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Trajes de gala reutilizables en Pamplona para ahorrar en gastos de protocolo

El anterior alcalde, Joseba Asirón, con el traje de gala.

Amaia Otazu

Hay seis ocasiones al año en las que los 27 ediles del Ayuntamiento de Pamplona participan en ceremonias como Cuerpo de Ciudad y se visten de gala: la Función de las cinco llagas (Jueves Santo), Vísperas de San Fermín (6 de julio), la procesión de San Fermín (7 de julio), la Octava a San Fermín (14 de julio), el Privilegio de la Unión (8 de septiembre) y la procesión de San Saturnino (29 de noviembre). Las primeras referencias documentadas sobre el uso de estos trajes de gala se remonta a 1441. Ocasionalmente, se emplean para tomar fotografías oficiales como las del retrato de los exalcaldes que cuelga de una pequeña sala de la Casa Consistorial.

El diseño de estos trajes, si bien ha ido cambiando con el paso de los siglos, permanece invariable desde su última actualización en el pleno del 27 de febrero de 1998. Los de las mujeres son más recientes. Se diseñaron en 1979, cuando se permitió la entrada de mujeres en la corporación municipal. Ellas llevan un diseño inspirado en el traje tradicional de los valles pirenaicos navarros de Aezkoa, Roncal y Salazar, con una falda y chaqueta negras, chal bordado y blusa blanca. Por su parte, los varones visten un frac negro, camisa blanca, chistera, pajarita y tirantes. Cuando los concejales y concejalas toman posesión de sus cargos, se les hace un traje a medida que utilizan durante todo el tiempo que ejercen sus funciones y que pasa a ser de su propiedad al término de las mismas.

Todos los trajes son elaborados en un pequeño taller de confección de Pamplona, y tienen un coste elevado. El de concejala asciende a 3 542 euros, mientras que el de edil llega a los 972,84 euros. La última compra realizada por el ayuntamiento -antes de la toma de posesión de los nuevos ediles- fue de dos trajes y ascendió por encima de los 4 500 euros. Tan solo en el ejercicio económico de 2019, los presupuestos municipales dedican una partida de 40 000 euros destinada a la compra de nuevos trajes o de algunos elementos que se les hayan podido desgastar por el uso.

El elevado coste de los trajes ha llevado a la Comisión de Presidencia a aprobar la creación de un ropero municipal. Cuando los ediles terminen su etapa en el Ayuntamiento, deberán devolver los trajes al consistorio, para que puedan hacer uso de ellos los nuevos concejales y concejalas que tomen posesión de sus cargos. Si desean mantenerlos, deberán abonar su importe. Así, solo se comprarían nuevos trajes en caso de que fuese necesario. Las únicas prendas que no se devolverán serán medias, calcetines y guantes. 

La medida -propuesta por EH Bildu a pesar de no aplicarla durante sus cuatro años de mandato anterior- se ha aprobado con los votos a favor de la oposición -EH Bildu, PSN y Geroa Bai-, y los votos en contra de Navarra Suma, la formación del alcalde, Enrique Maya. A pesar de haber sido aprobada en comisión, tiene que ser aprobada también en pleno, pues modifica el Reglamento de Protocolo del Ayuntamiento de Pamplona.

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