Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Coherencia, cohesión y Cambiemos Murcia

Miembro de Cambiemos Murcia

Piedad Fernández Toledo

0

En los estudios de Discurso, coherencia es un término que define la unidad global del texto y favorece su identificación como género discursivo, con una función determinada que es su razón de ser. Así, un género –carta, canción, post, …– puede reconocerse como tal al activarse esa conexión entre dicho texto, su forma y su función comunicativa (entretener, vender un producto, informar, enseñar, etc..). Los géneros están además conformados por rasgos que le aportan cohesión interna, y su reconocimiento es más automático cuanto más establecidos están en una comunidad. Podemos establecer muchos paralelismos entre géneros discursivos y formaciones políticas.

A la coherencia se puede llegar de dos maneras: o un partido lleva instalado largo tiempo en la sociedad y es fácilmente identificable porque tiene una identidad sólida y asentada, o bien la cohesión de sus “elementos” es tal que no hay lugar a dudas sobre su identidad. Las gentes a la izquierda de la “izquierda prototípica” estrenábamos un modelo en el que había que serlo y parecerlo. Y las medias tintas no valen cuando nuestro objetivo era otro y nuestras formas también tenían que ser otras, saliendo como salimos de las calles y las plazas. En el caso de Podemos, ni en la propia organización ni en los gestos ante la gente han mostrado finalmente coherencia ni cohesión.

En Murcia la cosa no ha sido fácil a nivel municipal, ni internamente ni en los espacios. La unión de activismo y militancia podría haber llevado a una pequeña revolución en la forma de hacer las cosas partiendo del empoderamiento social como motor inicial que aunara fuerzas y con el consenso como factor que permitiera articular todas las acciones y decisiones…La identidad, prestada con el voto inicial de confianza, pero que tenía que terminar de forjarse en el día a día, pasaba forzosamente por asegurar a toda costa la pluralidad, el asamblearismo y la búsqueda del consenso. A la postre, ni se llegó al consenso en ese primer momento que tristemente derivó en la coexistencia de dos grupos municipales, ni se ha conseguido que impere en el Cambiemos Murcia que finalmente se conformó tras aquella escisión.

Al tiempo que la fricción y la desconfianza mutua entre quienes comenzaran juntas la andadura ha ido aumentando, el diálogo y la unión entre las partes que debían liderar el cambio tan esperado se tornaron casi imposibles. Esto también se ha sentido internamente, tensionando la convivencia con quienes se quedaron en el lado de Cambiemos  pero seguían con el alma en su formación original, intentando remar a la vez en su barca y en el barco común. Ni siquiera la imagen primera de amabilidad, cercanía y rabioso asamblearismo han convencido a quienes nos votaron antes. Ante esta inestabilidad ¿cómo podíamos esperar que el electorado confiara en unas o en otras?  Más bien, el objetivo común se ha sido difuminando en Cambiemos para imponerse los resortes de la vieja escuela y, a falta de una estrategia sólidamente trazada, parte de la tripulación ha ido abandonando el barco.

El problema de la identidad de IU ante la confluencia no es baladí: ni parte de su propia gente ha terminado de ver la necesidad de confluir con la ciudadanía organizada, ni la ciudadanía ha terminado de comprobar que en Cambiemos se funcione de una manera distinta a la de un partido al uso, a pesar de todos los esfuerzos. Para este viaje no hacían falta alforjas, dirán ahora tanto algunas gentes de IU como quienes nos embarcamos en esta aventura como independientes. En una confluencia tan joven, la identidad común, prestada con el voto inicial de confianza, pasaba forzosamente por asegurar a toda costa la pluralidad, y por la relajación de la identidad propia de quienes venían de formaciones con aparato. En contraposición a esto, a ratos se ha dejado de remar en el mismo barco para atender a las propias siglas ante el estupor de quienes veníamos sin ellas y nos sentíamos más compañeros que militantes. Posiblemente, una buena parte de quienes provenían de la coalición debería haberse contenido algo, en aras de la pluralidad, pero de un tiempo a esta parte ha habido una deriva hacia la homogenización con la imposición de mayorías a través del voto, que ha restado oxígeno a la democracia participativa y de consenso.

Volviendo al símil de los géneros, se dice que estos son apropiados cuando la comunidad los reconoce como parte suya. Un análisis interno y unos reajustes cuando estábamos a tiempo, quizá nos habrían disuadido para cambiar de estrategia o simplemente adoptar una. No lo sabremos nunca, pero la actitud de algunos “líderes” de estas “nuevas formaciones de izquierda” no ha ayudado a esa unión que entre gran parte de las bases se percibía como posible.

El inmenso trabajo realizado por tantas personas que han participado de forma altruista aportando su experiencia y entusiasmo, y los humildes, pero significativos logros conseguidos, podrían haber transcendido más a la ciudadanía de no haber estado más pendientes de las directrices de cada una de las organizaciones y de las tensiones internas que nos han quitado el tiempo para más puestas en común y para más diálogo y rendición de cuentas ante esa ciudadanía. En definitiva, ha ido faltando el sentimiento de estar en la casa de todos para seguir defendiéndola con ilusión.

Ahora es el momento de decidir si se sigue intentando perseguir una identidad propia, con quien buscarla y en quién sabe qué espacios. Es cierto que somos David ante el Goliat de partidos vacíos de contenido social pero llenos de recursos materiales, esos que ni siquiera pondrán en práctica muchas de las propuestas que les hemos puesto en bandeja y que nos bloquearon. Por eso, en el futuro no deberíamos desperdiciar ni una gota de energía que nos pueda debilitar. Habrá que tomar aire y prepararnos para seguir andando, buscando cómo llegar a esa coherencia y esa cohesión, que sostenidas en el tiempo permitan, esta vez, poder llegar a los objetivos. Fue un placer mientras duró.

Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Etiquetas
stats