¿Qué es la democracia? Hay palabras que forman parte del imaginario colectivo en el que se desenvuelve nuestra cotidianidad y cuyo sentido, aparentemente, parece ser compartido por la mayoría social. Son palabras que parecen recoger los anhelos de una sociedad acostumbrada a tomar pastillas para dormir y hacer de los sueños cheques regalo que cuando se cumplen pierden su valor.
Y suena el despertador. Abres lo ojos, y a golpe de bostezo vas amaneciendo poco a poco. Das el interruptor. Otra vez te han cortado la luz. Aún sonámbula vas al baño, no hay agua caliente, para variar, pones la radio, y escuchas a ese tertuliano que todo-lo-sabe hablar de la Ley de Memoria Histórica y el blablablá de siempre (bla más o bla menos). Te vistes, desayunas, dejas la taza en el fregadero, te aseas (casi nunca en el mismo orden) y, tras un vistazo rápido al espejo para confirmar que el reflejo sigue vivo, coges el carrito, con la propaganda que te toca repartir esta mañana y recorres con ella al hombro las cincuenta escaleras que te separan del portal.
Sales a la calle intentando ordenar, en función de la importancia, cada uno de los pensamientos que se empeñan en reivindicar audiencia con la sonoridad del verbo. Y el “buenos días” al quiosquero de la calle General Dávila -militar de los primeros años de la dictadura franquista, que participó en el Golpe de Estado contra la Segunda República- donde vives, gana de nuevo. Poco importa que haga un día de perros. Miras la agenda con el callejero en el que tienes marcadas las calles que ya has buzoneado y las que te quedan. Casi prefieres ni pensar en lo que te pagan, pero la vida aprieta y “no nos podemos quejar”, como dice el tertuliano, “que por lo menos tenemos trabajo”.
Es domingo y aún te quedan por repartir unas cuantas calles que, por una u otra razón, se han quedado descolgadas, por lo que te espera una buena caminata. “A ver si nos organizamos un poco y acabamos lo antes posible”, te dices a media voz sin pararte a pensar que estás hablando sola. “Me quedan éstas”, y comienzas la enumeración...
Calle Alcázar de Toledo: Fortaleza defensiva y de resistencia de la Guardia Civil capitaneada por el coronel José Moscardó, militar del ejército de Franco. Calle Capitán Palacios: Militar nacido en Potes y general de Brigada del Ejército Español en 1972 que fue prisionero durante once años en Rusia. Avenida Carrero Blanco: Natural de Santoña y mano derecha de Franco, que ocupó varios cargos durante la dictadura. Calle Calvo Sotelo: Bautizado como 'promártir de la Guerra Civil' y ministro de Hacienda durante la dictadura de Primo de Rivera. Calle Capitán Cortés: Militar de infantería del Ejército Español hasta 1937. Calle Carlos Haya: Aviador español del bando franquista. Calle División Azul: Voluntarios españoles que colaboraron con la Alemania Nazi.
Calle García Morato: Piloto del bando español considerado como el 'as de la aviación' con el mayor número de derribos. Plaza Matías Montero: Miembro de la Falange. Calle General Dávila: Militar de los primeros años de la dictadura franquista que participó en el golpe de Estado contra la Segunda República. Calle General Moscardó: Militar español y cabecilla de la sublevación en Toledo. Plaza de Italia: En honor a los legionarios italianos fascistas de Mussolini que colaboraron con el ejército de Franco en la Guerra Civil. Calle Ruiz de Alda: Pionero de la aviación y cofundador de Falange. Calle Canarias: En recuerdo del crucero de la marina de guerra que en 1977 fue enviado al desguace. Santander se interesó en salvarlo y convertirlo en buque museo. Calle Camilo Alonso Vega: Capitán general del Ejército Español con altos cargos durante la dictadura militar.
–“Puff, no sé si me dará tiempo a hacerlo todo hoy y, como no lo acabe, ya me puedo ir despidiendo de que me renueven el contrato”. Con más decisión que esperanza comienzas a caminar.
–“Disculpe, soy periodista en prácticas. ¿Le puedo hacer unas preguntas? Es para la radio”. Pese a la prisa, un primario sentido de solidaridad te obliga pararte. Respiras hondo y contestas.
–“Sí, claro. Si algo me sobra es tiempo. Como lo regalan…”.
–“¿Qué opina de que con la Ley de Memoria Histórica se plantee cambiar el callejero de su ciudad?”. Recuerdas al tertuliano, miras el mapa, exhalas un suspiro y contestas: (Respuesta abierta).
Quien escribe quiere pensar que la contestación fue a favor, acompañada de una explicación que recordara la máxima kantiana del 'sapere aude' (atrévete a saber) y que una de las características que definen a una sociedad madura y democrática es precisamente el marco simbólico en el que se ve representada, lo que el historiador francés Pierre Nora denomina “lugares de memoria”, en la significación del espacio público como paisaje cotidiano en el que nos desenvolvemos y que se convierte, de cara al visitante, en reflejo del espejo donde, aunque sea fugazmente, nos reconocemos y definimos como seña de identidad.
Sin embargo, pese a la necesidad, a la urgencia de poder reconocemos en el espejo de la democracia por lo que sus huellas, símbolos, referencias, nos puedan decir, será solo un reflejo fugaz si no somos capaces de hacer frente a la factura de la luz que alumbre algo más que el claroscuro de nuestros sueños sin pagar y convertimos el concepto en otro fetiche mediático o estético dentro de un paisaje que nos encierra. Es decir, si no analizamos las causas de la realidad en la que nos desenvolvemos, si no conocemos y debatimos sobre el significado de nuestras calles, de sus nombres, de nuestra historia compartida. Si no reflexionamos en los motivos por los que ni siquiera, en muchos casos, sabemos lo que hay detrás de una placa con un nombre.
Por cierto, por si alguien se lo preguntaba, el producto anunciado en los folletos: 'Democracia vs Historia' bajo un cartel de 'Se vende vs Se olvida'.
Sobre este blog
Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
