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Habla el polémico letrista de Lendakaris Muertos: “Yo no habría cancelado el concierto de C. Tangana”

Aitor Ibarretxe, delante, a la izquierda, junto al resto de integrantes de Lendakaris Muertos

Rubén Pereda

Hubo una época en la que tenían encontronazos con la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que los acusaba de hacer apología del terrorismo. Lo recuerda Aitor Ibarretxe, cantante y letrista de Lendakaris Muertos, que hace suya la bandera de la libertad de expresión: “Hay que defenderla, que cada quien diga o cante lo que quiera. Habrá mucha gente que se sienta ofendida, pero lo que se dice: si le molesta, que no vaya al concierto”. Ahora, a raíz de la cancelación por parte del Ayuntamiento de Bilbao del concierto de C. Tangana que se iba a celebrar durante sus fiestas, se reaviva la polémica de la censura. “Yo no lo habría cancelado, me guste o no me guste —asegura, tajante—. Ni ese ni otro. Buscaría otro tipo de protesta o manera de llamar la atención sobre el problema”.

Las letras de Lendakaris Muertos, siempre sazonadas de polémica e ironía, no dejan indiferente a nadie. La Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT) enviaba misivas a los dueños de los locales en los que iban a tocar o a los ayuntamientos que los contrataban para alertarles de que sus letras “poseen un claro contenido dañino para la memoria de las víctimas de ETA”. “En el fondo —explica Ibarretxe—, eran amenazas encubiertas para que no nos llevasen. Me imagino que habría sitios que se lo pensarían dos veces a la hora de contratarnos, pero nunca llegaron a cancelarnos”.

Aun así, asegura que jamás han hecho apología del terrorismo: “Nunca nos han llevado ante los tribunales, no han conseguido sentarnos en la Audiencia Nacional, cosa que sí lograron con Soziedad Alkoholika”. “Una cosa es que a la Asociación de Víctimas del Terrorismo le gusten muchas letras o no, y otra muy diferente es que hagamos apología del terrorismo —recalca—. Si la hiciésemos, ya nos habrían sentado en la Audiencia Nacional, porque es lo que quieren hacer. Aunque hablemos de terrorismo, del asunto vasco, no hacemos apología, y eso se sabe, así que estamos tranquilos”. Y tampoco les han llegado a cancelar ningún concierto, pese a las presiones.

“La libertad de expresión, para todo el mundo”

Autores de muchas canciones en las que se aborda el conflicto vasco, como 'Gore ETA', el grupo se ha visto muchas veces “metido en trifulcas políticas, sobre todo en medio del bipartidismo”. Rememora su líder algunas de las campañas más potentes que se han organizado para tratar de que se cancelaran sus conciertos: “El PSOE le había arrebatado la alcaldía al PP y el PP usó nuestra contratación para atacarles”.

Con la cancelación del concierto de C. Tangana se abrió un debate, tanto en el ámbito del feminismo como también a nivel global, sobre la conveniencia y la eficacia del veto. ¿Es una forma de censura cancelar a artistas que tienen letras machistas? ¿Qué medidas se han de tomar con aquellos cantantes cuyas obras denigren a la mujer? Para Ibarretxe, la cancelación no es una opción: “En vez de cancelar su concierto, buscaría otro tipo de protesta, de reivindicación, para que la gente se diera cuenta de que sus letras son machistas. No lo cancelaría, porque la libertad de expresión, de todo el mundo, hay que respetarla”.

De hecho, es Ibarretxe el que escribe las letras de las canciones de su grupo y asegura que las presiones o la sombra del veto no le han hecho callarse lo que quería explicar: “No me he cortado nunca a la hora de escribir una letra. Pero sí que hay que andar con un poco de cuidado para que no te saquen las cosquillas: si sé que alguna letra me va a meter en problemas legales, se usan metáforas, como se ha hecho toda la vida, o se cuenta de otra manera diferente, de una que sabes que no te va a dar problemas. A nadie le apetece sentarse en un banquillo y que le toquen las narices o que le quiten el pan”. De hecho, incide en el aspecto económico: “Al fin y al cabo, los cantantes y los grupos viven en parte de las actuaciones en directo; si hay problemas y no pueden tocar, no van a comer. Me imagino que a C. Tangana le irían a pagar muchísimo dinero y le habrá dolido en el bolsillo, porque los ayuntamientos pagan muy bien y él ahora se queda sin cobrar”.

“Hoy en día, el tema de la violencia contra las mujeres está más en los medios —comenta—. Si, desgraciadamente, en todas las fiestas hay agresiones sexuales, violaciones y demás, genera mucho malestar llevar a alguien al que se le acusa de cantar letras sexistas”. Aun así, lo matiza: “Al final, si yo defiendo la libertad de expresión, la tengo que defender siempre, aunque no me guste lo que cante”. Por eso cree que Elkarrekin Podemos —su grupo municipal en Bilbao fue el que, junto a EH Bildu, impulsó la cancelación después de la campaña ciudadana— debe hacer autocrítica: “Defendemos todas las libertades de expresión o ninguna, no solo las que nos gustan a nosotros. Eso es de cajón. Aun así, entiendo que son temas complicados, en parte porque son nuevos”.

Cree que el problema tiene muchas aristas y que se ha de ir al fondo de la cuestión para solucionarlo. “Recuerdo que hace años escuchaba a C. Tangana y sus letras no eran machistas, pero he visto que ha ido cambiando —comenta—. ¿Por qué? A mí me parece una moda, una tendencia ligada al estilo musical, pero ahí está y, desgraciadamente, es la música que más se escucha”. Es, desde su punto de vista, “una moda, un espíritu, un rol que muchos cantantes han importado”. “Se generó en los Estados Unidos, donde hay letras muy machistas y tienen su manera de expresare. Aquí se han subido al carro, pero tampoco llego a entender muy bien por qué”, explica.

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