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Una perra capaz de hacer política

La perra MOMA, en una playa

Elena García Pérez

Murcia —

Moma es una perra en “silla de ruedas” que se ha convertido en un símbolo de lucha y superación para miles de personas. Su sobrenombre lo dice todo: “the amazing dog” (el perro increíble). En poco tiempo pasó de estar a punto de ser sacrificada a alcanzar la fama en el mundo digital: tiene su propia página de Facebook (con más de 6.200 fans) y su propio canal de Youtube.

Sin embargo, su historia parece sacada de una peli un poco ñoña: “Adopté a Moma por un tiempo hasta que le encontraran una familia definitiva”, cuenta su dueño, Juan Antonio Mayor, vecino del barrio de San Basilio de Murcia. Desde el principio la perra presentaba una leve cojera y la llevó para que le hicieran unas pruebas, pero fue peor el remedio que la enfermedad: un fallo del veterinario le provocó una parálisis del 60% del cuerpo. “Ahí empezó todo”.

Juan Antonio sabía que devolver a Moma significaba su sacrificio: “La gente me decía que cómo la podía mantener con vida en ese estado”, pero Juan Antonio no quiso resignarse. Tras dos meses con la perra sin salir de casa, una vecina le hizo un regalo que fue como una salvación: un carro con dos ruedas especial para perros. A día de hoy Moma es capaz de superar obstáculos que hubieran sido impensables. Saltar por barrancos, bañarse en la playa o bajar escaleras son actividades habituales de este perro superhéroe.

Juan Antonio es publicista y sabía que esta historia tenía gancho. No dudó en abrirle a Moma su propia página de Facebook y el éxito fue inmediato. “The amazing dog” ha conquistado a miles de personas y ha aparecido en numerosos medios de comunicación.

Sin embargo, a las dificultades de tener un perro minusválido se suman las leyes que impiden subir a animales al transporte urbano. “No me parece justo que Moma no pueda subir conmigo al autobús”, se quejaba Juan Antonio hace tan solo unos meses, y aprovechó la popularidad de Moma para reivindicar el acceso de las mascotas a los medios de transporte, algo muy común en países de Europa, como Alemania o Bélgica, pero aún muy lejano en España, aunque todo puede cambiar.

Su petición en Change.org con el título “Alcalde de Murcia: Permitan que nuestras mascotas viajen en transporte público” tiene ya cerca de 6.000 firmas. Y esta misma semana, Moma y Juan Antonio fueron invitados al pleno del Ayuntamiento Murcia por IU-Verdes, partido que presentó una moción para que los animales con movilidad reducida puedan hacer uso del transporte público en el municipio.

El concejal de Transportes de Murcia, Javier Iniesta, se ha comprometido a revisar la ordenanza que por ahora solo permite el acceso a autobuses y tranvías de perros lazarillos. No hay ningún cambio tangible todavía, pero es un paso más. Al menos esta historia ha servido para avivar el debate social y replantearse el lugar que deben ocupar las mascotas en nuestra sociedad.

 

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