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“Es necesario que el ecologismo esté presente en la política española”

Juan López de Uralde, portavoz de Equo.

Laro García

Juan López de Uralde militó durante más de un cuarto de siglo en organizaciones ecologistas. Ahora trabaja para construir Equo, un movimiento social y político que nació en una prisión. Este activista de reconocido prestigio, que ejerce como portavoz de la formación, decidió unir a los verdes de España bajo unas mismas siglas después que en el año 2009 pasara tres semanas en una cárcel danesa, a la que llegó por haberse colado en la cumbre del clima con un cartel en el que se leía: “Los políticos hablan, los líderes actúan”.

Según cuenta el exdirector de Greenpeace, fue durante su detención cuando se dio cuenta de que las acciones de las ONG no cambiarían la actitud política y había que entrar en las instituciones. Este fin de semana ha pasado por Cantabria para apoyar a Alejandro Ahumada, el candidato de Equo, en unos actos de campaña que lo han llevado a Torrelavega y a Miengo, donde atiende a eldiario.es.

-¿Con qué aspiraciones afronta Equo estas elecciones autonómicas y municipales?

Equo encara estas elecciones con mucha ilusión, con la intención de dar un salto adelante en lo que se refiere a nuestra presencia institucional, tanto en los municipios como en las comunidades autónomas. Vamos a entrar en bastantes ayuntamientos y participamos en muchísimas confluencias en todo el estado. Desde luego, en las más relevantes, como en Ahora Madrid, donde la tercera de la lista es nuestra candidata Inés Sabanés. Tenemos buenas perspectivas en las capitales de Euskadi y en muchas ciudades en todo el país. Por eso creemos que vamos a dar un salto cualitativo y en eso estamos trabajando. Queremos ser parte de una marea de cambio. Estamos satisfechos de todo lo logrado y de los acuerdos que hemos propiciado. Allí donde no ha sido posible una confluencia, vamos en solitario para intentar conseguir una representación mayor.

-¿Y el partido está preparado para conseguir un mayor arraigo en la sociedad española o la viabilidad política de Equo depende de alcanzar una representación institucional que ahora mismo no tiene?

Nosotros creemos que hay tres herramientas de trabajo como ecologistas y ciudadanos politizados: esa presencia necesaria en las instituciones, nuestra presencia en los movimientos sociales y en la calle, y nuestra propia capacidad como consumidores para influir en muchas cosas. Esos tres elementos son clave. Las instituciones no lo son todo, aunque es importante estar en ella. Estamos trabajando mucho en esta campaña para dar ese paso adelante que nos lleve a influir en las políticas y ser relevantes.

-¿Por qué cuesta tanto que cuaje en España esa alternativa verde que sí tiene su espacio electoral en otros países europeos de nuestro entorno?

Hemos empezado más tarde. Hasta ahora, el movimiento ecologista había estado muy disperso y, por primera vez, con Equo se ofrece una auténtica confluencia de todas las propuestas verdes españolas. En ese sentido, Equo es un partido joven. Llevamos solamente cuatro años y todavía estamos dándonos a conocer en muchos aspectos. Tampoco hemos tenido una presencia mediática tan importante. Nos está costando un poquito más de trabajo que a otros, pero estamos convencidos de que lo vamos a conseguir.

-¿Tiene la sensación de que los cambios políticos se han precipitado en los últimos tiempos y han podido desplazar a Equo fuera del foco?

Nosotros somos nueva política y fuimos los primeros en poner en marcha muchas de las cosas de las que tanto se habla ahora. No es que naciéramos antes de tiempo, sino que fuimos abriendo el camino y tomando decisiones que luego otros han sabido capitalizar mejor, como nuestra renuncia a la financiación a través de créditos bancarios, que todas las listas se formaran con elecciones primarias... Hemos sido pioneros en la nueva política. Como suele ocurrir con las cosas buenas, lo mejor es optar por lo auténtico.

Lo que sí nos ha faltado es la proyección mediática. Por los motivos que sean, hay partidos que cuentan con el apoyo de los medios de comunicación. Eso se refleja claramente en el caso de Ciudadanos. Tal vez porque nuestras propuestas inciden en un cambio más profundo o tocamos en nuestros programas los intereses de grandes empresas, lo cierto es que no hemos logrado esa proyección. Trabajamos duramente para superar este obstáculo. Nosotros allanamos un camino que otros han podido penetrar mejor.

-¿Cómo está viviendo los distintos movimientos para alcanzar una confluencia de las fuerzas de izquierda?

Nosotros hemos trabajado mucho por la confluencia y eso se nos reconoce. Allí donde no ha sido posible, siempre hay una mención al papel de Equo para alcanzar acuerdos. Y lo hemos hecho porque creemos que los tiempos de cambio que vivimos exigen propuestas nuevas y la gente está reclamando una mayor unidad. Una de las conclusiones que se pueden sacar del último barómetro del CIS es que la ciudadanía está premiando aquellas propuestas de confluencia. Emergen con fuerza las propuestas de izquierda de Madrid o Barcelona, por ejemplo. Ojalá hubiéramos tenido más éxito, pero hay intereses de partido o intereses personas que dificultan la confluencia en muchos casos.

-Cantabria es uno de los casos en los que no fue posible esa unidad. ¿Con qué expectativas puede competir Equo en la próxima cita con las urnas?

Nosotros apoyamos totalmente la decisión de Equo Cantabria de presentarse en solitario después de haber trabajado duramente por la unidad. El nuestro es un proyecto a largo plazo y va a continuar su trabajo. En Cantabria, no presentamos con una lista propia al Parlamento, donde vamos a pelear por entrar. Luego, presentamos listas en algunos ayuntamientos donde creemos que tenemos posibilidades. En Torrelavega, en Miengo o en Santillana, por ejemplo. Y algunas confluencias sí han tenido éxito, como la de Reinosa o la zona del Asón.

-Habla de un proyecto a largo plazo mientras escuchamos de otras formaciones que se presentan con la urgencia del 'ahora o nunca'. ¿No cree que esa actitud puede dar lugar a un desánimo general si no se alcanzan los resultados de forma inmediata?

No cabe duda que comenzamos un periodo electoral que arranca ahora y termina en noviembre. El balance habrá que hacerlo en conjunto, al final del proceso. Nosotros tenemos entre manos un proyecto ideológicamente muy sólido, que es una propuesta de ecologismo político detrás de la que hay unas alternativas, un programa, una ideología. Actualmente, surgen partidos con una identidad ideológica muy poco clara. Si la única motivación es electoral y los resultados no acompañan, esos proyectos no tienen sentido. En nuestro caso, Equo propone un proyecto global, de cambio de modelo y anclado en Europa. Eso no quiere decir que no tengamos que evaluar los resultados electorales, pero sin la presión y la urgencia de otros. Siempre tenemos en mente lo que nos motivó a dar el salto, que es la necesidad de que el ecologismo político esté presente en la política española. Adoptará distintos nombres, pero ese objetivo tiene que seguir hacia adelante. Es necesario que ese cambio de modelo se produzca, porque los problemas no van a desaparecer, no se van a diluir porque haya poco apoyo electoral.

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