El Gobierno pretende que los trabajadores de Greyco se hagan cargo de la empresa

A punto de cumplir un año desde que los trabajadores de Greyco se plantaran ante los propietarios de la fundición de San Felices de Buelna, hartos de impagos e incumplimientos, más de medio centenar de familias del Valle de Buelna siguen pendientes de la resolución de un conflicto laboral que se ha enquistado. Aquella huelga que les llevó a pasar el invierno pasado frente a la fábrica, haciendo turnos de guardia para que nadie sacara maquinaria y se alejase un poco más la esperanza de la reapertura, la solución definitiva a sus problemas sigue sin aparecer.

Pese a los reiterados anuncios del Gobierno de Cantabria, que llegó a dar por vendida la empresa a Urdaneta Capital y que prometió que toda la plantilla volvería al trabajo en noviembre, el inversor que ponga en marcha esta veterana industria sigue sin aparecer. El Ejecutivo autonómico no encuentra comprador a pesar de comprometerse a apoyar económicamente la reapertura de Greyco, y la última idea pone todo el peso sobre los hombros de los trabajadores.

“La solución más plausible en estos momentos es que los trabajadores se hagan cargo de la empresa, con un grupo de gestión y con la ayuda del Gobierno de Cantabria”, ha opinado el responsable de Industria, Francisco Martín, que confía en que la fábrica pueda reabrir sus puertas en “un plazo máximo de tres meses”. El consejero ha explicado que “hay más inversores interesados” y que el acuerdo con Urdaneta no fue posible porque las condiciones que pedía “no eran aceptables” por las limitaciones de la Unión Europea en la consideración de ayudas de Estado.

No obstante, Martín ha subrayado que “el Gobierno está dispuesto a avalar cualquiera de las tres soluciones: la original, un empresario nuevo o que los trabajadores sean empresarios”. “No nos hemos movido ni un centímetro respecto a nuestro compromiso original”, ha dicho tras reiterar la voluntad del Ejecutivo de colaborar en la reapertura de Greyco.

Martín ha aclarado que “la aportación de Sodercan no es a fondo perdido, sino un préstamo o préstamo participativo”, y la cuantía sería la misma en cualquiera de las tres opciones: una aportación inicial de 750.000 euros y un millón de euros más para inversiones en una segunda fase.

El consejero ha asegurado que “se está trabajando todos los días”, y ha trasladado un mensaje de “optimismo” a los trabajadores, que todas las noches acuden a la fábrica de forma “desinteresada y gratuita” para “proteger las máquinas”. “Es interés de todos que la reapertura sea cuanto antes”, ha dicho Martín, quien ha destacado que el producto que se hace en Greyco tiene demanda y solo hay dos fabricantes a nivel europeo que hagan ese tipo de material.