeas, que están obligando a los fabricantes a realizar fuertes inversiones en energías más sostenibles, y el previsible incremento del coste de los coches convencionales de combustión. Por el contrario, los electrificados se beneficiarán de la reducción del precio de las baterías y de una oferta creciente de modelos de mayor atractivo.

A este respecto, se espera que el número total de vehículos híbridos enchufables, eléctricos puros y, en menor medida, de pila de combustible de hidrógeno pase de los 100 modelos actuales a 214 en 2021 y a 325 en el año 2025.

El libro pone de manifiesto también cómo ha decrecido la ansiedad por la autonomía de los eléctricos a medida que esta ya supera en muchos casos los 300 kilómetros reales. Cuando esto se combina con estaciones públicas de recarga y con soluciones de coche compartido, los usuarios pueden planificar mejor sus desplazamientos y recorrer distancias más largas cuando lo necesitan.

Otro factor que favorece la electrificación tiene que ver con los problemas de reputación de los coches diésel, que se han extendido a todos los de combustión. El estudio prevé que las restricciones que se aplican a los vehículos térmicos, incluida la prohibición total de circular, aumenten a medida que se implanten nuevas zonas de bajas emisiones.

Por último, se alude a las medidas fiscales para incentivar las ventas de coches electrificados, presentes en 24 de los 28 estados miembros de la UE. Aunque solo 12 países ofrecen el pago de bonificaciones o primas a la adquisición, la mayoría concede reducciones o exenciones en la tributación para este tipo de vehículos.

Los 10 beneficios de tener una flota más sostenible

A modo de recapitulación de las virtudes de los coches eléctricos, y con el fin de acabar con muchas percepciones erróneas acerca de ellos, el libro blanco detalla 10 razones por las que una empresa debería considerar el inicio de la transición hacia un modelo de flota más sostenible, aunque el cambio se realice de manera progresiva: