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Los libreros celebran el Día del Libro: “El mayor miedo que tenemos es que la gente se olvide de que estamos aquí”

Interior de la librería La Montaña Mágica en Cartagena

Elisa M. Almagro

Murcia —

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Desde el inicio del estado de alarma pequeños comercios como las librerías locales han tenido que cerrar. Para Jose Daniel Espejo, responsable de Libros Traperos, “el sector de las librerías está pasando por unos momentos muy angustiosos”. “Los libreros tenemos gastos que ahora mismo son inasumibles empezando por el alquiler y las distribuidoras”, continúa.

Vicente Velasco, dueño de La Montaña Mágica, pone números a las pérdidas: “Cualquier librería normal, con esta crisis, está perdiendo entre 20 y 25.000 euros mínimo. Hay que tener en cuenta que no se celebró el Día del Padre y también se pierde el Día del Libro”. Para el propietario de La Montaña Mágica, frente a esta pérdida de ingresos, los libreros solo pueden “aplazar las facturas, estamos generando una deuda futura”, lamenta.

Ante estos gastos los libreros reconocen que la ayuda a autónomos lanzada por el Gobierno central ha sido “de ayuda”, pero esperaban medidas específicas para el sector cultural.

“Con la crisis de 2008”, recuerda Velasco, “se sacó una partida dirigida a bibliotecas para que hicieran compra en librerías independientes. Si se crease de nuevo nos daría cierta liquidez y reactivaría a las bibliotecas”.

El dueño de La Montaña Mágica asegura que no se ha sentido solo: “Por fortuna hay editoriales independientes que nos apoyan y han tenido diversas iniciativas. Por ejemplo, Nórdica o Dos bigotes editorial permiten comprar libros en su web dando un pequeño porcentaje de la venta a la librería que quieras”. También le inquieta la situación de pequeñas editoriales como estas: “Las editoriales independientes también lo van a pasar mal”.

Mientras no llegan nuevas ayudas, los libreros intentan mantener el negocio activo en la medida de lo posible. Roger, copropietario de la librería Futuro Imperfecto, anuncia que “tras unas semanas de cierre absoluto intentaremos entregarle a casa los libros que tengamos en stock a nuestros clientes más fieles a nivel local”.

Desde la librería Diego Marín continúan su servicio de venta online “siempre que tengamos género en la tienda, les haremos llegar el libro”, asegura Diego Marín.

“No se ve el libro como una opción de regalo”

Antes de la declaración del estado de alarma, la situación ya era desalentadora: casi el 60% de los murcianos se declaran lectores en su tiempo libre, dos puntos por debajo de la media nacional, de acuerdo con la Federación de gremios de editores de España. “En la Región ya costaba porque no había muchas librerías. Aquí la gente no ve el libro como una opción de regalo”, lamenta Ana Sánchez, de Educania.

Sin embargo, Sánchez se resiste a cerrar, “el que los niños no puedan salir ha sido una de las razones por la que nos hemos lanzado a abrir estos días”. Su negocio, una librería y papelería, atiende al público infantil y juvenil, el más lector según Federación de gremios de editores de España: “Nosotros cerramos cuando se declaró el estado de alarma, pero había gente que nos pedía material”, asegura. “Hay mucha gente que cuando les ha llegado el pedido nos ha dicho que los niños se han puesto super contentos. Todo eso anima a seguir y a intentar llegar al mayor número de gente posible”, concluye.

Todos los libreros entrevistados por eldiario.es confiesan que el futuro después del confinamiento es “incierto”. Para Diego Marín: “Estamos en un periodo de impasse, no podemos saber que nos deparará el futuro”. Admite que “nada va a ser igual. Pasará un tiempo hasta que recuperemos el ritmo de actividad que teníamos”.

A Roger le preocupa que cuando abran la gente actúe “de forma distinta. No van a venir en masa a comprar libros. Cuando organice una charla o una presentación de un libro me preguntaré si es buena idea hacerla o no, si la gente va a venir”, razona.

Frente a esta situación Vicente Velasco incluso se planteó hacer presentación de libros online. Sin embargo, descartó la idea al instante: “La gente quiere contacto, quiere ver al autor y después se quiere tomar una cerveza”.

Bonos a cambio de libros

Pese a que la mayoría de pequeñas librerías permanecen cerradas, es posible apoyarlas desde casa. Ana Sánchez de Educania ha lanzado “unos vales que la gente puede comprar y canjear una vez que pase el confinamiento, eso es una manera de ayudarnos”. “Otra manera es comprando”, continúa, “llamándonos y pidiéndonos productos, nosotros estamos encantados de serviros”.

Las librerías Futuro Imperfecto y La Montaña Mágica se han inscrito a la iniciativa todostuslibros.com, un proyecto creado por La Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL), en el que “se ha puesto en marcha una venta de bonos, que se pueden cambiar por libros cuando esto acabe”, explica Roger.

La iniciativa ha comenzado a dar oxígeno algo de oxígeno a los libreros, desde La Montaña Mágica aseguran que han logrado recaudar 2.000 euros en una semana. Asegura que proyectos como este “dan esperanza. La gente espera que todo vuelva a la normalidad y que podamos volver a funcionar cuanto antes”.

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