Se llamaba Gorka Bengoa. No ha dormido bien, pero es lunes así que se levanta sobre las 6 de la mañana, se afeita, se viste, se toma un café con galletas y baja al garaje, se sube al coche, bajo el que tantas veces se tumbó años atrás en busca de una bomba lapa, ahí es donde se fue rompiendo, y ...