Cantabria perdió en los últimos años el 28% de sus empleos industriales y la mitad de los de la construcción, según UGT

UGT ha denunciado que Cantabria experimentó en los últimos ocho años una reducción de un 27,6% de sus empleos industriales y de un 51% de los vinculados a la construcción.

Según un informe elaborado por UGT para el Congreso regional constituyente de su nueva federación de Industria, Construcción y Agro (FICA), que se celebrará el 19 de diciembre en Santander, Cantabria acumuló una pérdida de 14.092 ocupados en la industria en ese periodo de ocho años y 17.466 en la construcción.

El 88% de los ocupados que se perdieron en estos dos sectores eran asalariados (-27.962), más de la mitad con contrato indefinido (-18.868) y un 94% con una jornada laboral a tiempo completo (-29.664).

El informe del sindicato subraya que desde el inicio de la crisis económica --que en Cantabria se identifica con el último cuatrimestre de 2008 cuando el paro aumentó más de un 40% hasta finales de ese año-- la industria y la construcción han sido “con notable diferencia los dos sectores más castigados”.

En la actualidad, la población ocupada del sector industrial en 36.929 trabajadores (había 51.021 en 2008) y la de la construcción en 16.771 (había 34.237 hace ocho años).

En el mismo período, desde el tercer trimestre de 2008 al mismo trimestre de este año, en España el número de ocupados registrados por la Encuesta de Población Activa (EPA) en el sector industrial ha descendido algo menos que en Cantabria, un 21,6% con 699.800 menos (de 3.231.100 a 2.531.300); aunque la caída del empleo en la construcción es superior a la de la región, más de un 54%, con una disminución de 1.310.800 puestos de trabajo (de 2.418.000 a 1.107.200).

El otro sector que también se integrará en la nueva Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, el primario (agricultura, ganadería, pesca y afines), acumula también en Cantabria una pérdida de más de un 23% de empleos, con 2.302 ocupados menos que en 2008 (de 9.765 a 7.463).

Esta pérdida de empleo coincide, según resalta UGT, con un “significativo descenso” de la aportación de estos sectores al Producto Interior Bruto (PIB) de Cantabria, que en el caso de la industria se ha reducido (desde 2008 a 2015) en 2,3 puntos, de un 20,4 a un 18,1%; en la construcción 5,5 puntos, de un 11,8 a un 6,3%; y en el sector primario algo más de cuatro décimas, de un 1,7 a un 1,3%.

DESCENSO EN TODAS LAS INDUSTRIAS, SALVO LA ALIMENTARIA

El informe de UGT para el congreso constituyente de su nueva federación de industria, construcción y sector agrario subraya que todos los principales subsectores industriales de la región acumulaban una reducción de empleo de entre un 20 y un 45% entre los años 2008 y 2015, que es la última estadística disponible.

Destaca entre estos subsectores la caída experimentada por la industria del metal, que en este periodo sufrió una pérdida de 3.886 empleos (-20,4%).

A pesar de ello esta industria sigue siendo la de mayor peso en el sector secundario de la región con más de 15.000 ocupados.

Por su parte, la industria del caucho y plásticos acumulaba al término del año pasado una reducción de 857 ocupados menos (-45,7%); la industria vinculada a la madera y el corcho, 954 ó 39% de trabajadores menos; la industria química, 408 trabajadores o un 21,9% menos, y la textil, 181 ó 23,7% ocupados menos.

Sólo la industria alimentaria y la incluida por la EPA en las actividades extractivas y de la gestión energética, del agua o de los residuos incrementaban su empleo en la región en comparación al inicio de la crisis; algo más de un 6% la primera, con 655 trabajadores más; y un 26% la segunda, con 935 más.

En la construcción, más de un 60% de la pérdida acumulada de empleos entre los años 2008 corresponde a la construcción de edificios (-12.864) y otro 34% a la construcción especializada (-7.204).

RECUPERACIÓN LIGERA EN EL ÚLTIMO AÑO

El informe de UGT precisa que en el último año, entre el tercer trimestre de 2015 y de 2016, el empleo en la industria y la construcción “se ha recuperado ligeramente”, con un repunte de 1.250 y de 3.270 trabajadores, respectivamente (en el sector primario se redujo un 8,9% con 728 menos).

El sindicato precisa que, en el caso concreto del sector industrial, un 81% de este incremento de empleos contabilizado en los nueve primeros meses de este año corresponde a contratos temporales (+1.020 ó 16,7%), y en la construcción, a un aumento exclusivo de ocupados autónomos, ya que el número de asalariados se reduce algo más de un 1% (-129) en comparación al mismo período de 2015.

A la vista de este informe, los secretarios generales de las dos federaciones regionales de UGT que se unirán en una sola el 19 de diciembre, Luis Díez, de la federación de Metal, Construcción y Afines (MCA), y José Ramón Pontones, de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (FITAG), han apuntado que “desde la última reforma laboral, cualquier incremento del empleo que se registra en la industria y la construcción es de un empleo muy temporal o no asalariado”.

Señalan que este tipo de empleo, por lo general, “no se mantiene mucho tiempo en el mercado laboral, ya que entra y sale de él con la misma facilidad”.

“Es más, la brutal caída del empleo registrada en la industria y en la construcción no se ve reflejada en un incremento similar del paro en el mismo período, porque en los últimos ocho años sólo hay 664 nuevos desempleados industriales e incluso disminuye en 1.051 los desempleados en la construcción, signo evidente de que el empleo generado es muy temporal y precario”, puntualiza Díez, que recuerda que “en la EPA cuando un desempleado lleva más de un año en el paro ya no se le asigna al sector al que pertenecía”.

Han advertido de que hoy en día la construcción mantiene tasas de contratación eventual del 91% y el sector “más precario con diferencia” es la industria, donde más de un 96% de los contratos de trabajo suscritos este año son temporales.

Pontones destaca que, según el informe, en el sector industrial cada trabajador eventual firma una media de 3,76 contratos al año, más de 5 en la industria alimentaria, lo que supera a los servicios (93,2% de contratos temporales y 3,05 contratos por persona), el sector “más precario” hasta hace unos años.