Las asociaciones se esfuerzan para conseguir voluntarios en verano
Con las vacaciones de verano, los voluntarios que colaboran asidualmente con las asociaciones, también descansan. Las agrupaciones hacen un llamamiento a las personas que quieran colaborar para suplir los puestos que quedan vacantes. Esther Valencia, responsable del Departamento de Ocio de Aspace Álava, asociación de apoyo a la parálisis cerebral, reconoce que es más difícil “el trabajo que se hace en verano, ya que es más intensivo y comprometido. Se necesitan 10 días, incluso 15 de disponibilidad”. Aún así, Libe Romaña de Cruz Roja Bizkaia, afirma que “la provincia es solidaria” y en la campaña de recogida de alimentos “la respuesta ha sido masiva, el teléfono estaba colapsado”.
La asociación de Aspace Álava, al tratarse de una asociación de apoyo a los afectados por parálisis cerebral, se necesita un voluntario por dependiente. Hasta la fecha, la responsable de ocio dice que han “tenido suerte” y que las necesidades previstas se han cubierto. Aún así echan mano de elkarteak.info y mediante difusión por la prensa, las asociaciones comunican esa falta de voluntarios para las campañas y colonias de verano. Asimismo, las personas que quieren colaborar con las agrupaciones tienen allí la oportunidad de anunciarse y hacer visible su deseo de ayudar.
Gracias a las colaboraciones desinteresadas, 620 personas participarán entre julio y agosto en las vacaciones de Gorabide, una asociación orientada a dar apoyo a las personas con discapacidad intelectual de Bizkaia. Son 470 personas con discapacidad intelectual y 150 personas voluntarias que forman parte del servicio de tiempo libre de la asociación.
“Antes había más voluntarios, ahora se buscan ingresos”
De entre todos los colectivos con los que se puede trabajar, Beatriz García es voluntaria de Gorabide Bizkaia y se dedica a cuidar, por cuarto año consecutivo, a personas con discapacidad intelectual. Cree que “ser voluntario en realidad es egoísta, porque recibes más de lo que das”. Para ella, ir un día a la asociación es olvidarse de todos los problemas durante un rato.
La voluntaria comenta que las motivaciones principales de la acción es “dar tiempo y trabajo, pero también recibir experiencias, satisfacción y buenas relaciones”. A veces en verano “puede tocarte un grupo duro y asumir más responsabilidades, pero lo más gratificante es la madurez que adquieres y que ayuda a enfocar la vida de otra manera”. Aún así, cree que “mucha gente no lo valora y que debería haber más voluntarios. En la rama de los discapacitados es más vocacional, pero al hacerse cargo de niños, se buscan ingresos”.
Beatriz García admite que la labor de los voluntarios es imprescindible, pero que se podrían organizar más eventos e impulsar más actividades si contasen con alguna aportación económica más, ya que asegura que los presupuestos se han recortado un 40%.
