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“Nosotros no nos avergonzamos de ser de izquierdas”

Mercedes Boix, candidata de Izquierda Unida a la Presidencia de Cantabria.

Rubén Vivar

Procedente de un pueblo del norte de la provincia de Barcelona, Mercedes Boix (1954) llegó a Cantabria con 18 años para estudiar la carrera de medicina. Tras cursar la especialidad en Salamanca y trabajar en Béjar y Zamora, regresó a la Comunidad para afincarse de forma definitiva. Durante 19 años ha desarrollado su labor profesional en el Hospital de Laredo, hasta que hace seis años se trasladó a Valdecilla. Antes también había trabajado en el centro La Cagiga.

Su profesión ha sido precisamente lo que ha llevado a Boix a participar activamente en política. Los recortes en sanidad y la amenaza de la privatización de Valdecilla, la animaron a formar parte de la Plataforma en Defensa de la Sanidad y eso, a su vez, a afilarse a Izquierda Unida. El trabajo garantizado, el rescate de las personas en situación o al borde de la exclusión social y la recuperación de los servicios públicos son los ejes fundamentales del programa electoral de la formación, “la única de izquierdas”.    

La encuesta del CIS dice que Mercedes Boix es la candidata a la Presidencia de Cantabria menos conocida. ¿Quién es Mercedes Boix? ¿Cómo se describiría?encuesta del CIS

No sé a quién han preguntado. Creo que soy bastante conocida, por lo menos entre las personas que han estado en la calle defendiendo los servicios públicos y manifestándose contra los recortes.

Hacer bien mi trabajo como médico era lo que siempre me había preocupado, pensaba que esa era mi colaboración en el mundo. Sin embargo, las cosas cambiaron. La sanidad pública se estaba destruyendo y estaba seriamente amenazada, y fue en ese momento cuando me metí en los movimientos sociales. 

Cuando comienzan los rumores de la privatización de Valdecilla, cuando se cierran los centros de salud por la tarde, cuando empieza a haber movimientos que ya sabíamos a dónde conducían porque ya hemos visto lo que ha pasado en otras comunidades y lo que pasó en Inglaterra primero... Por eso decido involucrarme más en la defensa de la sanidad pública, y esa actividad me lleva a formar parte de la Plataforma por la Público y contra los Recortes. Ahí he trabajado estos tres años. Y en Izquierda Unida sí que soy una recién afiliada, llevo un año aproximadamente.  

Y llevando tan sólo un año afiliada, ¿cómo surge la posibilidad de encabezar la candidatura del partido al Parlamento autonómico?

Me lo proponen. Yo me afilio a Izquierda Unida a raíz del trabajo que hago con ellos en la Plataforma. Me parece que es gente seria, con la que se puede trabajar y decido afiliarme. Me encargan el área de Sanidad y luego me proponen ser la candidata. Me lo pensé por la falta de experiencia pero, por otro lado, también tengo en cuenta eso que dicen que si los ciudadanos de a pie no nos involucramos en política, igual ese hueco lo ocupan otras personas que después nos crean problemas. Yo tengo mucha confianza en mi honestidad, creo que en mi vida siempre he sido una persona honesta, y eso es algo que puedo aportar. Evidentemente no entiendo de todo, yo tengo una profesión, pero Izquierda Unida cuenta con muchas personas muy preparadas para llevar a cabo una labor de Gobierno, y me siento perfectamente preparada para dirigir el equipo.

¿Qué balance hace IU de esta legislatura?

Ha sido nefasta para Cantabria. Aunque el PP presente unas cifras de desempleo que éste último mes han mejorado ligeramente, estamos en una situación muy parecida al inicio de legislatura, que ellos mismos catalogaban de desastre, con lo cual estamos en ese mismo desastre. Pero es que, además, han cambiado algunas cosas con respecto a entonces. Los salarios han bajado. En estos momentos hay gente en Cantabria que tiene trabajo y que está en riesgo de exclusión social; la gente que tenía prestaciones se le han ido acabando, el paro ya es de larga duración; y después hay unas cifras de personas que han abandonado Cantabria realmente preocupantes. Se han marchado 10.530 personas al extranjero pero es que a otras comunidades se han marchado 21.347. Si a esto le sumamos que hay casi 50.000 parados...

¿Y qué alternativas propone IU?

Nosotros apostamos por el trabajo garantizado. Es un despropósito que haya personas sin trabajar cuando quieren hacerlo y que están preparadas y, además, hay trabajos que no se realizan porque no están creados como tal. Lo que pretendemos en Izquierda Unida con el trabajo garantizado es juntar estas personas con estos trabajos, con unos sueldos razonables, que den para vivir, de modo que todo el mundo que quiera trabajar se le pueda asignar una jornada laboral de 35 horas semanales. Esto está calculado que cuesta aproximadamente el 1% del PIB, no es una cantidad desorbitante. Es asumible y además revertiría en menos gastos sociales y reactivaría la economía porque aumentaría el consumo.

¿De qué tipo de trabajos estaríamos hablando?

Son empleos relacionados con los servicios sociales, como ayudas domiciliarias o cuidado de personas dependientes, y en el terreno de la ecología, como limpieza de montes. Por supuesto, no pueden sustituir ni puede haber trasvase de funcionariado ni de empresa pública. Tienen que ser trabajos de nueva creación.

Dependientes de la Administración.  

Serían los ayuntamientos los que gestionarían esta bolsa de trabajo, que son los que están más cerca de las personas y quienes conocen mejor las situaciones individuales.

¿Y quién lo sostendría financieramente?

Los ayuntamientos no pueden sostener esto; tiene que depender de los presupuestos de la Comunidad.

Además del trabajo garantizado, ¿podría citar alguna propuesta más que lleven en su programa electoral?

Como medida urgente, la garantía de los servicios mínimos. No se puede cortar el agua o el gas a la gente. En Santander hay viviendas municipales vacías mientras hay personas durmiendo en la calle. Todas las casas se tienen que ocupar, y hacerlo es muy fácil. Y, por supuesto, la defensa de los servicios públicos y el rescate de los hospitales privatizados, que es algo dificultoso pero que es posible. En enseñanza, recuperaremos todo lo que se ha perdido. Hay que volver a disminuir el número de alumnos por aula, reforzar los recursos en los colegios con alumnos con mayores dificultades...

¿Cuáles son las prioridades en esta campaña electoral? ¿Qué mensaje están lanzando?

Nosotros somos el partido de izquierdas, así nos definimos y no nos avergonzamos de eso. Y somos los que estamos con la gente, los que hemos peleando en la calle por los derechos de las personas, por la sanidad pública, por la enseñanza, contra los recortes… Y aunque no se conoce mucho, también hemos formado parte de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Por ejemplo, nuestro candidato a la Alcaldía de Santander –Miguel Saro- es el abogado.

Hemos participado prácticamente en todos los movimientos. Somos los que estamos con la gente que peor lo ha pasado.  

¿Y qué les diferencia de Podemos, que también se presenta como el ‘espíritu’ del 15M?

Se presentan como el espíritu del 15M pero dicen que no son ni de izquierdas ni de derechas. Nosotros tenemos muy claro que somos de izquierdas. La única izquierda podemos decir ya.

Hablaba antes de su profesión y de cómo se involucró con la Plataforma y con IU. ¿Cómo ha vivido los recortes en sanidad?

Ha sido muy duro, ha afectado a todo. La Ley de Sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud propone que de cada diez jubilaciones se cubra una, lo que supone una disminución tremenda de las plantillas. Hasta ahora los profesionales lo hemos estado sosteniendo con nuestro esfuerzo personal, trabajando más horas, viendo más pacientes... pero al final llega el agotamiento. Están aumentando las listas de espera aunque el Gobierno las manipula. Los centros de salud dejaron de abrir por la tarde, ¿y a dónde van las personas? A las Urgencias de los hospitales. ¿Y qué pasa con Urgencias? Que se colapsa. Todo esto ha desorganizado el sistema. Y luego está el tema de los inmigrantes, lo más dramático. Hay dos muertes documentadas. Hay muchas desatenciones, incluso a niños o mujeres embarazadas, a los que han pasado una factura antes de atenderles. Esto es muy duro.

¿Existe una posibilidad real de privatizar las 'batas blancas' en Valdecilla?

Sí, sin duda. En Madrid, después del fracaso que tuvieron en la privatización completa de los seis famosos hospitales, lo que están intentando ahora es privatizar las unidades de gestión clínica. Estas unidades se crean en procesos patológicos complejos que involucran a varias especialidades. Las crean y luego se las venden a empresas privadas. Es una forma de privatización encubierta por parcelas. Al final las decisiones de gasto, es decir, de qué tratamientos se dan o no se dan, las va a tomar la empresa que se ha hecho cargo de la unidad de gestión clínica y, por supuesto, eso implica que no se va a utilizar los tratamientos que se están utilizando ahora. La gente va a tener peores tratamientos. Nuestra sanidad pública era de las mejores del mundo, y eso se está destrozando.

¿Y este tipo de privatizaciones por parcelas puede llegar a Valdecilla?

El contrato público-privado redactado por el Gobierno del PP lo ampara todo, desde la privatización del personal hasta la red completa del sistema de salud cántabro. Ese contrato abre la puerta a la privatización de todos los servicios, y ejemplos ya tenemos. La informática la han privatizado en Valdecilla, Laredo, Sierrallana y en todos los centros de salud. Se ha hecho cargo Ferrovial, que lo ha subcontratado a Telefónica, y después Telefónica a varias pequeñas y medianas empresas. Desde que esto ha pasado, funciona peor. Nos han engañado diciendo que lo privado funciona mejor, es mentira. Lo privado sólo funciona mejor para sus bolsillos.   

Dice el eslogan de campaña de su partido que “es tiempo de izquierdas” pero, según reflejan los sondeos, IU no estará en el próximo Parlamento de Cantabria. ¿A qué lo achaca?

La última encuesta refleja que existe un 40% de indecisos, y creo que muchos de ellos pueden ser votantes nuestros. Tenemos que convencerlos de que somos la mejor opción. De todas formas hay otras encuestas, y todo está muy cocinado. Estoy convencida de que vamos a obtener representación.

Pero sí que existe una realidad, que es que desde el inicio de la democracia IU sólo ha tenido representación en Cantabria en una legislatura, tras las elecciones de 1995. ¿Por qué IU no acaba de enganchar con el electorado de la Comunidad?

Es difícil pero yo espero que esto cambie. No creo que esta Comunidad sea más de derechas que otras. En Cantabria, cuando hemos hecho movilizaciones, proporcionalmente ha participado más gente que en Madrid. Creo que hay cosas que están cambiando y que nos podemos llevar una sorpresa.

¿Por qué tendría que estar IU en el próximo Parlamento?

Creo que es imprescindible. Modestamente, llevamos mucho tiempo manteniendo una actividad y un perfil de izquierdas que sería muy importante que se contemplara por primera vez en esta Comunidad. Somos imprescindibles.

¿Qué es lo que cambiaría? ¿Qué tipo de propuestas o debates entrarían?

De entrada la emergencia social que estamos viviendo, y el empleo. Es lo que hay que tratar el primer día del Parlamento. Hay niños que van al colegio sin comer, sin desayunar, que no se pueden lavar en su casa... Eso es lo primero que hay que hacer, y luego la propuesta de trabajo garantizado me parece que es estupenda para los casi 50.000 parados que hay en Cantabria se inserten en la sociedad. Nosotros estamos más por el trabajo garantizado que por la renta básica, porque me parece que es más digno que una personas cobre por su trabajo.

¿Apoyaría un gobierno de coalición para desalojar al PP?

Lo que no haría es nada a favor de que el PP gobernase en esta Comunidad. Está todo muy abierto. Además, yo represento a un partido, y cualquier decisión de ese tipo se consultaría con nuestra gente.  

¿Cree que si la coalición que negociaron con Equo e independientes hubiese salido adelante, tendrían más posibilidades de entrar en el Parlamento?

Es difícil especular con eso. La confluencia no iba bien, entonces lo honesto fue no tirar para adelante. La coalición la rompieron ellos –Equo-. Son tiempos difíciles para las coaliciones.

¿Por qué? ¿No es lo que está demandando una parte importante de la sociedad?

Sólo puedo decir que nosotros lo hemos intentado. Ya lo hicimos con Podemos, que se negaron sin ninguna alternativa. Nosotros hicimos todo lo que pudimos para que saliera adelante, estoy absolutamente convencida. De todas formas, creo que tenemos una candidatura muy buena, y estoy convencida de que vamos a obtener representación. 

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