El plan contra la violencia sexista dispondrá de 22,5 millones para aplicarse en seis años
Sin prisa pero sin pausa, el plan de acción contra la violencia hacia las mujeres va concretándose en Navarra. El Gobierno foral aprobó ayer el documento que recoge unas 80 iniciativas concretas para aglutinar de forma ordenada la política contra la violencia sexista que quiere ponerse en marcha en la Comunidad foral. Según anunció el gabinete que preside Barkos, el plan estará dotado con 22,5 millones de euros y su aplicación completa está prevista dentro de seis años. El plan incluye un calendario de implantación gradual que, entre otras cuestiones, prevé para el año que viene la elaboración de unos planes de formación que serán obligatorios para los funcionarios y las personas que intervengan en los procesos de atención a mujeres víctimas de la violencia machista.
La aprobación de este plan es el primer paso para el cumplimiento de la ley foral para actuar contra la violencia hacia las mujeres, aprobada en abril de 2015. El plan lleva elaborándose más de un año, y ha sido sometido a dos procesos participativos: el primero entre personal técnico y profesionales y el segundo entre la población en general. De este segundo proceso, informó el Gobierno, se han incorporado más del 95% de las iniciativas al documento final, que recibió el visto bueno del Consejo Navarro de la Igualdad el pasado día 17.
Los objetivos que persigue el plan son cuatro: consolidar la igualdad de género en las políticas públicas, coordinar y gestionar de forma homogénea todas las actuaciones de atención a las víctimas de la violencia sexista, mejorar la seguridad y protección integral de dichas víctimas y sus familias, y conseguir una mejor competencia profesional y especializada de los profesionales que trabajen en este ámbito.
Este último objetivo es, precisamente, una de las reivindicaciones más largamente reclamadas por colectivos feministas en la lucha institucional contra la violencia sexista. El plan recoge la necesidad de “pasar de la sensibilidad personal a la competencia profesional, generando los convenios y acuerdos necesarios con la normativa específica de cada grupo de profesionales interviniente”. Los objetivos de este eje estratégico de formación profesional son “garantizar que toda la red de profesionales con responsabilidad directa en la prevención y detección de la violencia, y en los recursos de atención, protección y justicia, tiene la formación adecuada y actualizada para intervenir en materia de violencia contra las mujeres”.
Pero, además del ámbito público, el plan contempla “generar las condiciones para que los diferentes ámbitos de intervención especializada, pública y privada, tengan las herramientas necesarias para adecuar su intervención a la realidad de la violencia contra las mujeres”.
Según el cronograma del plan, durante 2017 se elaborará un mapa de recursos de formación en materia de violencia contra las mujeres, se diseñarán y redactarán los planes de formación, se aglutinarán los recursos técnicos de apoyo para esta formación y se establecerá una periodicidad para la impartición de cursos, así como los niveles de formación que deberá acreditar cada profesional que trabaje en el ámbito de la lucha contra la violencia sexista. El objetivo del plan es que todas estas medidas estén ya plenamente implantadas para 2018.
El plan incluye también un apartado sobre financiación en el que se advierte de que esta formación costará 127.500 euros el próximo año, 129.500 el siguiente, 136.500 en 2019. Para este año, según el plan, se han dedicado ya 134.090 euros.
