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Los trajes de gala del Ayuntamiento de Pamplona: hasta 3.000 euros

La corporación municipal en la procesión de San Fermín con el traje de gala. Foto: Ayutnamiento de Pamplona.

Celia Bustamante

Termina la legislatura y comienzan los preparativos para dar la bienvenida a los nuevos concejales del Ayuntamiento de Pamplona con la publicación del concurso para realizar los trajes de gala que lucirán los nuevos miembros de la corporación. 6.300 euros destinados a confeccionar los trajes a medida para los nuevos cargos electos. Unos trajes que, una vez terminado el mandato en el consistorio, cada edil se lleva a su casa. De los miembros de la corporación actual todo, excepto Edurne Eguino, la concejal de Izquierda Ezkerra tienen su propio traje de gala que lucen cinco veces al año, en momentos como la procesión de San Fermín o el día de San Saturnino.

De momento, el ayuntamiento ha realizado la estimación de que serán 8 concejales varones quienes entrarán por primera vez en el salón de plenos. Por ello los 6.300 euros que tendrán que ser revisados una vez realizadas las elecciones ya que puede variar la composición del nuevo ayuntamiento y con ello, el contrato para la realización de los trajes de gala. Pero, ¿es un gasto necesario?

La mayoría de grupos municipales coinciden en que la gestión de los trajes de gala debería cambiar para que pudieran ser reutilizados por otros miembros de la corporación, como sucede con los trajes de los timbaleros o txistularis, para lo cual el consistorio dispone de un fondo de armario con prendas que puedan ser utilizadas por quienes en ese momento lo necesiten. Sin embargo, en el caso de los concejales, una vez terminado el mandato salen del ayuntamiento con su traje, valorado entre 1.000 y 3.000 euros.

Las propuestas de los grupos pasan por reducir el coste de los trajes con telas más asequibles, realizar trajes con tallas estándar y no a medida para que puedan ser utilizados por más de una persona, o dejarlos en el consistorio para que los nuevos miembros de la corporación puedan utilizarlos con los arreglos oportunos. La mayoría de grupos coincide en que debería cambiar la gestión, pero ninguno ha planteado medidas para que este cambio se produzca durante su mandato.

Propuestas

La postura más radical en este asunto llega de Edurne Eguino, concejal de Izquierda Ezkerra que no se ha realizado el traje porque considera “que la institución municipal tiene que ser aconfesional y creo que no hay que participar en actos religiosos de ningún signo”. Al participar a título personal, en caso de que el concejal quiera, no sería necesario en ningún caso llevar un traje de gala.

Sin embargo, otros grupos son partidarios de mantener la tradición, ligada o no a actos religiosos. Jorge Mori, del PSN defiende que el gasto de los trajes “es necesario para mantener la tradición, que es algo que está así, aunque sí se puede tomar en consideración y ver cuánto cuesta hacerlo de otra manera”. Postura similar a la defendida por Bildu, cuyos miembros cuentan con traje de gala, pero consideran, como dice su portavoz, Peio Martínez de Eulate, que “podría haber un fondo de armario con trajes que se puedan arreglar, podría ser una buena solución, igual que otros que forman parte del cortejo municipal”. También desde el PPN apuestan por cambiar las cosas. “Yo no tengo ningún afán de llevarme un traje de la ciudad que no me corresponde”, dice Cristina Sanz, “tenemos concebido que es un gasto de representación por ser concejal, es para cumplir con una función dentro de mis responsabilidades”, aunque asegura que estaría “encantada” de devolver el traje si otra persona lo pudiera utilizar.

¿Qué hacen los concejales con un traje de gala una vez terminado su mandato? Hay desde quien lo guarda en casa porque le tiene “cariño”, a quien lo dona a grupos de teatro, que es, por ejemplo, la intención que tienen los concejales de Bildu que no repitan en el cargo.

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