Si escribimos ADN en el buscador de Google, nos saldrán 89 millones de referencias, la mayoría de ellas artículos científicos sobre nuestros genes excepto, ojo, el segundo de esos más de 89 millones de resultados (89.800.000) que se refiere a “ADN Urbano”, el proyecto paraguas del Ayuntamiento de Murcia para realizar pequeñas obras públicas en los barrios. Pero no es el único prodigio de este proyecto.
Si visitan ustedes dicha web de “ADN urbano” creerán que un 15M asambleario y común campea por España y tiene su más activo foco de emancipación vecinal en la Glorieta de Murcia. Bajo el eslogan “Construyamos juntos un barrio mejor” se suceden los llamamientos a pasear “con vecinos para repensar creativa y colectivamente mejoras y oportunidades urbanas”, y a “participar activamente para dar forma al lugar en el que vivimos y compartimos”. Luego viene una serie de archivos documentales donde se exponen la historia de cada barrio, un montón de mapas y un montón de datos (necesarios, sin duda para los profanos que se asomen al sitio web), que terminan en la llamada “Fase de actuación” donde “el Ayuntamiento de Murcia cedió el testigo a las asociaciones y colectivos del barrio, para dar continuidad a los proyectos puestos en marcha.”
Esas palabras pueden darnos la clave para entender este proyecto “popular”. Como sabrán ustedes una asociación o colectivo no posee capacidad para “dar continuidad a los proyectos” de toda una zona cualesquiera de una ciudad como Murcia. Se necesitan dineros, coordinaciones, licitaciones, documentación y financiaciones que solo pueden hacerse desde instancias mayores. Desde una asociación vecinal se puede pedir o diseñar una obra pública, pero no se puede llevar a cabo. Eso corresponde al Ayuntamiento o Comunidad autónoma. Si el proyecto afecta a varios aspectos, se necesitará incluso de la concurrencia del Estado o de la Unión Europea.
Cuando en los años 70, la región de Emilia Romaña acometió su reforma urbanística y social, las actuaciones fueron dirigidas por colectivos vecinales y de estudiantes sí, pero era el Estado italiano quien acompañaba, financiaba, producía las diversas obras y publicitaba las convocatorias o los calendarios de actuación. Actuaciones que incluyeron desde un estudio de la región, casa por casa, hasta el traslado, limitación o promoción de fábricas, negocios y plantaciones según decisiones populares.
Pero la realidad del proyecto “ADN urbano” del Ayuntamiento “popular” es otra: actuaciones pequeñitas, cositas sin importancia, pintar unas fachaditas, poner un jardincito, hacer una fiestecita, darse a conocer entre los vecinitos, ahora que viene un año electoralito, etc.
Nada de re-distribuir los polígonos industriales, nada de limitar los negocios turísticos, nada de poner orden en los terrenos anejos de regadío que colindan con la huerta murciana, nada de recuperar acequias patrimoniales, nada de intermediar entre migrantes. Noooo, eso no.
Pero dejemos hablar (esta vez sí, en este artículo sí) a los vecinos y vecinas.
Dice una: “[El barrio] tiene una red asociativa conexionada, unida, participativa, lleva en marcha dos proyectos participativos y hace tres años que cuando los vecinos percibimos alguna carencia lo trasladamos a la junta y se presenta una moción”.
O esta otra: “Si el PP quiere arreglar y mejorar el barrio no tiene más que tirar de actas de la junta o de la hemeroteca. Las necesidades del barrio están muy claras y son conocidas por todos”.
Aaaaaah, amiga, así que las Juntas Municipales ya han hecho ese trabajo de “repensar creativa y colectivamente las mejoras urbanas”. Ay qué pillinas, las Juntas. Mare meua, mira que adelantarse al pobre gobierno central popular. Ainfs.
Y los pedáneos y vocales del PP ¿qué dicen? ¿Cómo les ha sentado esta completa usurpación de sus funciones? ¿Qué opinan de que el equipo de Ballesta ni siquiera se haya leído las mociones por ellos presentadas donde explican las actuaciones que quieren para sus barrios y pedanías, y que (a la luz del proyecto “ADN urbano”), llevan 3 años en el cajón del Consistorio?
Si yo estuviera en su lugar dimitiría, provocaría algún tipo de escándalo gordo con crisis de gobierno. No se puede humillar así a la gente de tu propio partido y salir tan pancho.
Nosotras, las y los habitantes de esta cuidad, pensamos seguir firmes en nuestras Juntas Municipales, el sitio real donde la participación ciudadana es efectiva y se produce en cada pleno y en cada alcaldía. Ojalá (insha'Allá), algún día, los concejales del PP se lean nuestras propuestas.
O que se lean algo, así, en general.
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