Crece el número de unidades de barrio en Policía Municipal de Pamplona
“Se ha pasado del modelo de policía de intervención al de proximidad”. El jefe de la Policía Municipal, Jesús Munárriz, se felicitaba el día del patrón del cuerpo por los buenos resultados que está dando la puesta en marcha del concepto de policía comunitaria en Pamplona. A las unidades de policía de barrio que comenzaron a funcionar de forma piloto en San Juan, San Jorge y Echavacoiz, y gracias a la “buena acogida” que han tenido, se suman progresivamente nuevas unidades en Rochapea y Buztintxuri. Es el cambio que, además de llegar al Ayuntamiento de Pamplona de la mano del alcalde Joseba Asirón, de EH Bildu, está dejando también huella en el cuerpo local de policía.
El cambio formaba parte de los dos objetivos principales que se fijó el equipo de gobierno local cuando accedió a la alcaldía: conseguir una proximidad estratégica y sanear el ambiente de trabajo en Policía Municipal de Pamplona. Transcurrida la mitad de la legislatura, tanto el alcalde como el jefe policial consideran que los objetivos se han logrado o están a punto de hacerlo. Así que es el momento de incrementar los efectivos destinados a esta policía de proximidad.
El propio Asirón fue el encargado de explicar las fases y las características de la implantación de este modelo policial. “Se trata de apostar por una policía de proximidad, con un arraigado sentido comunitario y que, sin descuidar la vertiente de seguridad, favorezca la convivencia y la resolución de conflictos”, señaló el primer edil. Para su puesta en marcha, el equipo de Gobierno diseñó dos fases. En la primera etapa, las tres unidades de barrio que comenzaron a funcionar han llevado a cabo protocolos de actuación y han establecido nexos de unión con el tejido asociativo de cada barrio. Además, han preparado los cauces para permitir la mediación entre particulares.
Su cometido fundamental es el de recopilar los problemas detectadas por los propios vecinos y el tejido asociativo y de darlas a conocer en Policía Municipal para una gestión estratégica de las políticas de seguridad que se deben implementar y de los servicios concretos que haya que desarrollar. A ello hay que sumar la mediación policial y la gestión policial de la diversidad como herramientas de trabajo.
En una segunda fase de la implantación de la Policía Comunitaria se tiene previsto que cada concejalía de barrio tenga asignado un policía de enlace para plantear directamente los problemas comentados por los diferentes agentes en cada barrio y estudiar las consiguientes respuestas o soluciones. De momento, los barrios de Rochapea y Buztintxuri cuentan ya con sus unidades de policía de barrio asignadas, un servicio que el Ayuntamiento confía en ir ampliando a nuevos barrios de forma progresiva.
