Un gobierno Frankestein e inmoral. ¿Le suena? Son frases que Pablo Casado le dedicaba al Gobierno nacional hace no mucho tiempo. Lástima que el presidente del PP no se diese cuenta el día que, a caballo ganador, se presentó en la Asamblea Regional para bendecir un Gobierno basado en la compra de voluntades por consejerías para mantener a su partido en el poder. Un gobierno de tránsfugas donde casi hay mas consejerías de gente sin partido que con él. Esto que tanto repetía, un gobierno inmoral, es lo que vamos a tener en esta Comunidad.
A este gobierno de tránsfugas hay que añadirle algo inédito en España: por primera vez entra en el Gobierno, no solo la ultraderecha, sino una consejera que no cree en las vacunas y lo hace en Educación. Esto no es nuevo, ya cedió el Partido Popular, cuya única ideología en Murcia es mantenerse en el poder, con el pin parental hasta que la justicia de forma cautelar suspendió su aplicación después de las denuncias del mundo docente, harto de faltas de respeto, y de la actuación del Gobierno nacional. En cualquier gobierno hay cuatro carteras importantes -Sanidad, Economía, Fomento y Educación- y Miras decidió vender esta última, el futuro de nuestros hijos. Aunque no es que a él le importe mucho, pues la cuestión del pin parental no tapa la nefasta gestión de la anterior consejera que ha hecho que nuestros hijos pequeños vayan cuatro días al cole, algo que no sucede en ninguna otra parte del país, se dice pronto.
Esta es solo la punta del iceberg. Si profundizamos descubrimos que con las cifras en la mano somos la segunda región de España con la mayor tasa de abandono escolar y, a pesar de ello, las ratios no disminuyen y el dinero no llega, incluso cuando viene del Estado. Así la escuela pública se mantiene gracias a las AMPAS y a los padres mientras es abandonada por el gobierno autonómico.
La nueva consejera no ha podido empezar peor. Dice que no se reunirá con los agentes sociales, los profesionales de la docencia hasta que no dejen de gritarle. Pues va a ser que quienes vamos a tener que gritar vamos a ser los padres y las AMPAS y todos los que estamos preocupados por esta deriva. Pero no solo por el pin parental, que también, sino por el abandono de la educación pública por parte de los gobiernos populares de esta Región que la abocan a su fracaso y al de nuestros hijos.
No, señora Campuzano, no le gritan, protestan, y deberíamos hacerlo los padres delante de su consejería porque estamos hartos de su forma de entender la democracia, en la que la protesta es ilegítima. No, señora Campuzano, solo en las dictaduras, esas que ustedes añoran, hablan de paz social. La democracia se basa en el disenso, en la protesta pacifica a través de las fórmulas habilitadas por ella: si por protestar no se reúne con ellos es que usted no está preparada para ese cargo y seguramente para ningún otro.
Mucho me temo que esta consejera va a llenar titulares, no solo en la Región, también en el resto del país. La muestra es la carta de la consejera corregida por Docentes Unidos que ha sido viral y que nos hace ser, de nuevo, la comidilla del país. A Miras no le importa que nuestros hijos tengan una educación de calidad ni el futuro de la Región de Murcia, únicamente le importa salvarse él y los suyos, su misión es dirigir la Región como una empresa para mantenerse en el poder y si hace falta fichar a miembros de otro partido con el dinero de todos se hace. No hay bien común en ello, no hay futuro para nuestros hijos y, a este paso, el Partido Popular nos convertirá en uno de esos países de América Latina, donde para estudiar hay que pagar y para entrar en un hospital también.
1