Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

“No sé si Japón está o no de moda, pero para mí fue muy curioso encontrar tantas diferencias respecto a Occidente”

El fotógrafo santanderino Eduardo Rivas

Blanca Sáinz

Eduardo Rivas es fotoperiodista, fotógrafo, diseñador gráfico, diseñador web y probablemente muchas cosas más. Este santanderino, que no debe tener tiempo ni de respirar, presentó este viernes su exposición 'Tokyoto' en la Biblioteca Central de Cantabria. Este extraño nombre inventado por él, salió de combinar Tokyo y Kyoto, la nueva y la antigua capital japonesa, lo que para Rivas representa la modernidad y la tradición.

Y justo eso es lo que encontraremos desde el 6 de julio en la sala Angar, una visión personal de lo que representa la cultura japonesa y sus particularidades. Rivas, que se confiesa un apasionado de la antropología, cuenta que sigue investigando y viajando para continuar mostrando otros tipos de mundo que van mucho más allá de las típicas fotografías de viajes.

¿Qué es ‘Tokyoto’ para su autor?

Es una vivencia, un proyecto personal fotográfico en el que a nivel personal propongo la visión de un viaje para conocer algunos de los matices de la cultura japonesa. Del viaje a Japón es muy amplio lo que se puedes sacar y por mi parte, donde me centré fue en lo que más me llamo la atención, que fue el hilo conductor del trabajo, que es la tradición y la modernidad en Japón. Esa simbiosis y las contradicciones que hay. Por tanto, la exposición es una especie de diario visual de un viaje.

Respecto al significado de Tokyoto, resulta que en japonés ocurre igual que en castellano, y Tokyo y Kyoto tienen las mismas sílabas aunque cambiadas de orden. Por lo que lo utilizo como una metáfora, ya que Kyoto es la antigua capital del  imperio -lo que me sirve como metáfora de la tradición- y Tokyo es la capital de la moderna. Entonces surge la fusión de esta palabra, que es una palabra inventada pero que fusiona perfectamente el concepto de la tradición y la modernidad.

¿Considera que Japón está de moda? 

No lo sé y tampoco me importa. A mí me ha parecido siempre un país tan lejano y tan misterioso… Puede ser que ahora sea más cercano porque los precios de los vuelos han bajado bastante, además su cultura ha ido entrando poco a poco porque antes era más marciana para nosotros, pero con el cine y el anime se ha conocido más.

¿Tan diferente es la vida japonesa de la occidental?

En algunos matices sí y en otros no. Aunque a nivel general es una sociedad que puede ser la antítesis a nosotros respecto al tema de las relaciones humanas, sobre todo en cuanto al tacto humano, la cercanía y demás. Sin embargo, también son muy apasionados, muy amantes del arte y tienen una cultura milenaria y ancestral que hay que cuidar. Así que hay partes cercanas y otras en las que la lejanía cultural se nota muchísimo.

¿Qué pretende transmitir con la exposición?

Me gustaría que empatizasen con lo que yo sentí allí. No es un trabajo documental en el que se quiere ser objetivo, sino que es un trabajo personal y artístico en el que soy plenamente subjetivo y en el que me enfoco en lo que yo quiero para explicar mis sensaciones. Me quedaría contento si el visitante empatizara con el trabajo y se llevase esas sensaciones de orden, limpieza, tecnología.... De cómo son capaces de avanzar tanto tecnológicamente y ser tan punteros en tantas cosas y, si eso ocurre es porque también saben mirar hacia atrás y no olvidar sus tradiciones.

Realiza trabajos como fotoperiodista para Amnistía Internacional, entre otros, y a la vez desarrolla proyectos fotográficos personales. ¿Con qué se queda?

Con los personales porque al fin y al cabo es un poco donde cuento lo que quiero, donde investigo por mi cuenta… Además, me gusta transmitir la carga antropológica que hay detrás de las fotografías ya que me llama mucho la atención que el ser humano sea capaz de hacer cosas tan buenas y tan malas. Pero el fotoperiodismo también me gusta, de hecho me dieron el premio este año de fotoperiodismo con el tema de los refugiados.

Pero en realidad trabajo más como fotógrafo normal haciendo trabajos en agencias, publicidad… Luego a nivel personal hago trabajos que posteriormente dono a algunas ONG para que ellos puedan hacer su divulgación, precisamente porque ellos necesitan también apoyo gráfico y si yo les puedo apoyar con mi trabajo, bienvenido sea.

Viaja por el mundo realizando su pasión y además obtiene premios por hacerlo. ¿Sus amigos no le odian?

Un poco sí, pero no es tan bonito como parece. Al final eso es la punta del iceberg, pero detrás hay jornadas de trabajo interminables, viajes que te tienes que pagar tú y hacer apuestas por un proyecto que puede que funcione o no. Hay una parte muy bonita y muy romántica pero la realidad es que es un trabajo muy duro. Pero bueno, el tema de poderte mover, lo prefiero a estar todo el día sentado en una oficina.

Olmo Calvo comentaba en una entrevista la semana pasada que no hace falta irse fuera para encontrar grandes desgracias que deben ser fotografiadas, ¿está de acuerdo? entrevista

Totalmente de acuerdo. Olmo Calvo es un fotógrafo al que admiro profundamente porque hace un trabajo muy, muy admirable. Él lleva una línea que no tiene nada que ver con la mía respecto a que trabaja en temas sociales muy impactantes donde pesa más el lenguaje corporal al artístico. Pero estoy completamente de acuerdo con él, en España también hay desgracias, no hace falta irse lejos.

¿Cómo es ser fotoperiodista y fotógrafo en una comunidad tan pequeña?

Se nota mucho la diferencia respecto a las grandes ciudades. Los trabajos que te pueden llegar a entrar no tienen nada que ver con los que te llegan en Madrid y también varía mucho el tipo de cliente. La verdad es que yo he tenido que cambiar el sistema de trabajo fusionándolo con la parte de diseño porque en Madrid hacen falta fotógrafos puntuales, pero en Santander no hay tanto, así que lo que hago es ofrecer de servicios de fotografía, diseño gráfico y diseño web.

¿En qué está trabajando ahora y cuál será el próximo trabajo que veamos de Eduardo Rivas?

Normalmente suelo realizar varios trabajos paralelos. Y dependiendo de cómo evoluciona el año y de si me muevo, si viajo, si estoy más tranquilo, avanzo con un trabajo u otro. Ahora tengo entre manos la relación del hombre con el mar y el Homo Urbis, donde voy mostrando la relación del ser humano con las grandes ciudades. Hay proyectos que se te ocurren, que estás varios años avanzando y que ves que no tiene una salida -aunque tú lo sigues haciendo porque te gusta- y otros en los que te lo pasas bien y los vas haciendo. Pero ya te digo que suena más bonito de lo que es.

Etiquetas
stats