Es que no me jodas. Con lo tranquilito que llevábamos todo, que si herencia, que si cambio, que si regeneración, que si esto, que si lo otro. Rutina, chupado. Y ahora van y nos meten a un filósofo en campaña, a un filósofo, tú. Como si no hubiera otras cosas, como si no existieran temas más candentes, temas que den más votos. Pues no, un filósofo. Y hala, todos a currar, a buscar qué dijo y qué no dijo el pestiño este, por si acaso, que ahora nunca se sabe con todos esos periodistas cabrones. Que antes los pesebres estaban bien repartidos y ahora uno parece que juega siempre fuera de casa. O casi.
Y hala, ahora los curritos a buscar, claro, porque sus eminencias no tienen tiempo para leerse al tal Kant (es que me jode hasta el nombrecito, parece una hostia a mano abierta) y les tenemos que dar todo un poco desgranado. Que, vaya, a mí no me pagaron la universidad privada y el máster para estar leyendo a filósofos, eso sí que no. Pero en fin, que quien manda, manda. Y todas esas cosas.
A ver, vamos a buscar obras de este hombre. Se llamaba… espera un poco… Imm… Emm… bueno, qué cojones, déjalo en Kant, que tampoco nadie se va a rasgar las vestiduras. Si precisamente este país tiene vestiduras complicadísimas de rasgar, jeje, si lo sabré yo. A ver, la biblioteca pública, digo yo que tenga algo de él… Qué servicio este, tú, el de la biblioteca… Yo creo que bien privatizado daría unas buenas sumas. Pero claro, diles tú a los buenistas esos que quieres cobrarles por sacar novelitas de las bibliotecas, te montan una manifestación. No se dan cuenta de que con eso podrían comer niños y mujeres y hasta cargos de confianza. Pero nada, que no están a lo que celebran…
A ver… Kant… coño, qué cantidad de referencias, me parece a mí que va a estar complicado lo de hacer un buen resumen del paisano. A ver… a ver… mira, este me sirve, 'Crítica de la razón pura', menudo título, qué magnificencia… Vamos, no me jodas, casi 400 páginas, esto lo va leer el difunto padre del difunto Kant. Si es que así no hay manera de acceder al conocimiento humano, coño. Bueno, a ver… mira este tiene poco más de 150 páginas, cortita y al pie, así me gustan a mí las cosas, que el fútbol es el idioma universal, paletos… a ver, se titula 'Fundamentación de la metafísica de las costumbres'… Coño, no entiendo ni las palabras… La metafísica, a mí eso me suena a cosas de curas, la verdad… ¿No será pernicioso leer a este Kant? Pero cómo puede meter esos títulos, el muy hijoputa, y quedarse tan pancho. Porque supongo que pancho se quedaría, vaya. En fin, que lo va a leer quien yo te diga, que tampoco me pagan tanto. O sí, pero no para esto.
Ah, ya sé, voy a tirar de Wikipedia. Que se note que somos modernos, juveniles, dinámicos. Además, es lo que hacen todos, ¿no?, hasta esos columnistas que van de cultos por la vida y que (ya lo sé yo, que me lo han contado) no tienen más que malas costumbres. Y de ellos nadie dice nada, copón. A ver, el ordenador… Cerramos el periódico deportivo y la página de apuestas… ok… K-A-N-T… Vale, ya está. Mira, pues no va el tío y me nace en Prusia… Prusia, Prusia… eso debe de estar cerca de Dinamarca, yo creo que lo podemos usar como un punto a nuestro favor, vaya. O, si no, por la zona de Alemania o por ahí, que también vale, ¿no? Venga, frases célebres, a ver qué es posible utilizar en campaña. Que es a lo que vamos, tampoco vayamos a engañarnos… Luego ya echamos mano del fondo de armario.
A ver… esta misma: “Actúa como si todo lo que hicieras fuera ley universal”. Mecagüen… me quedo igual. Yo creo que estos cabrones escribían así de raro para que nadie los entendiese y poder fardar, porque si no… a ver, espera… ¡Fermín ¡Fermín! A ver, ven, muchacho, ven, que tú eres becario y seguro que has estudiado esto… ¿Qué nos quiere decir aquí el viejales con la frase? ¿Cómo? ¿Pero tú estás seguro? Razónalo, razónalo bien que a veces tantos libros os sorben el seso, coño. ¿Fijo? Pues venga, venga, hala, fuera de mi vista. Y que no te huela en toda la semana, corderito. Me viene ahora con lo de la ejemplaridad y la asunción de responsabilidades y no sé qué carajo de pensar a lo grande o algo así… menudo. Bueno, mejor esta frase la dejamos…
A ver, esta otra: “La virtud no nos hace ser felices, pero sí merecerlo”. Mira, esta la entiendo, y la verdad es que ya me está empezando a tocar la moral este Kant, oiga. Que yo me esperaba otra cosa, algo más programático, más de cambio, más de estructura del estado. Igual hasta algo del tema catalán, vaya… Quizá no con ese nombre, pero si en espíritu, me se entiende. Y nada, todo virtud, ejemplaridad. Menudo plasta.
Más, más... “Con el poder viene la responsabilidad”. Me está cansando el pijo este ¿eh? Si lo tuviera delante le calzaba dos buenas somantas morales que le quitaba la tontería. “Para toda tesis existe una antítesis igualmente válida”. Y encima va de relativista el tío, de tibio, no se da cuenta que en este momento no necesitamos eso, necesitamos ideas claras, meridianas, sencillas… digo más, simples. “Dormía y soñé que la vida era belleza, desperté y vi que era deber”. Otra vez con el deber, tuvo que ser un auténtico plomo el paisano, seguro que ni sabía disfrutar de la buena fiesta, ni del sol ni de las mujeres, todo lo bueno que tenemos nosotros, vaya. Porque Dinamarca mola (¿de dónde era este? Tengo que apuntármelo...), pero donde esté nuestra especial forma de ver la vida… Sosos, que son unos sosos… Una más, le doy otra oportunidad, solo una más… “El sabio puede cambiar de opinión, el necio nunca”. Joder, estaba hecho para fastidiar, menuda suerte. Que le den por el culo, este no es mi trabajo…
¡Fermín!....¡Fermín, coño, que te estoy llamando! Le dices al máster que de lo del Kant ese que se ocupe otro. Que a mí ya no me tocan más las bolas del árbol navideño con filosofitos y chorradas así. Y tráeme un café, cojones, que hay que decírtelo todo…
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