Debo confesar que he sentido un poco de perplejidad al ver la repercusión que ha tenido la noticia que anunciaba que el próximo año lectivo, el Ministerio de Educación contratará a 2000 becarios. He esperado una semana para ver las reacciones, pero han sido pocos los medios de comunicación que se han hecho eco de la noticia, un anuncio que ha llegado a las redacciones mediante una nota de prensa.
El comunicado afirma que el Ministerio de Educación pone en marcha un 'programa piloto de becas de formación de egresados universitarios -con muy buen expediente académico- encaminadas a la realización de actividades de apoyo a la enseñanza en centros docentes de Educación Primaria con especiales dificultades'. Es decir, el Ministerio decide crear la figura de becario de maestro para suplir la carencia de profesorado en las aulas públicas, sobre todo en aquellos colegios que disponen de alumnos que requieren una atención más personalizada. El tema es para echarse a temblar.
Es sorprendente que el propio Ministerio cree la figura del becario, cuando desde ningún sector se ha pedido su creación. Nadie ha demandado esto. Es llamativo que el anuncio venga desde la propia Administración. El papel del becario en la teoría responde a unos principios y en la práctica es realmente un puesto de trabajo más económico. Por no decir que la idea es que estos universitarios recién titulados, con 'cero experiencia', se hagan cargo de grupos de apoyo de niños que requieren un ayuda especial.
A estos puestos sólo tendrán acceso los alumnos que dispongan de un expediente de más de un 8 o 8,5 de nota. Entiendo que se quiera premiar a los mejores alumnos, pero, ¿esto no podría llegar a ser discriminatorio? ¿Realmente garantiza que son los mejores profesores? Lo siento mucho si esto puedo ofender a alguien, pero no creo que el tener un expediente de un 8 en Magisterio suponga que eres mejor maestro que el que tiene un 6. Hay aspectos de la enseñanza que no son tangibles en un examen. Y esto no sólo ocurre en la enseñanza.
Creo que sólo habría una explicación razonable para la creación de estos becarios, y ésta sería la falta de profesorado. Es decir, que todos los interinos que se encuentran en las listas preferentes y no preferentes estuviesen trabajando, que existiera una mayor oferta que demanda. Pero desgraciadamente no es así. Las listas de interinos en Educación se mueven muy lentamente.
En el caso de la Región de Murcia, existen opositores que desde el 2009 tienen dos oposiciones aprobadas, con un 7 en ambos exámenes, y que a día de hoy no han sido llamados para realizar un acto de adjudicación. No han podido firmar ni una baja. ¿En qué posición quedan ellos? ¿Qué pretenden hacer con todos estas personas? La verdad que no entiendo este experimento de empobrecimiento salarial y educativo. ¿Por qué no suplen esa carencia llamando a los interinos de esas listas? Supongo que la explicación es que el salario aproximado de un maestro ronda los 1500 euros más la parte de los seguros sociales que van a cargo de la Administración, aproximadamente 400 euros, y el de estos becarios será de 1000 euros con una cotización a la Seguridad Social de unos 40 euros, de los cuales 6 euros son aportados por el becario. Cifra muy distinta a la que se paga de un trabajador, ¿no?
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