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Las peluquerías murcianas le quitan cuatro dedos de canas a la Región: “Todas quieren un cambio”

Maria Teresa, propietaria de Cafune: "Las clientas me preguntan si tienen que entrar al local con la mascarilla puesta"

Elisa M. Almagro

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Numerosas peluquerías murcianas han vuelto a levantar la persiana con la implantación de la fase 0 del plan de desescalada. Algunas, como es el caso de la barbería Boys Club Barber Hair Studio, apenas acababan de abrir sus puertas cuando estalló la pandemia: “Llevábamos abiertos desde principios de diciembre. Los primeros días son duros cuando te dicen que te quedes en casa con una inversión bastante elevada” lamenta Iván, dueño del negocio. “Pero hay que ser consciente de que esto es una situación de salud y que hay que ocuparse de ella”, puntualiza.

Asegura que este mes y medio de inactividad le “ha afectado económicamente”, pero recuerda que “peluquerías con personal a su cargo lo habrán pasado peor que yo”.

Para Pedro, de Alegría Peluqueros, esta fase de la desescalada supone que podrá incorporar “al 80 por ciento de mi plantilla. Seguramente saquemos al 90 por ciento la semana que viene y en dos semanas con toda seguridad vuelva todo el equipo”. 

Pese a lanzarse a por la reapertura, Pedro confiesa que será difícil generar beneficios: “Nos dicen que los trabajadores deben atender al cliente de principio a fin. Si ponemos color, eso lleva unos 45 minutos”, explica. “En ese tiempo el peluquero podría estar haciendo otro servicio, pero con la nueva normativa tiene que esperar a que el tinte haga efecto y estar parado”.

En el caso de Iván las restricciones han repercutido en el número de personas que puede atender. Desde la apertura, ha recibido “entre un 30 y un 50 por ciento menos de clientela en comparación con antes del confinamiento”. 

De acuerdo con Pedro de Alegría Peluqueros, hasta la víspera del comienzo de esta fase no sabía si abriría el negocio: “El domingo por la noche había una incertidumbre absoluta de cómo podíamos trabajar. En mi vida he mirado tantas veces el BOE”.

Otro problema que han encontrado las peluquerías es en el uso de productos desechables para los clientes. Desde Alegría Peluqueros, aseguran que “no hay suficientes desechables en el mercado”. “Nosotros disponemos de lavandería, desinfectaremos las batas de tejido”. María Teresa, de la peluquería Cafune, secunda esta medida: “Tengo doce batas de tela, para cuatro clientes que atiendo al día tengo suficiente, por lo que puedo desinfectarlas”. 

Para ella, los precios de los productos de usar y tirar son “inasumibles”: “Cuando empezó el brote intenté proveerme como pude de mascarillas. He podido aprovisionarme con guantes y geles”. María Teresa confiesa que se siente muy “arropada” por su pueblo, Los Garres, que la ayudaron a conseguir material: “La junta vecinal me ha regalado una pantalla, mascarillas lavables que han hecho entre todos y un bote grande de desinfectante. Otra chica también me trajo otras tres pantallas”.

En los desechables María Teresa observa una falta de calidad en comparación con los productos tradicionales: “A la hora de secar el cabello las toallas desechables apenas quitan humedad, así que sigo usando las de tejido. Conforme las uso, las meto en la bolsa. Todo muy escrupuloso”, asegura María Teresa.

A los inconvenientes de adaptarse a esta fase se suma la acumulación de citas: “Adaptar las citas está siendo bastante estresante”, sostiene Pedro. “Hay personas que se enfadan, se quejan de que pese a que son clientas de toda la vida no consiguen cita. El caso es que todas son clientes de toda la vida”, subraya.

María Teresa, por su parte, asegura que sus clientas “están siendo comprensivas” ante esta situación, “aunque alguna me ha preguntado si tenía que entrar con la mascarilla puesta”, recuerda. 

Afirma que una vez tiene a las clientas en el lavacabezas todas quieren lo mismo: “Un cambio. Necesitan sentir la alegría que han perdido, volver a verse fuertes, con ilusión. Me cuentan”, continúa “que se han visto muy mal en su casa con sus cuatro dedos de canas, despeinadas, en pijama y machacadas por la situación. Necesitan recuperar la normalidad”.

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