“Ojalá todos los niños tengan las mismas oportunidades”
Así lo ha dicho el Obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, al ser preguntado por eldiario.es Región de Murcia, por el problema de los niños de la guardería del Polígono de la Paz, que están en barracones ocho años después del derribo de la Escuela Municipal del barrio, al que ha acudido Lorca Planes acompañando a la Patrona de Murcia la Virgen de la Fuensanta, que de forma extraordinaria y a propuesta suya ha visitado el Polígono. El obispo ha añadido también, que “todos los niños tiene que tener los mismos derechos de dignidad como persona”
¿Cómo se le ocurrió la idea de traer a la Patrona de Murcia, la Virgen de la Fuensanta, al Polígono de la Paz?
Los que peor lo pasan son los hijos privilegiados de Dios, y seguro que su mente divina, no están precisamente los principales del mundo, están los que más necesitan, los más desprotegidos. Nadie es nadie para juzgar nada, pero que esto es así, sin duda ninguna en el Polígono de la Paz.
¿Cómo ha vivido el momento de entrar en el barrio?
Ha sido un momento de muchísima alegría. Estoy muy feliz porque por todo lo que supone, y sobre todo por el cariño que ha demostrado en la acogida a La Fuensanta este barrio tan deprimido de Murcia.
¿Cuál ha sido su sensación personal al recorrer las calles del Polígono, entre viviendas que no están precisamente en las mejores condiciones de habitabilidad?
La sensación de ver a la Patrona de Murcia la pasear por el Polígono de La Paz ha sido única. En el fondo te vas haciendo también muchas preguntas. ¿Por qué tanta gente lo está pasando tan mal? Gente que padece tantos problemas, situaciones, dificultades que sufren a diario los vecinos y vecinas de este barrio... Así que para mí, la mejor oración pienso que puede ser pedirle a Ella, trayéndola hasta aquí, que dulcifique en la medida de lo posible su sufrimiento de los habitantes de la barriada.
Este tipo de iniciativa es del estilo de las del Papa Francisco.
Pues la verdad es que sí, el Papa Francisco nos está ayudando mucho a que la Iglesia pise la calle, actualizando con ello el Evangelio. Por eso les he pedido también a los seminaristas que vinieran a visitar el barrio: o ven desde ya que su trabajo está con los más pobres, o su vocación no servirá para nada.
