La semana pasada un cernícalo se estrelló contra una de las pantallas de metacrilato transparente que rodean el trayecto futuro del tren AVE a su paso por Murcia. Seguramente, antes, otras varias avecillas menores como vencejos o gorriones se habrán estrellado, pero por su pequeñez y dado el tránsito de peatones y vehículos de toda esa zona (barrios de San Pío X, de Stgo. el Mayor, de El Progreso, del sur de El Carmen, etc...), no los hemos visto.
Pero un cernícalo es una ave (valga la ironía) mayor, un predador que comparte parecido aspecto y comportamiento con el azor, el gavilán, el halcón o el milano. Rapaces diurnas de tamaño medio, cazadores de ratones y de palomas, pájaros grandes que tenemos la suerte de tener aún por nuestras ciudades pequeñas, llenas de jardines y huertos.
Su muerte, reventados contra las altísimas pantallas “populares” es muy simbólica.
Ese canto de los pájaros, esas líneas trazadas en el cielo bajo una intención invisible para el que camina debajo, es lo que trataron de discernir los adivinos de los Césares y los druidas de los reyes normandos. Para ellos, la muerte súbita de una rapaz era un signo de mal agüero. La imagen de águilas y halcones ha presidido las banderas de toda estirpe desde el principio de la historia. Su caída auguraba la caída del reinante.
Ahí, en la foto, tienen ustedes al ave matada. Con la cabeza vuelta de lado para no mostrar el rictus final, para que el último segundo de un vivo quede en su intimidad. Pero con la pluma blanca de su torso vuelto al espectador, en este caso hacia la persona que fotografió (gracias Rosa Mª López, @pikyguasona).
Parece invitarnos a mirar en sus entrañas, como hacían los arúspices*.
Quisiera, como poeta y por tanto, personaje próximo a los profetas, a los antiguos sacerdocios; poner mi mano sobre el pecho inerme de este predador y decir lo porvenir.
Como parece que las manifestaciones y las protestas ciudadanas de los murcianos contra las vías del tren han llegado a la primera plana de la actualidad internacional (Parlamento de UE y Gobierno de Bruselas incluidos), el PP ha prometido construir una estación y unas vías ultra modernas subterráneas para que el Corredor del Mediterráneo pase por Murcia sin problemas para los vecinos.
Esta promesa no tiene un reflejo en presupuestos ni en proyecto alguno. Peor aún, el gobierno popular sigue empeñado en que el tren llegue en superficie mientras, y cito textualmente “se realizan las obras de soterramiento”, algo que puede producirse o no, y que sin duda, aún en caso de que se produzca, y vuelvo a citar textualmente, “estará terminado en el año 2023”. O sea, 7 años de ciudad dividida, 7 años de guetos, 7 años de discriminación del Sur.
La rapaz ha muerto contra el muro del AVE, su mensaje es claro: no tenemos porqué aguantar que nuestros barrios estén separados del centro ciudad ni siquiera un minuto. Los carísimos trenes de minorías no pueden crear más problemas de los que solucionan.
El Gobierno que permita esto NO durará. Porque todos vamos a tomar nota.
Que todos ya sabemos. Que esta obra inútil no durará. Eso es lo que dice el pájaro matado.
Presiento malos tiempos para la #CorruPPción. #NoAlMuroMurcia.
*Cristina Morano es escritora, diseñadora gráfica y miembro de la Coordinadora de CambiemosMurcia
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