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El Centro Cívico de Cazoña no entrará en la campaña electoral de los partidos

De la Serna no presentó a la cita con los vecinos al ver que le esperaban con pancartas de protesta.

Rubén Vivar

El Centro Cívico de Cazoña no entrará en campaña. O, al menos, no con el beneplácito de los vecinos de la zona. Después de tres décadas esperando a que esta histórica reivindicación pase del papel a la realidad, los vecinos han dado 'portazo' a las invitaciones de los partidos políticos para presentar y anunciar conjuntamente la futura y próxima construcción de la dotación social.

Están hartos de ver cómo cada cuatro años el proyecto se convierte en un 'toma y daca' entre las distintas formaciones, y ya no quieren más promesas. Lo que exigen son hechos. Por eso, se han negado a participar en un acto con el equipo de Gobierno del PP de colocación ficticia de la primera piedra -el proyecto no se ha licitado-. También han dado 'calabazas' a las llamadas de otros partidos que están en la oposición.  En todos los casos han atendido y escuchado sus explicaciones y buenas intenciones, pero no están dispuestos a 'hacer el juego' a ninguno en los medios de comunicación.    

“Cazoña no tiene nada que agradecer a ningún partido. Todos tienen una deuda histórica con el barrio. Ya está bien de explotaciones políticas”. Así lo cuenta a este diario el presidente de la Asociación de Vecinos 'Amigos de Cazoña', Antonio Puente, quien recuerda que “todos los partidos siempre han mostrado su compromiso y conformidad con el proyecto pero en 25 años ninguno ha cumplido”. Por ello, durante esta campaña no quieren ser “correas de transmisión” de ninguna formación. “La asociación sólo quiere que se haga realidad un sueño”, enfatiza.  

“A nosotros no nos importa quién ponga la placa. Sólo queremos que ver funcionar el centro cívico”, insiste Puente. El presidente de la Asociación de Vecinos recuerda que ya en los años 90, con Víctor Gil como concejal de Obras, se aprobó un Plan Parcial para modificar la calificación de las parcelas del barrio. Entonces, se acordó que la C-14 estaría destinada para este fin al situarse en el centro y ser más accesible que el resto.   

El colectivo organizó mesas redondas y distintas actividades para “involucrar” a los partidos. Todos se mostraron favorables. Sin embargo, el equipamiento no salió adelante durante la época de José Joaquín Martínez Sieso (PP) como presidente de Cantabria, en la que gobernaba con los regionalistas.

Tampoco durante los ocho años de la coalición PRC-PSOE (2003-2011). Si bien éste Ejecutivo redactó el proyecto a través de un concurso de ideas, el mismo nunca encontró dotación presupuestaria para ejecutarse. En estas dos legislaturas, el principal escollo fue la confrontación permanente entre el alcalde de Santander, el 'popular' Íñigo de la Serna, y los mandatarios del Ejecutivo autonómico Miguel Ángel Revilla y Dolores Gorostiaga. Además de discernir sobre quién debía sufragar los costes de la obra, en la mesa también existía un debate sobre la titularidad del terreno, que estaba en manos de la Administración regional desde que se transfirieron las competencias a las comunidades autónomas. 

En los últimos cuatro años, con el Partido Popular 'al mando' en el Ayuntamiento de Santander y en el Gobierno de Cantabria, han visto cómo ha pasado otra legislatura en blanco, pese a que éste fue uno de los compromisos explícitos de Ignacio Diego en la campaña electoral de 2011, la que le aupó a la presidencia regional. 

Escrache al alcalde 

Espoleados por el hartazgo de ver cómo otra legislatura más el proyecto permanecía en los cajones, la Asociación ha sido muy tenaz durante esta legislatura. Tal es así que incluso llegaron a hacerle un 'semi-escrache' al alcalde de Santander. Y fue 'semi' porque el regidor municipal al enterarse que los vecinos le estaban esperando con pancartas, se dio la vuelta a mitad de camino cuando se dirigía al barrio para hacerse una fotografía y exponer a los vecinos los trabajos de mantenimiento realizados a través del plan de barrios 'Se Avecina'. La edil Carmen Ruiz, que llegó antes a la cita con los vecinos, fue quien dio la 'voz de alarma'.

Puente relata que al ver que el Ejecutivo de Ignacio Diego no cumplía su palabra, pidieron al Ayuntamiento que acometiera la inversión, tal y como el Consistorio ha hecho en los centros cívicos de Numancia y Río de la Pila, donde también aportaron fondos Telefónica y la Fundación Botín, respectivamente. El equipo de Gobierno accedió a la petición.

Para ello, el Ayuntamiento solicitó al Gobierno que cediera la titularidad del terreno, un trámite administrativo que se ha alargado más de lo previsto y que se ha cerrado recientemente, al igual que la modificación del proyecto original. Del mismo, se ha 'caído' el aparcamiento subterráneo de dos plantas que estaba previsto. Los estudios de mercado han dejado patente que no hay demanda.

El equipo de Gobierno también ha eliminado del proyecto la cafetería al entender que es “discriminatorio” con otros centros que no gozan de este servicio. El espacio se aprovechará para introducir una oficina de asuntos sociales. 

Así todo está listo. Ahora queda por ver cuándo saldrá a licitación. Los comicios del 24 de mayor pueden ser un buen aliciente.           

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