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Los 4.000 beneficiarios de las ayudas al alquiler comienzan a cobrar las mensualidades pendientes

José María Mazón y Francisco Javier Gómez durante una rueda de prensa. |

Laro García

Los 3.398 beneficiarios de las ayudas al alquiler del Gobierno de Cantabria han comenzado a cobrar esta semana las mensualidades atrasadas de enero, febrero, marzo y abril, después de que la Consejería de Vivienda haya adelantado este año los pagos con respecto a ejercicios anteriores pese a que el número de solicitudes había crecido considerablemente en 2016.

Según explican desde el departamento que dirige José María Mazón (PRC), la inversión total del Ejecutivo autonómico en estas ayudas rondará los seis millones de euros, duplicando de esta forma la cuantía destinada a esta materia en 2014. El cambio de condiciones, para hacer más flexible el acceso a las ayudas, provocó un incremento exponencial en el número de solicitantes, que alcanzó las 4.422 personas frente a las 2.651 que completaron los trámites en 2014. 

Pese a que son casi 4.000 las solicitudes que han sido admitidas, el número de personas beneficiarias -que incluye a todos los miembros de la unidad de convivencia en la vivienda alquilada- se sitúa en 8.089 personas, un 42% más que antes de la toma de posesión del actual Gobierno bipartito, según los datos que maneja la Consejería. Del total, el 28% recibirán la ayuda por tercer año consecutivo, después de que se ampliara el plazo para solicitar la subvención.

Además, el importe medio de la ayuda a recibir también ha crecido, hasta situarse en los 1.747 euros anuales, con mensualidades que rondan los 150 euros de media, que suponen una subvención de hasta el 40 por ciento de la cantidad de la renta. Entre los cambios más significativos que ha introducido Vivienda está la posibilidad de que se acogieran a la convocatoria personas o familias sin ingresos, algo que no era posible hasta ahora.

Sobre las 648 solicitudes denegadas, el consejero explicó recientemente que la mayoría (277) se deben por el incumplimiento de sus obligaciones con Hacienda, la Seguridad Social o la Comunidad Autónoma, porque la vivienda no se destina domicilio habitual (154) o porque el solicitante no tiene su domicilio fiscal en Cantabria (102).

Colapso en la gestión

El comienzo del pago de las ayudas llega tras superar momentos complicados en la gestión de la documentación que se requería a los solicitantes. Los beneficiarios de estas subvenciones y los funcionarios que las tramitan denunciaron en eldiario.es Cantabria el “colapso” para realizar trámites “farragosos e innecesarios”. “Esto no es puntual, lo venimos sufriendo desde hace años sin que nadie ponga remedio”, explicaba entonces el personal que atiende a los ciudadanos.

El director general de Vivienda de Cantabria, Francisco Javier Gómez Blanco (PRC), no ahorró calificativos para definir la situación en la que se encontró la Oficina de Vivienda: “bochornoso” o “tercermundista” son algunos de los términos que empleó en declaraciones a este medio para definir un servicio bajo su tutela que tuvo que responder en tiempo récord a los 4.000 beneficiarios de la última convocatoria de las ayudas al alquiler que ha resuelto el Ejecutivo autonómico.

“Más que un fallo de cálculo, lo que ha pasado es que ha habido un incremento de más del 40% en el número de solicitudes. Si a eso le unimos que hemos intentado acortar los plazos para poder pagar cuanto antes, da lugar a estas molestias e incomodidades”, aseguró el director general de Vivienda, que ahora comienza a ver los resultados de una gestión complicada en plena crisis.

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