El 72,7% de las multas en la Región de Murcia recaen en las trabajadoras del sexo y no en sus clientes

“Exigimos el fin de la persecución, discriminación y estigma hacia nuestro colectivo”. Es la reclamación del sindicato OTRAS en el Día Internacional para eliminar las violencias hacia las trabajadoras del sexo, asegura a este periódico Vera, representante de esta organización en la Región de Murcia, donde se dedican a este negocio alrededor de 1.400 mujeres.

En Murcia, reclama, en el año 2013 se puso en marcha una ordenanza municipal para poder multar a las trabajadoras del sexo por captar clientes en la calle. “También se denuncia a los clientes por solicitar los servicios sexuales en la vía pública, pero en mayoría de los casos (72,7%) se penaliza a las trabajadoras”, se queja Vera.

Esta situación hace que las trabajadoras vean a la policía como agentes punitivos y que no tengan confianza con ellos: “Las mujeres encuestadas por el sindicato confiesan que en caso de agresiones o robos nunca llaman a la policía”, lo que las deja a merced de clientes agresivos.

Vera compara esta situación con la de la vecina provincia de Alicante, donde no hay multas. “Las trabajadoras de la calle aseguran que tienen una buena relación con la policía; denuncian cuando tienen problemas y los agentes les atienden con mucho respeto”.  

Las penalizaciones en la Región pueden alcanzar los 3.000 euros si encuentran a las mujeres prestando sus servicios cerca de colegios o iglesias; “pero normalmente las multas suelen ser de 375 euros, una cantidad muy elevada para las mujeres que hacen servicios a veces de solo 10 euros y que como media ganan 800 euros al mes”.

En la capital murciana, el Barrio del Carmen es la diana de la Policía. “En otros lugares donde no hay vecinos, no tenemos problemas, pero en esta zona sí que hay muchas denuncias”. 

Según el sindicato OTRAS el modelo que penaliza a los clientes tampoco es positivo para ellas. “Como demuestra el reciente estudio de Irlanda del Norte, el comportamiento amenazante hacia las prostitutas se ha aumentado en un 200% desde la introducción de multas a los clientes en este país”, explica Vera a eldiario.es Murcia.

Mañana tienen previsto ofrecer una rueda de prensa en Valencia, junto a la Asociación Nómadas para abordar la situación del trabajo sexual en España y tras la que se ha organizado una concentración para reclamar más derechos para el colectivo. 

“Para nosotras la situación ideal es la de Nueva Zelanda y el Territorio del Norte de  Australia”, donde se despenalizó el trabajo sexual en 2003 a partir de los 18 años y se permite vender servicios sexuales en la calle y en los burdeles. La legislación laboral garantiza los derechos de estas trabajadoras. 

Gary Ridgway, asesino de prostitutas

El Día Internacional para eliminar las violencias hacia las trabajadoras del sexo recuerda desde 2003 a las víctimas del asesino en serie estadounidense, Gary Ridgway. 

Entre los años 1982 y 1990, explica Vera, el apodado como el asesino de Green River terminó con la vida de 71 mujeres. En su mayoría eran trabajadoras del sexo y otras mujeres en situación vulnerable. Fue arrestado en 2001. 

En Estados Unidos, continúa la presidenta del sindicato OTRAS, el trabajo sexual está criminalizado y las prostitutas tienen que trabajar en clandestinidad. “Y cuando las compañeras desaparecían, las trabajadoras no se atrevían a denunciar por miedo a ser castigadas; esto le daba al asesino un gran margen del tiempo para deshacerse de las pruebas”.