El Mercado Romano de los Santos Mártires contará con más de 130 puestos y un centenar de actividades

El Mercado Romano de los Santos Mártires, que se instalará del 24 al 26 de agosto en la Alameda de Oviedo, con motivo de la celebración de la festividad de los patronos de la ciudad, contará con un total de 132 puestos y alrededor de 100 actividades entre talleres infantiles y espectáculos.

Los visitantes encontrarán puestos de artesanía, alimentación y gastronomía, y un amplio programa de actividades de ambientación y recreación histórica.

Respecto a las actividades, se desarrollarán un total de 21 talleres infantiles, en horario de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas, además de atracciones manuales, abiertas en el horario del propio mercado, de 11.30 a 22.30 horas.

Los espectáculos serán un total de 88, destacando los de gran formato, que tendrán lugar las noches del viernes y el sábado, a partir de las 22.30 horas.

El primero lleva por título 'Ofrenda a los Dioses' y versará sobre un sacerdote romano que entonará una oración a los Dioses para conseguir sus favores y realizará una ofrenda: Las danzas de las vírgenes vestales.

Por su parte, en la noche del sábado, también a partir de las 22.30 horas, el espectáculo será 'Funeral Romano' y consistirá en recrear un funeral al soldado romano caído en el que las tropas legionarias harán un recorrido portando al difunto en una pira funeraria para finalmente culminar el ritual incinerándolo. Acto seguido se realizarán los festejos en su honor.

Otra las propuestas del mercado serán las exposiciones. Habrá cuatro a lo largo del recorrido: de armas y armaduras; de aperos de labranza; de balanzas romanas; y de carros romanos.

Finalmente, quedará instalado un campamento romano, en el que los visitantes podrán apreciar diversos utensilios de vida cotidiana como espatejas, candiles de aceite o vasijas de barro, así como utensilios de cocina.

SANTOS MÁRTIRES

San Emeterio y San Celedonio San Emeterio y San Celedonio, martirizados durante la persecución de Diocleciano por abandonar las legiones romanas y convertirse al cristianismo, son patronos de Santander desde 1791.

Sus reliquias llegaron a Cantabria en la Alta Edad Media, para protegerlas de las invasiones árabes, y permanecieron ocultas bajo la actual iglesia de El Cristo hasta que unas excavaciones realizadas en el año 1531 las sacaron a la luz.