El paro en la Región ha aumentado en 1.170 personas en octubre. Actualmente, hay un total de 131.524 de murcianos y murcianas registrados. Otros se escapan a las cifras. Tener un empleo no constituye garantía de bienestar, de poder pagar la luz o la hipoteca. Pero lo que nos presentan como cifras, de manera aséptica, son personas; y los números, por muy impersonales que parezcan, retratan de manera eficaz el resultado de la aplicación sistemática de políticas muy concretas. Pero, ¿qué sentido tiene provocar semejante desastre en la vida de los ciudadanos y ciudadanas? Ninguno, hasta que se conoce el propósito de esas decisiones.
Tomemos el ejemplo del soterramiento del AVE, años de lucha vecinal, con una plataforma entregada a la cuestión, con propuestas perfectamente viables en contraposición a este proyecto que soterra la vida ciudadana. Mientras, las autoridades pertinentes, ignorando a sus vecinos, el sentido común de la gente que dicta que esto no es bueno para nosotros/as, que no es bueno para nuestra ciudad.
No queremos proyectos del derroche, no queremos un muro de la vergüenza al estilo berlinés. Sobre todo, cuando hay alternativas.
De forma incomprensible, a la Plataforma Pro-soterramiento, a los vecinos/as y a todo aquél que ha pensado que esto era otro sinsentido más, se les ha asegurado que el proyecto del AVE era necesario a costa de lo que fuera. Nunca importaron los datos económicos, medioambientales, los relativos a la salud humana o dividir una ciudad entera por la fuerza bruta.
Como todo en esta vida, hay una explicación. Las decisiones políticas que dejan datos humanos, a menudo no se toman teniendo en cuenta el factor humano. Se toman formando parte de un fraude millonario como revelan hoy los medios de comunicación, como siempre se ve sólo la punta del iceberg.
En este caso a ADIF, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias -que es una entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Fomento- no le basta las protestas ciudadanas cargadas de buen juicio, la opinión de las personas cuya vida se verá afectada por este proyecto; tampoco le preocupa que un juzgado investigue un presunto fraude millonario entorno a las obras del AVE, con un constructor y un presunto emisor de facturas falsas ingresados en prisión.
Adjudicaciones millonarias. Subcontratas. Este es el motor que determina la vida de las personas, el deseo que subyace tras muchas decisiones políticas trascendentales. Porque todo lo relativo a nuestra existencia, es trascendental en sí mismo. Yo le pediría a la gente que no votara opciones políticas que sirvan a estos intereses, sean del signo que sean, pero en mi fuero interno sé que la única alternativa duradera, es que ellos y ellas, nosotros/as, se constituyan en ese motor determinante de nuestras vidas. Delegar, lo justo.
Magdalena Martínez Bode
@mada_bode
Candidata al Congreso de los Diputados por Unidad Popular
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