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La Marcha de la Dignidad clama contra un sistema “corrupto e indecente”

La Marcha de la Dignidad de Cantabria concluyó en el Ayuntamiento de San Felices de Buelna, donde se reunieron cerca de medio millar de personas.

Laro García

Bajo la incesante lluvia y con un recurrente frío, medio millar de personas aproximadamente concluyeron este sábado la Marcha de la Dignidad de Cantabria frente al Ayuntamiento de San Felices de Buelna. El lugar elegido para poner fin a esta protesta no era casual: la manifestación sirvió como homenaje y reconocimiento a la lucha de los trabajadores de Greyco, que están a punto de comenzar su novena semana consecutiva en huelga y no han cobrado sus salarios desde el mes de noviembre.

Las pésimas condiciones meteorológicas para desarrollar la marcha que partió de Torrelavega no impidieron que los manifestantes lanzaran un mensaje claro contra un sistema “corrupto e indecente” que, según recalcaron los organizadores, “le sobran las libertades y los derechos de la mayoría social”. Esta jornada reivindicativa y de lucha estuvo dedicada a ensalzar la defensa de sus puestos de trabajo que están haciendo los empleados de la fundición situada en San Felices, auténticos protagonistas de la convocatoria.

“Salimos a la calle porque nos encontramos ante una situación extremadamente difícil, una situación límite, de emergencia social, que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva de la clase trabajadora, de la mayoría social y de los pueblos”, explicó Rubén Vicente, que ejerció como portavoz.

Aunque los problemas de los trabajadores de Greyco y sus familias fueron puestos como ejemplo de lo que pasa cada día en España y en Cantabria, hubo espacio para muchos más: la defensa de la sanidad y la educación pública, la dependencia y los servicios sociales, la lucha contra el paro y los desahucios, el derecho al aborto o la estafa de las preferentes tuvieron su hueco en una protesta que contó con numerosos colectivos y movimientos muy diversos.

El lema, “pan, trabajo, techo, renta básica y dignidad”, fue coreado por los asistentes a una marcha que concluirá el próximo 21 de marzo en Madrid. Tal y como ocurrió el año pasado, cuando se dieron cita en la capital cerca de un millón de personas, la llamada a la movilización busca el fin de los recortes y censura la política económica y social del Gobierno del Partido Popular. 

“El verdadero poder, el que no se presenta a las elecciones, sigue enriqueciéndose y corrompiendo al poder político. Siguen llevándose el dinero a los paraísos fiscales, usando tarjetas opacas y regalando decenas de miles de millones de dinero público, dinero que sale de nuestros impuestos, para salvar a bancos y especuladores”, insistió el portavoz.

En este sentido, criticaron el pago de una deuda “ilegítima y odiosa” que no ha contraído la ciudadanía y llamaron a la rebelión ante un sistema que “busca exclusivamente el beneficio privado de unos pocos” y que “nos lleva inexorablemente a una catástrofe medioambiental y social de alcance incalculable”.

Primeros avances en Greyco

Previamente, el presidente del comité de empresa de Greyco explicó las últimas novedades en relación al conflicto laboral que les ha llevado a la huelga. Según comentó Francisco González, los administradores concursales que se han puesto al frente de la empresa quieren “agilizar” la búsqueda de posibles compradores y que la fábrica recupere la normalidad en un plazo aproximado de un mes.

“Espero que esta sea la última vez que tengamos que estar aquí para reclamar algo básico: pan, trabajo, casa y dignidad”, afirmó el líder sindical, que aseguró que, por primera vez en mucho tiempo, “hay avances significativos”. “Parece que hay movimiento, que hay voluntad. Ya no estamos parados en la portería de la fábrica”, dijo. 

Su deseo y el de un gran número de empleados de la fundición es “recuperar la normalidad cuanto antes”. Para ello, se ha creado un grupo de trabajo en el que están representados los propios trabajadores, los administradores concursales, la dirección de Frenos Iruña -propietaria de Greyco-, la empresa pública Sodercan y la compañía a la que el Gobierno de Cantabria le ha encargado la búsqueda de inversores.

González también recordó que los administradores designados tras solicitar Frenos Iruña la declaración voluntaria del concurso de acreedores les dan “más confianza” e indicó que hay “dos o tres grupos interesados” en la planta de San Felices de Buelna. “Hay que valorar las distintas opciones y esperar acontecimientos”, reconoció.

La plantilla no quiere volver a trabajar para la firma navarra, que ha llevado a Greyco “prácticamente a la ruina”, y en cuya sede en Pamplona se manifestaron el pasado jueves. Por eso, se organizará una asamblea entre los empleados y los administradores concursales para conocer con detalle todas las posibilidades y valorar las próximas decisiones a tomar. 

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