Ya que tocaba penitencia y reflexión, me apunto a ambas. Sabiendo además que no estáis tan ocupados, porque me tenéis el 'Twitter List' llenetico de fotos de todo lo que andáis estos días haciendo, con los “capirotes” y en la playa.
Son ya en Twitter las cuentas de varios políticos que han bloqueado sus interacciones conmigo. Después de mucho preguntar e indagar, solo he podido llegar a la conclusión de que hay una falta absoluta de sentido del humor, acompañada de una distancia casi insalvable para con la ciudadanía.
El error no está en obviar los mensajes de un pez de metal, cuya personalidad asume una persona sarcástica e irónica, además de preocupada por el futuro de su tierra. Sino en usar las redes sociales, no como elemento de cercanía para con la sociedad real, sino como una herramienta de propaganda partidista. Y así es como la usan algunos de los políticos de nuestra Región.
Ya había asumido que para alguna de mis collejas no había respuesta, pero cuando vieron que no me casaba con nadie y las repartía a diestro y siniestro, algunos se pusieron nerviosos (sobre todo en PP y PSOE) y no pudieron mas que bloquear mis mensajes cuando no directamente la aplicación en su móvil, es decir, que se les fue de las manos lo de la cercanía.
Espero que vuelvan a los primeros días, cuando no había tuit sin respuesta y además había quién se hacía el “selfie” conmigo en el río, sintomático de que, cuando estás cerca de la gente, dejan de tenerte miedo y además te votan.
Me había resistido sobremanera a escribir sobre esto, pensando en que de alguna forma reinaría el sentido común, ése que es el menos común de los sentidos. Pero viendo cómo está el nivel, prefiero soltarlo y que quede patente mi preocupación. Después de todo, en política, los silencios nunca fueron buenos compañeros de camino.... ¿O sí?
Esa era mi reflexión y esta mi penitencia: sea como fuere, os sigo esperando, en el río... y en la redes.
