Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Suzuki despliega su ‘atracción total’ en la gama All Grip

El Suzuki Jimny es el mejor exponente de la gama All Grip de la marca.

Paula Ulloa

Suzuki es una de las marcas de coches más fuertemente ligadas al concepto de tracción total. La última evolución de su clásico sistema 4WD (All Wheel Drive), que se remonta a los históricos SJ, recibe ahora el nombre de tecnología All Grip y fue implantada en 2013 en el SUV S-Cross; de ahí se ha extendido, en diferentes configuraciones, al Vitara, a los Ignis y Swift y, por último, al recién renovado Jimny, uno de los todoterreno más emblemáticos del mercado.

Coincidiendo con la celebración en Jerez de la Frontera del Sunshine Tour, destacada competición hípica que patrocina Suzuki, la marca ha reunido en la famosa Finca de Montenmedio todos sus modelos con tracción a las cuatro ruedas para someterlos a todas las diabluras de que son capaces gracias al sistema All Grip. Para llevar al extremo las capacidades del nuevo Jimny, que mejora lo que ya era bueno en lo que a aptitud off road se refiere, ha habido que crear incluso, y a golpe de excavadora, un tipo de circuito del que solo salen indemnes los 4x4 más robustos.

La tecnología All Grip busca garantizar la estabilidad del vehículo en el que se instala y puede considerarse un sistema de tracción que integra el control del motor, la transmisión y otros elementos como el control de estabilidad. Controlada en general por medio de un mando giratorio colocado en la consola central, junto al freno de mano, puede disponer –según el modelo– de funciones más avanzadas que incluyen hasta la desconexión del ABS y del control de estabilidad en situaciones extremas de la conducción por campo.

La versión más sencilla del sistema, All Grip Auto, es la que montan el Ignis y el Swift, en los que se trata especialmente de asegurar la tracción en superficie deslizante, y rara vez (sobre todo el segundo) de sacarlos fuera de la tranquilidad del asfalto, si bien el Ignis ha demostrado en Montenmedio ser capaz de pasar por cualquier sitio por donde lo hace un SUV aparentemente más dotado. En el caso de estos dos modelos se recurre a un sistema 4x4 de acoplamiento viscoso por el que el par motor se distribuye de forma automática a las ruedas traseras cuando se presentan pérdidas de adherencia en el eje delantero.

El Ignis, que en su versión microhíbrida luce la etiqueta Cero en la luna delantera, también cuenta, si lleva la tecnología All Grip, con control de descenso, que permite bajar pendientes de gran inclinación a una velocidad sostenida de 10 km/h y sin pisar el freno, y con un control de tracción que funciona hasta 30 km/h transmitiendo la fuerza del motor a la rueda que tiene más agarre y frenando aquellas que patinan cuando se circula por campo o con hielo o nieve sobre la carretera.

Los modelos S-Cross y Vitara ofrecen la variante All Grip Select, que ya requiere la intervención del conductor para elegir, mediante el antes mencionado mando giratorio, entre los cuatro programas disponibles: Auto, Sport, Snow y Lock, que privilegia el funcionamiento de las ruedas que disponen de tracción sobre las que giran locas sin ella.

Esta versión del sistema reparte la potencia entre los ejes delantero y trasero gracias a un diferencial viscoso central: si hay diferencia de giro entre las ruedas de uno u otro tren, el embrague multidisco bañado en aceite de silicona de alta viscosidad se acopla y transfiere el par a las ruedas traseras. El Select incluye un control predictivo que se anticipa al posible deslizamiento atendiendo a la situación del firme, la posición del acelerador, el giro de la dirección y la inclinación de la carrocería, entre otros factores, y transmite más fuerza a las ruedas delanteras o traseras para evitarlo o compensarlo.

El nuevo Jimny, por su parte, incorpora el All Grip Pro, que añade a todo lo anterior la presencia de marchas reductoras para salir airoso de las situaciones agrestes más apuradas. Dotado también de control de descenso, el nuevo 4x4 japonés reina en el campo en virtud de otras cualidades como su chasis de escalera, ahora reforzado, unos ángulos característicos extraordinarios (especialmente el de salida, de 49º) y las suspensiones de eje rígido.

Con estos recursos bajo el brazo, el Jimny trepa y desciende las pendientes más pronunciadas, esas que desde dentro se antojan verticales, y supera sin signos de esfuerzo desniveles, hoyos y zanjas por los que nadie se aventuraría a pasar si antes no le dijeran que es posible. Allá donde todos los SUV y casi todos los todoterreno a la venta inclinan la rodilla, el pequeño Jimny brilla, como lo hacia el SJ en los 80, junto a un puñado de dos o tres escogidos más.

Etiquetas
stats