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“Quiero que el público me acepte como actor y no como personaje”

El actor Canco Rodríguez.

Garikoitz Montañés

Juan José Rodríguez (Málaga, 1977), alias Canco Rodríguez, lleva con naturalidad que una pequeña parte del público le identifique por su nombre. Sin embargo, pocos televidentes no reconocen a El Barajas, el descerebrado amigo de Chema en Aída. Rodríguez toma el relevo este jueves de Alex O'Dogherty como maestro de ceremonias en The Hole 2, y afirma que lo hace con ganas. Con ilusión por vivir la fiesta y también por demostrar al público otra faceta como actor, divertida pero que poco tiene que ver con su personaje más conocido. Canco Rodríguez habla de ello, de la seducción, de los prejuicios y de la alegría de vivir porque, para él, todo eso está asociado a la función que el Teatro Gayarre ofrece durante estos sanfermines.

Se estrena este jueves en Pamplona como maestro de ceremonias en The Hole 2.The Hole 2

Tengo unas ganas locas de ir a Pamplona en estas fechas, y vivir un poco las fiestas y si, encima, puedo trabajar, mejor que mejor. Supongo que la gente tendrá muchas ganas de disfrutar. Y este es un show que te activa y te pone las pilas, te da ganas de vivir la vida.

No tiene que ser fácil animar al público a que haga un pequeño parón en los sanfermines para acudir al teatro.

Lo que pasa es que ir a The Hole durante los sanfermines es continuar la fiesta, no es hacer un parón. Aquí la sangre te fluye igual que si estuvieras en la calle tomando algo. Por eso creo que tuvo éxito el espectáculo el año pasado durante las fiestas.

¿Dónde está el límite entre la provocación y el sexismo? Porque ya sabe que los carteles publicitarios de The Hole generan debate en Pamplona.The Hole generan debate

En The Hole la clave es provocar, lo que pasa es que desde hace tiempo se relaciona esto con un tema sexual, cuando en realidad se trata de un espectáculo que provoca un montón de cosas. Claro que hay una connotación sexual, pero yo diría que es más bien sensual que sexual, porque lo que más provoca ante todo son risas, también hay números de cabaret, circenses… En la cartelería es cierto que se juega mucho con la imagen, con los desnudos, porque eso tiene más reclamo que ver a un equilibrista. Pero lo cierto es que en el show vas a ver más a equilibristas que a chicos o chicas semidesnudos. Así que los carteles censurados por las calles de Pamplona nos hacen mucha gracia.

¿Es habitual?

Ha ocurrido en otras plazas, pero parece de otra época. Y hay mucha gente que, al ver esas críticas, comenta que se nota que quien lo hace no ha ido a ver el espectáculo. Porque luego te das cuenta de que no es para tanto. El mensaje de The Hole es positivo, esperanzador y te anima a no olvidarte de tus sueños. Y todo eso no tiene nada que ver con el tema sexual.

Entonces también se puede acusar a The Hole de emplear la imagen para atraer el público.The Hole

Claro. Es que la imagen, la seducción y el vestuario también están presentes en el show. Al final, lo mires por donde lo mires siempre puedes encontrar una crítica: ya sea porque vendemos humo y no hay desnudos o, por el otro lado, por lo provocadores que somos. La clave, al final, es que hablamos de un espectáculo que está triunfando en España y que Pamplona tiene la suerte de que los programadores del teatro hayan decidido arriesgarse con él en fiestas.

Igual el riesgo fue mayor el año pasado, porque la fórmula ya funcionó.

Y seguimos funcionando, también en lugares como Murcia, por ejemplo, Pero siempre es un riesgo, porque no sabes cómo va a responder la gente.

Y más ante un espectáculo tan difícil de describir. Hay monólogo, canción, cabaret, equilibrismo... y durante más de tres horas.

Nosotros necesitamos tener a la gente vulnerable, porque vienen con los códigos habituales de ver una obra de teatro. Por eso dura tanto, porque necesitamos una hora y media para desestructurar todos esos códigos, debilitarlos, para que el público empiece a soltarse de verdad. Para que lo vivan y se suelten, porque llegan a hacer cosas en The Hole que jamás se imaginaron que harían. Le preguntas a alguien si su pareja es la mujer de su vida, por ejemplo, y se sinceran y dicen No lo sé. Y la gente grita ¡Pero di que sí, hombre! (risas).

¿No tienen ganchos entre el público?

No, no los hay. Y se sabe porque es gente que luego vuelves a ver en una churrería cualquier día. Está claro que el espectáculo también depende de la gente: les puede gustar, pero si echan leña al fuego, no lo van a olvidar en la vida. Puede ser bueno o inolvidable.

Personalmente, para usted ¿qué supone ser el maestro de ceremonias de The Hole? Ya participó en Hoy no me puedo levantar, pero no sé si The Hole puede considerarse un musical.The Hole Hoy no me puedo levantarThe Hole

Para mí no es un cambio de registro, porque al final trabajo con la voz, la danza... cuestiones en las que me he cultivado, pero sí es verdad que The Hole me ayuda a romper con todos los personajes que he venido haciendo. Más cómicos, más alocados, muy al límite, y en este caso es más sensual, más atractivo, con comedia pero con un punto picante. Más que un reto, está siendo un cambio de imagen en mi carrera, y me sirve para demostrar que los actores en España tenemos una gran preparación, y no solo valemos para hacer el personaje de turno. Por eso también digo que lo bueno de Canco está por llegar.

Esta es la pregunta obvia de la entrevista: ¿cómo lleva que el público no le conozca tanto como Canco Rodríguez sino como El Barajas de la serie de televisión Aída?El BarajasAída

Es normal, si he estado llevando diez años con ese personaje; lo raro sería al contrario. No puedes pelearte con eso, pero sí que quiero transmitir al público que me acepte como actor y no como personaje. Y en España, por suerte o por desgracia, cuesta mucho. Y hay que hacerlo muy poco a poco.

En una entrevista en 20 Minutos afirmó que no le importaría probar en papeles más dramáticos...una entrevista20 Minutos

No es que no me importe, es que lo estoy deseando. Nunca me he puesto el límite de hacer solo comedia. Pero he hecho cine, televisión, teatro, musicales, ahora cabaret... al final he tenido mucha suerte. Son ya muchos años seguidos trabajando, y estoy agradecido me encasillen o no. Porque la mitad de mis amigos están en la oficina del Inem, por desgracia.

Se le asocia mucho con Aída, pero quería preguntarle también por la película La fiesta (2002), que fue un éxito con un presupuesto de 6.000 euros. ¿Es cierto que no cobró por aquel papel?AídaLa fiesta

(Ríe). No, no, no cobró nadie, ni actores, ni equipo técnico, ni directores... La fiesta fue un proyecto importantísimo, primero por conseguir terminar la película, pero luego también por cómo se sacaron 100 copias, que es una barbaridad. Fue una película adolescente universitaria hecha por adolescentes universitarios, así que sí, fue un antes y un después. Así ya tenía una tarjeta de visita al hacer una prueba y decía ¡Tengo una película! Además, se creó una especie de culto en torno a ella, como algo que no podías perderte si eras universitario.

Usted estudió tres años de Periodismo, ¿algo queda de eso?

Siempre queda algo. Tengo pasión por los medios de comunicación, por seguir la información, y también me enfadan muchísimo los posicionamientos de las empresas de comunicación. Pero eso te ayuda también a la hora de interpretar las noticias.

A través de su cuenta de Twitter se ha pronunciado, por ejemplo, contra la Ley Mordaza o contra el caso Zapata.el caso Zapata

La verdad, me cuesta creer que la gente se crea esta gilipollez [se refiere al caso Zapata], y que por peleas electorales consigan martirizar a un chico que hace cuatro años escribió unos chistes más o menos graciosos. Porque no se trata de criticar esos chistes, sino de atacar a ese partido que ha salido ahora que es Podemos. La gente tiene que darse cuenta de que cuando un partido hace una crítica a otro no es tan simple, y debe mirar cuál es el objetivo.

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