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Comptos pide a Salud que ponga orden en sus inversiones para no retrasarlas por falta de equipamiento

El antiguo Hospital de Navarra, ahora integrado en el CHN.

Garikoitz Montañés

El Departamento navarro de Salud invirtió, entre los años 2008 y 2014, un total de 237,935 millones en infraestructuras sanitarias, la gran mayoría (el 69%) correspondiente a nuevas construcciones: 165,11 millones. Este “esfuerzo inversor” se concentró, principalmente, entre los años 2010 y 2011, cuando se gastó el 47% del dinero mencionado. Las previsiones realizadas en 2008 fallaron, y los ajustes presupuestarios motivaron “retrasos significativos” en las inversiones, su equipamiento y su puesta en funcionamiento.

Estos son algunos de los datos que se recogen en un nuevo informe de Comptos, la Cámara que fiscaliza las cuentas públicas de Navarra, que cuestiona si este fue el sistema adecuado para acometer estas actuaciones. La Cámara, en sus conclusiones, viene a pedir al Gobierno Foral que ponga orden en sus actuaciones, y solo acometa nuevas tras finalizar las anteriores para así lograr una apertura más inmediata. Este informe recoge, además, paso a paso, las actuaciones realizadas, las retrasadas y las desviaciones. 

En este sentido, la entidad recuerda, en este documento, que muchas de estas actuaciones (como parte del Plan Navarra 2012, cifrado en más de 4.508 millones) se justificaron porque suponían una mejora de la atención asistencial, ya fuera por aumento de la capacidad o avances técnicos. Y, en casi todas las actuaciones, según apunta Comptos, las obras se realizaron con desviaciones que no han superado el 10% del precio adjudicado, y la entidad determina que son imprevistos debidamente justificados.

De las finalmente ejecutadas, las más importantes han sido la remodelación del pabellón C del Hospital de Navarra (al final de 2014, se habían ejecutado más de 27 millones), o el nuevo edificio de Urgencias (25,63), que finalmente al servir para todo el Complejo costó 6,16 millones más de lo previsto, al incluir por ejemplo una galería que conectara el nuevo edificio con los dos hospitales. Otras actuaciones reseñables son el centro de investigación del Hospital de Navarra (21,14) o la remodelación de zonas quirúrgicas de Tudela (11,7). Desde la plataforma Ribera en Defensa de la Salud Pública han criticado precisamente que en los últimos años se hayan priorizado las inversiones del Complejo Hospitalario mientras se ha dejado de lado zonas como la Ribera, una reivindicación que motivó una manifestación y una campaña publicitaria de UPN para defender las actuaciones sí encaminadas.

En los debes, Comptos recuerda que aún no se han equipado todas las unidades sanitarias finalizadas. Por ejemplo, recuerda que no todos los servicios del pabellón C del Hospital de Navarra se han puesto en marcha, como la unidad de endoscopias, la UCI, los dos quirófanos y las unidades de corta estancia; las zonas quirúgicas de Tudela, que por ejemplo ha paralizado la remodelación del edificio antiguo, y las de Virgen del Camino (18,72 millones). Otras cuestiones que refleja el informe es la ubicación temporal (y muy criticada por el personal) de los laboratorios en el nuevo Centro de Investigación Biomédica (costó 21,14 millones, con 7,81 aportados por la Unión Europea), que tres años después de su finalización aún no tiene en funcionamiento todas sus áreas; ni se ha puesto en funcionamiento una sala de diálisis terminada en 2009 en el Hospital de Navarra (la ampliación de dos salas iguales costó 380.137 euros), algo destacado por Comptos porque se siguen derivando pacientes por esta cuestión a “un centro privado”.

Grandes proyectos aplazados

A estos proyectos se suman otros que, a raíz de la crisis, también han sido aplazados. Por ejemplo, el informe de Comptos menciona el complejo asistencial médico tecnológico (se llegó a autorizar en 2010 un gasto de 1,2 millones, y en 2011 se desetimó, tras un gasto de 95.850 euros) o el centro nacional de imagen médica, cuyo coste se calculó en torno a los 18,71 millones, se planteó una colaboración con el Gobierno central, se gastaron, según ha alegado el Gobierno Foral, unos 95.052 euros pero, en la actualidad, el proyecto está replanteado y, previsiblemente, se ubicaría en algún edificio ya existente.

Por todo ello, Comptos recomienda que, en lugar de acumular tantas grandes inversiones, se opte más por realizar una y esperar a su finalización para acometer la siguiente. La clave, para la Cámara, es realizar estas actuaciones “en plazo”, porque no tiene sentido simultanear tantos proyectos para, al final, conseguir demorar su finalización y su puesta en marcha.

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