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“Intento que la pintura se salga del muro para atrapar la atención del espectador”

La artista plástica María Villacorta en las instalaciones de eldiario.es Cantabria. |

Isabel Ceballos

María Villacorta es una artista plástica cántabra cuya obra se basa en sacar el plano pictórico del muro para conseguir arte participativo. Aunque la mayor parte de su trabajo ha sido en colaboración con otros artistas, la sala Mauro Muriedas de Torrelavega recibió entre mayo y abril su primera exposición en solitario, 'Level'. Su juventud no ha sido impedimento para que cuente ya con varias exposiciones a lo largo del mundo, y es que a sus 25 años ya ha expuesto en lugares como Colombia o Italia. Siempre ligada a las causas sociales y medioambientales, su obra se aparta de lo estético para dejarle un hueco a la conciencia social. “Sobre todo trabajo con la conciencia de la sociedad, con los problemas del cambio climático”, explica la artista a eldiario.es Cantabria. 

¿Qué factores influyeron para que se decidiese a estudiar Bellas Artes?

Empecé a estudiar Bellas Artes sin saber de qué iba el arte contemporáneo. Las escuelas no te lo enseñan, se centran en lo tradicional. Acabé de estudiar Historia del Arte en el instituto con Goya, no te dan nociones de arte contemporáneo. El papel del artista es universal en el sentido de sensibilidades, de capacidades y de talentos. Yo tenía una serie de habilidades que quise potenciar y por eso estudié Bellas Artes. Pero más allá de la carrera, me sirvió más la experiencia externa porque hice colaboraciones con otros artistas y colectivos no solo en el ámbito pictórico o escultórico, sino también en el instalativo o de arquitectura.

¿Tuvo siempre claro que quería dedicarse a la escultura?

No me quiero encasillar, ya que considero mi labor como una manera de sacar el plano pictórico fuera del muro. Intento que la pintura se salga del muro para atrapar la atención del espectador y darle vida propia.

¿Qué recibimiento tienen sus exposiciones en las distintas partes del mundo por las que ha pasado?

Están teniendo muy buen recibimiento. Me suelen decir que soy bastante joven y que tengo muchísimas posibilidades en mi carrera. No he hecho una exposición individual hasta ahora, con la de Torrelavega, siempre han sido exposiciones colectivas, con mi compañero artístico o con otro grupo de artistas. Las obras y las ganas de intentar crear un lenguaje propio cambiando las reglas establecidas del arte contemporáneo, que está filtrado por unas modas o por las subvenciones que te da o no te da el Estado para finalizar una obra, hacen que sea una cosa totalmente distinta y casi provocadora. La obra convive con el espectador de una forma más física y más integradora. 

¿Qué es la arquitectura social?

La participación de la gente haciendo que sea suyo lo que se está construyendo. Por ejemplo, un grupo de arquitectos que quiere construir una escuela o un centro cultural, lo más bonito es que la gente que lo va a usar participe en esa construcción. He fundado con mi compañero artístico, Jose Luis Zúñiga, una firma que se llama XYZ y es de escultura mobiliar, dedicada al diseño y a la arquitectura aplicada y es en esa participación donde se dan las obras. Es integrarte con la obra, con las personas que la van a usar y con su función de uso.

¿Considera la escultura como un buen medio para promover causas sociales?

Sí, sobre todo con proyectos como el que hice en la Biblioteca Central de Cantabria, 'Chircales de papel'. Chircales en el lenguaje de Sudamérica es como una fábrica de ladrillos. En el proyecto, cada niño fabricaba una serie de ladrillos de papel que luego sirvieron para construir una estructura que ellos iban a utilizar. Ellos imaginaron que querían hacer un espacio tipo auditorio para organizar cuentacuentos y ellos fueron los que lo construyeron. Creo que es mejor involucrar el espacio, no solo un muro, para que ese espacio sea utilizado por la gente.

¿Qué mensaje quiere transmitir con esta exposición?

Mi línea de trabajo es evolutiva pero sigue el mismo lenguaje, sacar la obra hacia fuera. No solamente al exterior, porque también tengo obras que se pueden poner además de en una sala artística en la calle, sino sacar el plano pictórico del muro.

Conceptualmente trabajo con materiales muy básicos, materiales reciclados, encontrados, objetos que ya no se usan, los recupero y les doy una nueva vida. Sobre todo trabajo con la conciencia de la sociedad, con los problemas del cambio climático, del problema que tiene el ser humano con su territorio con el coste de la construcción evolutiva que ha ido dejando desperdicios. Esa forma de descuidar el paisaje, esa forma de ver la vida del ser humano que parece que se limita a unas modas sobre todo desde la influencia de las nuevas tecnologías.

El tiempo es muy caro, el espectador que va a una exposición artística le dedica dos segundos a una obra y si no le gusta pasa a la siguiente y así sucesivamente. El trabajo del artista es muy complicado en ese sentido porque con las redes sociales en las que se pasan miles de imágenes el espectador no las ve. Para el artista, esa demanda de inmediatez en el contenido es complicada porque tiene que hacer algo que atraiga directamente la visión del espectador. La gente ya no viaja para ver una exposición. Hay mucha gente sensible a la que le gusta ver una obra y sacar algo de ella, y ese es el objetivo. Ese tiempo tan caro está limitándonos a todos los artistas a la hora de crear. El reto está en atraer la atención del espectador.

Yo ahora trabajo sobre todo con el concepto del bidón de gasolina, que es un contenido de un fuerte valor conceptual porque tiene connotaciones de contaminación, del saqueo del planeta con el petróleo. Hago que el bidón sea el continente no de la gasolina, sino de la propia obra pictórica.

¿Qué proyectos tiene para el futuro?

Ahora mismo estoy trabajando en un proyecto que se basa en los mares y en los océanos y en cómo vemos su función para el hombre. Rutas comerciales, saqueo del petróleo, la pesca excesiva... y sobre todo como ruta de transporte de personas, el ilegal o el provocado por las guerras.

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